Garamendi pide a Sánchez y a la UE que «escuchen» a los agricultores y traslada su apoyo al campo
El empresario expresó estas palabras durante una entrevista con los medios en Zaragoza
El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, ha pedido al Gobierno de Pedro Sánchez y a la Unión Europea que «escuchen» las reivindicaciones de los agricultores, que se movilizan desde el pasado martes por carreteras de diferentes comunidades autónomas, y ha mostrado el apoyo de la CEOE al sector afirmando que la organización de empresarios «está con el campo».
El empresario expresó estas palabras durante una entrevista con los medios en Zaragoza, donde se encontraba para asistir al acto de homenaje al empresario César Alierta, organizado por el Gobierno de Aragón tras su fallecimiento el mes pasado.
Posteriormente, Garamendi se trasladó a la plaza del Pilar para participar en el minuto de silencio convocado frente al Ayuntamiento de la capital aragonesa en memoria de los dos guardias civiles que perdieron la vida tras ser embestidos por una narcolancha en Barbate (Cádiz).
Garamendi con los agricultores
Garamendi ha manifestado que la CEOE «está con el campo», un sector «básico» para España, puesto que los agricultores, que estos días protagonizan las protestas en las carreteras con sus tractores, son los empresarios y autónomos más pequeños. Este sector, ha apuntado, tiene quejas, anhelos y peticiones que desde la patronal «hemos respaldado».
En este punto, se ha referido a la competencia desleal, «ese dumping que se practica a través de terceros países que no cumplen las normas que marca Europa». Ha considerado que la legislación europea en esta materia es «excesivamente exigentes» con el campo español.
También ha defendido resolver el exceso de burocracia, otra de las demandas de los agricultores, porque es «gratis», a lo que ha añadido que el pequeño agricultor en España «está asfixiado» en este sentido.
Con respecto a las movilizaciones, que afrontan su séptima jornada, Garamendi ha respaldado la propuesta de la organización agraria Asaja de que las protestas se desarrollen de forma «tranquila, pacífica y, en cualquier caso, nunca perjudicando a terceros».
«No nos peguemos un tiro en el pie perjudicando a otros sectores» y que cueste millones a España, dado que eso supondría «un grave problema». En definitiva, ha abogado por «moderación, firmeza y mucho diálogo» en las protestas impulsadas por los profesionales del campo.
Además, el empresario ha explicado que sus diferencias con el Gobierno de España respecto al aumento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) están vinculadas, entre otras razones, al sector primario.
«Una de nuestras exigencias era la necesidad de echar una mano a la gente del campo, especialmente a los más pequeños, la España rural», ha recordado, lo que se traducía en una rebaja en las cotizaciones a la Seguridad Social, porque es una iniciativa que «hubiera aliviado los costes que afrontan».
«No se nos ha escuchado, ha sido taza o taza y media y nuestro planteamiento -desde CEOE- no era tanto de cifra como de una solución», ha diferenciado.
La situación de los agricultores
Los agricultores españoles han iniciado estas protestas por numerosos motivos. En términos general, el sector ha sufrido una caída en su negocio del -19,80% desde 2019, año en que llegó al poder el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El desplome de este ramo del sector primario es alarmante en comparación con el escaso crecimiento real del PIB (Producto Interior Bruto) en un 5% desde 2019.
Las cifras muestran el retroceso agrario que ha sufrido España, algo que se une a otros problemas como el aumento de los costes laborales y la falta de mano de obra. Esto último ha propiciado que Elma Saiz, ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, haya convocado para este martes a las diferentes asociaciones que representan al sector. Las organizaciones han solicitado que se posponga el encuentro por motivos de agenda.
Los delegados agrícolas consideran que el problema de la escasez de empleados tiene más que ver con las políticas de Yolanda Díaz que con la cartera de la Seguridad Social. En concreto, los representantes denunciaron en declaraciones a este periódico que los subsidios mal gestionados de la ministra de Trabajo crean incentivos que promueven no trabajar.
Esta situación no ha sido atendida por Díaz. La vicepresidente de Sumar no ha demostrado ningún acercamiento al sector, sino al contrario. La ministra de Trabajo rechazó una de las peticiones agrarias que la CEOE y Cepyme pusieron encima de la mesa durante las negociaciones de la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).