ENERGÍA

Gamesa le cuesta mil millones a la alemana Siemens que retira su previsión de beneficios para este año

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Aerogenerador de Siemens Gamesa

Siemens Energy, que ayer corrigió sus previsiones de beneficios para 2023 por problemas con las turbinas fabricadas por su filial Siemens Gamesa,  cae hoy en bolsa más del 30%. La compañía ha admitido este viernes que la gobernanza entre ambas compañías tras la opa «no ha funcionado» como debería.

Tras anunciar ayer una corrección a la baja de sus perspectivas de beneficios para este año y estimar un coste provisional de 1.000 millones de euros para hacer frente a los fallos, los consejeros delegados de Siemens Energy, Christian Bruch, y de Siemens Gamesa, Jochen Eickholt, han comparecido hoy en rueda de prensa.

Eickholt ha explicado que la cifra de 1.000 millones es una mera estimación, y ha expresado su convicción de que puede ser mayor; sin embargo, ha declinado concretar, y ha asegurado que en la presentación de los resultados trimestrales el próximo 7 de agosto se conocerán más detalles. Se trata de «una mala noticia», ha indicado Christian Bruch, que ha añadido que aún no ha terminado la investigación y el análisis de lo sucedido con los aerogeneradores de Gamesa.

No es la primera vez, ha dicho, que Siemens corrige sus previsiones, pero «nunca» en la medida del anunciado ayer; en su opinión, la «gobernanza» conjunta de ambas compañías tras la opa realizada en 2022 no ha sido suficiente, y aunque ha descartado «llegar a conclusiones precipitadas», ha admitido problemas de comunicación.

Eickholt ha relatado que se ha iniciado una investigación que no ha concluido, cuyas conclusiones de momento son «peores de lo esperado, mucho peores de lo que podíamos pensar, algo nunca visto hasta ahora», sobre vibraciones inusuales en componentes proporcionados por Gamesa.

Parte de los componentes son defectuosos, se trata de «un puñado de fallos» que son un indicador de lo que podría ocurrir en los próximos 20 años, ha señalado Eickholt, que ha reconocido que «no se puede excluir que haya problemas de diseño».

No obstante, ambos han recalcado que es demasiado pronto para hacer un balance definitivo, y han remitido a la presentación de resultados del 7 de agosto, cuando se darán más detalles de lo sucedido. «No lo vimos antes porque los problemas se han materializado cuando los hemos puesto en marcha», ha dicho Bruch, que ha defendido que «hay elementos positivos» y ha declinado concretar ahora el impacto futuro en el negocio y en la producción, ya que «no se trata de hacer especulaciones».

Ha habido «decepcionantes fallos de calidad» relacionados con ciertos componentes, todo lo cual consume «tiempo y dinero», a la vez que suben los costes de producción, de ahí que haya que rediseñar los planes de negocios, ha indicado Eickholt.

Con todo, los dos consejeros delegados han descartado que la opa sobre Gamesa fuera un error, se hizo tras un análisis exhaustivo en el «momento adecuado y fruto de un proceso equilibrado», aunque «nadie tiene una bola de cristal para ver el futuro».

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