El descaro del Gobierno con el campo: organiza visitas guiadas para probar que la comida marroquí es buena
El Gobierno de Pedro Sánchez organiza visitas guiadas a los puertos para que los agricultores comprueben que las inspecciones a la comida marroquí importada funcionan y que los alimentos que llegan del norte de África cumplen con la normativa. Así lo han afirmado a OKDIARIO representantes del campo que acudirán a principios de diciembre al Puerto de Algeciras con el objetivo de revisar los procedimientos.
Así, el Ejecutivo quiere demostrar a los trabajadores del campo españoles que, tras tomar ellos el control de las inspecciones alimentarias fronterizas, el proceso está funcionando perfectamente y todos los incumplimientos son detectados con éxito.
Por tanto, en unos días, varias asociaciones agrícolas acudirán a una visita guiada por el Puerto de Algeciras en la que el Gobierno de Sánchez tratará de convencerles de que la comida marroquí que llega a los supermercados cumple con todos los criterios legislativos.
Los representantes agrarios habían solicitado en varias ocasiones poder estar presentes en las inspecciones de alimentos en las fronteras, tal y como adelantó OKDIARIO. No obstante, los productores rurales no habían pedido visitas puntuales, sino formar parte activa del proceso.
De hecho, organizaciones como Unión de Uniones, segunda asociación más representativa del mundo agrario, habían insistido en que también era necesario que los consumidores se personaran en dichas inspecciones. Ahora, el Ministerio de Agricultura y Pesca ha cedido parcialmente y les llevará de visita.
Aumentar el control fronterizo de Marruecos ha sido una de las reivindicaciones que los agricultores han defendido en las protestas de principios de año. El sector reclama que los productos importados tengan los mismos requisitos que los comunitarios, pero también avisa de que la falta de inspecciones causa que entren alimentos con niveles de pesticidas que superan los límites establecidos por la normativa europea.
Polémicas con la comida marroquí
«Se debería permitir la presencia de representantes de agricultores en la toma de muestras y en los resultados de los análisis de los productos», declaró para este periódico el coordinador estatal de Unión de Uniones el pasado marzo. Con ello, aseguraba, «estaríamos todos mucho más tranquilos».
Y es que los productos provenientes del norte de África han suscitado numerosas polémicas desde principios del 2024, cuando se detectaron partidas de fresas marroquíes con trazas de hepatitis. Y este no fue el único caso, pues sucedieron cosas parecidas con este tipo de fruta en hasta tres ocasiones diferentes a lo largo de este año.
En concreto, el 6 de marzo, una alerta sanitaria retumbó en España, pues los españoles supieron que una partida de fresas procedentes de Marruecos contenía microorganismos patógenos correspondientes al virus de la hepatitis A, según informó el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) después de analizar una partida importada desde Marruecos el pasado 19 de febrero.
Según analistas consultados por OKDIARIO, la fresa con hepatitis «puede ser una señal de que algunas de las importaciones de frutas de Marruecos han pasado por un proceso de riego con presencia de aguas fecales». Por tanto, el problema se deriva de los cultivos de origen y de las condiciones de la producción.
Por otro lado, un análisis solicitado por los agricultores y revelado por OKDIARIO muestra que las judías provenientes de Marruecos poseen 0,029 mg/kg (miligramos por cada kilogramo) de benzoato de emamectina B1 a, uno de los pesticidas que se utilizan para el tratamiento de las hortalizas con el fin de reducir la presencia de insectos en las plantaciones.
Estos niveles triplican los topes que establece el Reglamento de los límites máximos de residuos de diferentes insecticidas (benzoato de emamectina, espinosad, espirotetramato, etofenprox, etoxazol, flutriafol, fosmet, glifosato y piraclostrobina) de la Comisión Europea.
El análisis de las judías se realizó el pasado 14 de febrero gracias a un prestigioso laboratorio privado al que recurrieron los agricultores. El Gobierno no detectó esta irregularidad, sino que fue este periódico el que la dio a conocer.
Ahora, los agricultores han conseguido, al menos, revisar el proceso de inspecciones durante un tiempo limitado, que es el que durará la visita guiada organizada por el Gobierno a la frontera.