La ministra Ribera y su marido de la CNMC lideran un foro sobre energía con el sector en pie de guerra
Las aguas están revueltas últimamente entre la Comisión Nacional de Mercados y de la Competencia (CNMC) y el Ministerio de Transición Ecológica por la decisión del organismo regulador de imponer un hachazo a la retribución de las eléctricas y de las compañías gasistas, estas últimas las más perjudicadas por la política energética del Gobierno y por los últimos coletazos del mandato de Marín Quemada en Competencia, que ya ha cumplido seis años en el cargo.
Sin embargo, hay una persona que puede ayudar a mediar entre José María Marín Quemada y Teresa Ribera: Mariano Bacigalupo, consejero de la CNMC y, además, marido de la ministra de Transición Ecológica.
Aunque la vida personal no tiene por qué influir en este tipo de asuntos, es curioso que los tres tienen que decir algo sobre un sector que es el que decide el futuro de la factura de la luz: participarán la semana que viene en un Congreso de AEDEN titulado “El Derecho de la energía en transición”, que se celebrará el 17 y el 18 de septiembre y que pretende buscar un nuevo rumbo para el derecho energético español y europeo.
En el primer día, la sesión de apertura corre a cargo de José María Marín Quemada, presidente de la CNMC y a las 12:30 de la mañana modera un foro sobre la gobernanza en el nuevo marco energético de la UE Mariano Bacigalupo Sagesse, el marido de la ministra.
Curiosamente el cargo que acompaña a mariano Bacigalupo en el programa del evento ha desaparecido que es “consejero de la CNMC” y sólo figura que es profesor titular de Derecho Administrativo de la UNED y Vocal de AEDEN, el organismo que organiza el foro. Una omisión (voluntaria o involuntaria) que se produce justo cuando la ministra de Transición Ecológica ha empezado a cuestionar el hachazo a la retribución de las empresas energéticas, algunas de las cuales han paralizado sus inversiones o se plantean hacer un ERE en una filial de su compañía, como es el caso de Naturgy. Teresa Ribera clausurará este congreso.
Lo cierto es que la ministra de Transición Ecológica y la CNMC no son los más populares dentro del sector de la energía. De hecho, fuentes del sector empresarial se quejan de que están creando una incertidumbre en el sector innecesaria.
Por un lado, los planes del Gobierno para la transición climática inquietan a las empresas energéticas españolas, que avisan de que las medidas impulsadas por el Consejo de Ministros recuerdan “la época de Zapatero”, que “terminó quebrando el sistema eléctrico español y encareció un 60% el recibo de la luz”. Un informe que manejan las compañías del sector energético, y que avanzó OKDIARIO, hacía un análisis del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) y avisaba de que el Ejecutivo ha planteado una hoja de ruta “ideológica” y “tan rápida que será dañina para nuestro país”.
Por otro, la CNMC publicó el pasado 5 de julio unos borradores de circulares que han puesto en peligro a las gasistas y a las distribuidoras, especialmente más pequeñas. Lo que parece, de entrada, algo muy técnico (documentos en los que se fijan las metodologías para el cálculo de los cánones y peajes de acceso a las redes y a las retribuciones de las actividades reguladas de los sectores de la electricidad y del gas) ha hecho saltar las alarmas en compañías como Naturgy y Enagás. El problema no se queda en las grandes gasistas del Ibex, sino que va a afectar también a las distribuidoras, especialmente a las más pequeñas. Según las estimaciones que manejan desde el sector energético, que han elevado la voz de alarma ante la decisión de la CNMC auspiciada por el Gobierno de Pedro Sánchez, el cambio de retribución supone especialmente un riesgo para las distribuidoras más pequeñas.