Gobierno y organismos confían en el milagro del Black Friday para impulsar el crecimiento
La AIReF prevé que el crecimiento se acelere al 0,75 % en el cuarto trimestre
El Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas prevé “un ligero repunte motivado acontecimientos como el Black Friday"
El Gobierno y los organismos tienen todas sus esperanzas puestas en el Black Friday para impulsar el crecimiento del país. Después de conocer los datos de PIB del tercer trimestre, donde el crecimiento se mantuvo en el 0,6%, las cuentas necesitan un empujón. El problema es que, pese a que el consumo aumenta con las tradicionales compras navideñas, lo que las cifras demuestran es que cada año los españoles gastan menos en regalos y dicho aumento es ligero.
La media de gasto por persona durante el viernes negro de 2017 fue de 133 euros, lo que supone un 8% menos que en 2016 según los datos proporcionados por la web Ofertia. Es decir, la tendencia de consumo no arroja cifras especialmente esperanzadoras. No obstante, esta fiesta del consumo es la particular gallina de los huevos de oro con la que se prevé mejorar los datos del PIB. Así lo entienden los economistas del Observatorio Financiero del Consejo General de Economistas “al considerar un ligero repunte motivado por las compras navideñas y acontecimientos que promueven el consumo como el importado Black Friday».
La previsión más optimista, hasta el momento, es la de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) que calcula que la economía española crecerá un 0,75 % en el cuarto trimestre del año en comparación con el tercero.
Mientras, el Índice Compuesto de Gestores de Compras (PMI), que mide entre otras cosas el clima del sector y puede actuar como indicador temprano de los ciclos económicos, señala que debido a que la actividad del sector privado se aceleró durante el pasado mes de octubre- a su nivel más alto de los cuatro últimos meses- el crecimiento del PIB para el arranque del cuarto trimestre del año podría alcanzar el 0,5%.
Lo cierto es que un ligero repunte sería suficiente para mejorar algo las cifras de crecimiento en un año en el que se ha acentuado la ralentización. Prueba de ello es que España crezca en plena temporada estival (julio, agosto y septiembre) al mismo ritmo que en aquellos meses de poco consumo, como febrero o junio.