La desaceleración económica empieza a perjudicar el empleo

La destrucción de empresas continúa: ya hay 55.000 menos desde que Sánchez llegó a la Moncloa

La destrucción de empresas continúa: ya hay 55.000 menos desde que Sánchez llegó a la Moncloa
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Agosto no ha sido un buen mes para el mercado de laboral ni para la vida de las compañías. De hecho, y según los datos del Ministerio de Trabajo y Economía social, la destrucción de empresas continúa. Ya hay 1.300 menos desde el mes pasado, medio millar por debajo que hace un año, y 55.000 menos que cuando Sánchez llegó a la Moncloa.  En opinión de los analistas, esto guarda una estrecha relación con las políticas puestas en marcha por el Gobierno de coalición de Sánchez, que han consistido en una hostilidad permanente hacia el mundo empresarial. La lista de ofensas es numerosa. Una reforma impulsada por la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que ha introducido mayor rigidez en el mercado laboral, así como continuas subidas de impuestos, asegura el economista José Luis Feito.

Gregorio Izquierdo, director general del Instituto de Estudios Económicos -el think tank de la patronal CEOE-, recuerda que durante todo este período se ha subido el Impuesto de Sociedades, se han elevado las cotizaciones sociales aumentando notablemente los costes laborales, y se han subido los pagos a la Seguridad Social de los autónomos, por no citar la creación de tributos de nueva generación como el de las grandes fortunas, y los que se han aplicado sobre los beneficios supuestamente extraordinarios de la banca y de las eléctricas, que están pagados aunque recurridos ante la Agencia Tributaria y que se elevarán igualmente hasta el Tribunal Constitucional.

En gran parte como consecuencia de los crecientes síntomas de debilidad de las empresas, en agosto se han destruido 185.000 puestos de trabajo, y esta caída se ha producido en todos los regímenes: 174.000 en lo que respecta al sistema ordinario y 11.000 en el caso de los autónomos, que atraviesan cada vez más dificultades para desarrollar su actividad. La destrucción de empleo se produce de manera generalizada en todos los sectores, principalmente en los servicios, donde se aprecia una incidencia más acusada que otros años, aún teniendo en cuenta el fin de la temporada turística.

De acuerdo con la plataforma de inversión y de trading e Toro, el impacto que ha tenido el sector servicios en la subida general de los desocupados, junto a la de la construcción y la industria, rompe la tendencia bajista de los últimos cinco meses. Se trata de una situación relativamente habitual, ya que el mes de agosto suele ser malo en el sector servicios, pero lo relevante es que la cifra es superior a la de hace un año. Con todo esto, el número total de parados vuelve a superar los 2,7 millones de personas, de la que había bajado por primera vez en 15 años el pasado mes de junio, y la cifra solo mejora ligeramente en agricultura y colectivos sin empleo anterior.

Entre los datos, llama la atención que el número de afiliaciones baja drásticamente y que, de los contratos de larga duración, solo el 41% se hace a tiempo total. Es decir, los contratos que se hacen indefinidos son a tiempo parcial y se colocan como fijos discontinuos, una situación que puede tener que ver con el momento de incertidumbre política. De hecho, el mes pasado se firmaron 1,1 millones de contratos, de los cuales 670.000 son temporales, 95.000 a tiempo parcial y 152.000 fijos discontinuos, de manera que sólo el 15% de los contratos firmados fueron indefinidos a tiempo completo. Daniel Lacalle, unos de los asesores económicos del Partido Popular, hace hincapié en que se firman un 27% menos de contratos que antes de la pandemia.

De otro lado, la debilidad que se percibe en el empleo en el sector industrial está comenzando a convertirse en estructural. El indicador de clima industrial del Ministerio lleva catorce meses en negativo, desde julio de 2022, y en agosto se situó en el -6,6. Adicionalmente, el nivel de la cartera de pedidos se encuentra en su nivel más bajo en el último ejercicio (-14,5%); y, finalmente, el grado de utilización de la capacidad productiva es del 72,6%, la cota más baja desde 2018.

El Departamento de Trabajo, que dirige en funciones Yolanda Díaz, ha preferido echar balones fuera ante el conocimiento de los últimos datos, destacando que, desde hace 25 años, el paro aumenta en agosto por «los ciclos estacionales del modelo productivo». Los expertos consultados, sin embargo, ven claros síntomas de debilidad en el mercado laboral, que semejan todos los visos de proseguir y que tienen que ver, entre otros asuntos, con el aumento brutal del Salario Mínimo Interprofesional -por encima del 40% en los últimos años-. A juicio de los analistas, un incremento de tal dimensión está perjudicando en especial al sector de la agricultura y de la construcción -la mano de obra de menor cualificación-. El empleo se resiente al mismo tiempo de la desaceleración económica, que es un hecho evidente y proseguirá no sólo hasta final de año sino también durante 2024.

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