Accionistas y bonistas subordinados del Popular lo pierden todo: los depositantes conservan su dinero
El acuerdo de resolución de Banco Popular por parte del Santander supone la pérdida del capital por parte de los accionistas de la entidad que es rescatada, así como de los bonistas que habían invertido en instrumentos de renta fija subordinada del banco (incluidos los que tenían deuda convertible, los conocidos como Cocos). Sin embargo los depositantes pueden estar tranquilos, ya que su dinero está a salvo y pasará a ser gestionado por la entidad que preside Ana Patricia Botín.
En cuanto a los propietarios de deuda senior conservarán su derecho a cobrar los cupones correspondientes, recuperando el principal al vencimiento de los bonos. La buena noticia para ellos es que tras la operación de adquisición del Santander estos activos mejoran notablemente su calificación crediticia.
«Damos la bienvenida a los clientes de Banco Popular, que pasan a formar parte del Grupo Santander. Vamos a trabajar duro para ofrecerles el mejor servicio durante este periodo de transición y en el futuro. El banco resultante de la integración fortalece la diversificación geográfica del Grupo en un momento de mejora del ciclo tanto en España como en Portugal, lo que nos permitirá cumplir con todos nuestros compromisos con clientes y accionistas», ha declarado la presidenta del Santander, Ana Patricia Botín.
«Nada cambia para los clientes del Popular, el proceso de integración llevará un tiempo y de momento seguirán atendidos por las mismas personas en las mismas sucursales», ha añadido Botín en una comparecencia pública.
Como parte de la ejecución del mencionado «dispositivo de resolución» se ha producido la amortización íntegra de la totalidad de las acciones de Banco Popular en circulación al cierre de la sesión del pasado martes, así como de las acciones resultantes de la conversión de los instrumentos de capital regulatorio Tier 1 y de la totalidad de los instrumentos de capital Tier 2 emitidos por Banco Popular, todas las cuales han sido adquiridas por Banco Santander por un precio de un euro.
Esto implica que los accionistas y bonistas del Popular pierden su capital invertido, lo que abre la puerta a posibles reclamaciones judiciales por la gestión realizada por el nuevo equipo directivo liderado por Emilio Saracho, que ha puesto a la entidad al borde del abismo financiero por las decisiones que ha tomado en los escasos 4 meses que ha estado al mando del Popular.
«Los clientes de Banco Popular seguirán atendidos sin perturbación de la economía. Todos los ahorradores seguirán teniendo acceso ininterrumpido a toda la cantidad de sus depósitos. Tras la decisión de resolución, el banco puede continuar con sus actividades de negocio», ha destacado la Comisión Europea en un comunicado.
Según ha informado el banco comprador, “la integración de Banco Santander y Banco Popular reforzará significativamente las franquicias del Grupo en España y en Portugal. En España, la entidad resultante, que operará con la marca Santander, se convertirá en el banco líder en créditos y depósitos, con 17 millones de clientes”. Tendrá una cuota de mercado en crédito del 20% y una cuota del 25% en pymes, un segmento clave para el crecimiento de la economía española.
“Aumentar el negocio de pymes figura entre las prioridades estratégicas del Grupo en España y la integración permitirá mejorar la diversificación de la cartera de negocio, con más peso en segmentos que aportan mayor rentabilidad en un momento positivo del ciclo económico”, ha añadido la entidad en un comunicado.