¡Es el mercado, amigo!

¿Dónde está el desplome del 30% del Sabadell con que asustaba Torres?

Torres Sabadell
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Vaya, vaya. Así que la OPA del BBVA tenía una prima del 30% y el Banco Sabadell estaba cotizando por encima de su valor por la operación. Y si fracasaba, su cotización se iba a hundir un 30%. Ese era el argumento del miedo del ínclito Carlos Torres para convencer a los accionistas del Sabadell de que fueran a la oferta (sin éxito, claro). Pues va a ser que no.

El Sabadell está prácticamente en el mismo nivel que el día en que se anunció por la noche el resultado de la OPA, el 16 de octubre: 3,228 euros por acción  frente a 3,229 esa sesión. Y eso que el viernes cayó un 2,95% en línea con el resto de la banca; que si no, estaría por encima.

De hecho, llegó a cotizar intradía a 3,34 euros, un 3,4% por encima del citado 16 de octubre y su nivel más alto desde el 3 de octubre. Es cierto que al día siguiente cayó un 6,48% -algo normal cuando fracasa una OPA-, pero antes del fin del mes ya se había recuperado.

El Ibex, la Bolsa, BBVA, Sabadell
Bolsa de Madrid.

¿Y el BBVA? Pues ha subido un 11% desde entonces. Que subiera era también lógico al eliminarse las incertidumbres derivadas de la operación, en especial la posibilidad de una ampliación de capital si tenía que ir a una segunda OPA (aparte de la falta de sinergias).

Pero tampoco es que haya sido un subidón para tirar cohetes, vamos, que las promesas de repartir todo el capital que libera la no-compra del Sabadell a sus accionistas tampoco ha excitado demasiado al mercado.

La única opción de Torres

Pero a lo que íbamos, que era el discurso del amigo Torres para convencer a los accionistas del Sabadell. Hay que reconocer que el hombre se fue quedando sin argumentos: tenía a todos los partidos, sindicatos y patronales en contra, ofreció unas garantías muy pobres de mantenimiento del crédito a las pymes (de hecho, podía hacer lo que le diera la gana), se quedó sin sinergias durante tres o cinco años por las condiciones del Gobierno, el precio era muy bajo y tuvo que admitirlo al subirlo un 10%, la fastidió con los impuestos, abrió la puerta a la segunda OPA (después de decir que no rebajaría la condición de éxito del 50%)…

Así que no le quedaba otra que perseguir por tierra, mar y aire a los pequeños accionistas del Sabadell (y fue contraproducente porque los trató como si fueran tontos) y tratar de asustar a los institucionales con la tesis de que la cotización del Sabadell se desplomaría. No funcionó… porque no era verdad.

Sabadell, BBVA, Carlos Torres, OPA
Carlos Torres, presidente del BBVA.

Y es que cometió la torpeza (una más) de decir que «nuestra oferta es una oferta por todas las acciones del Banco Sabadell. Es decir, usted podría vender una acción, pero no todos pueden vender todas a ese precio que está viendo en la pantalla [en alusión al precio al que cotizaba Sabadell] porque, una vez que los primeros vendieran, el precio colapsaría, bajaría, y los siguientes ya no podrían vender a ese precio, a esos 3,30 euros, un precio que obedece, como digo, a este juego de los inversores que están esperando más».

Un argumento que fue desmontado con suma facilidad por los profesionales del mercado: «Con 17.000 millones de capitalización bursátil y un free float [capital que no está en manos de accionistas significativos] del 90%, ¿cómo no va a tener liquidez la acción? Es una auténtica falsedad». O sea, que no coló.

Pero es que, además, había precedentes que demostraban lo contrario. Y uno bien reciente: el italiano  BPM subió un 20% tras la retirada de la OPA de Unicredit

Sabadell gana por la mano

A diferencia de Torres, los gestores del Sabadell -Josep Oliu y César González-Bueno- hicieron la jugada maestra de la venta del británico TSB al Santander y destinaron esos ingresos a un megadividendo extraordinario. Y ése sí ha convencido a los inversores: muchos de ellos no venden porque esperan a cobrarlo cuando las autoridades británicas aprueben la operación.

Sabadell
César González-Bueno y Josep Oliu.

Aparte de eso, el Sabadell estaba infravalorado respecto al resto de la banca europea y española, probablemente por su tamaño, que le deja en una tierra de nadie entre los grandes bancos y los medianos; sin el músculo y la capacidad de inversión tecnológica de los primeros y sin la implantación territorial de los segundos.

Algo que muchos piensan que tratará de solucionar con una compra futura. En el Sabadell lo niegan por activa y por pasiva, ya que han demostrado que no lo necesitan para estar blindados ante aproximaciones hostiles. Pero esto es el mercado, amigo (nunca mejor dicho), así que todo es posible.

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