SECTOR PRIMARIO

España importa de Marruecos judías que triplican los límites de pesticidas de la Unión Europea

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Benjamín Santamaría
  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

España importa de Marruecos judías que contienen pesticidas que triplican los límites establecidos por la normativa de la Unión Europea. Así lo denuncian agricultores tras haber interceptado durante los últimos días una muestra de estas hortalizas y habérselo confirmado un prestigioso laboratorio privado a través de un informe al que OKDIARIO ha tenido acceso. Los trabajadores del campo ya tenían sospechas. El sector agrario lleva denunciando la existencia de irregularidades en los productos que se traen de otros países desde el inicio de las protestas agrícolas que están teniendo lugar en toda Europa.

En concreto, los análisis revelan que las judías provenientes de Marruecos poseen 0,029 mg/kg (miligramos por cada kilogramo) de benzoato de emamectina B1 a, uno de los pesticidas que se utilizan para el tratamiento de las hortalizas con el fin de reducir la presencia de insectos en las plantaciones.

Sin embargo, el Reglamento nº 293/2013 de la Comisión Europea, vigente a día de hoy, determina que las leguminosas frescas, entre las que se encuentran las judías con vaina como las analizadas por el laboratorio, no pueden contener más de 0,01 mg/kg de estos pesticidas.

Las judías de Marruecos y los pesticidas

Es decir, las judías de Marruecos interceptadas y mandadas a analizar por los agricultores triplican los límites europeos de los pesticidas. De hecho, la sobreexposición humana a esta sustancia puede tener efectos adversos para la salud.

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Parte del informe del laboratorio en el que se revelan los pesticidas de una muestra de judías.

Algunos de los posibles efectos sobre la salud de una sobreexposición al benzoato de emamectina B1 incluyen irritación en la piel y las mucosas. El contacto directo con el benzoato de emamectina B1 puede causar irritación en la piel, los ojos y las vías respiratorias, provocando enrojecimiento, picazón y sensación de quemazón. Además, la inhalación de vapores o aerosoles de este producto puede irritar las vías respiratorias y causar dificultad para respirar, tos y congestión nasal.

La ingestión accidental o la exposición prolongada a altas concentraciones de benzoato de emamectina B1 pueden provocar síntomas de toxicidad aguda, como náuseas, vómitos, dolor abdominal, mareos, debilidad y en casos graves, convulsiones y pérdida del conocimiento.

«Aunque se necesitan más estudios, la exposición crónica al benzoato de emamectina B1 podría estar asociada con efectos adversos a largo plazo, como problemas respiratorios crónicos, daño hepático o renal, y efectos neurotóxicos. La magnitud de los efectos sobre la salud depende de diversos factores, como la dosis y la vía de exposición, así como la duración y la frecuencia de esta», explican fuentes del sector agroalimentario.

Por ello, las autoridades europeas han establecido un límite tan reducido de estos pesticidas. Es más, otros insecticidas como el etofrenprox pueden estar presentes en las judías con vaina con una concentración de hasta 0,5 mg/kg, cinco veces más que el benzoato de emamectina B1.

Esta no es la primera vez que sucede algo similar. El pasado 5 de septiembre, unos análisis hicieron saltar las alarmas al revelar que las aceitunas y el arroz marroquís contenían el pesticida clorpirifos en una cantidad de 0,067 mg/gk-ppm. El Límite Máximo de Residuos (LMR) que fija la Unión Europea es de 0,01 mg/kg, por lo que los productos contendrían hasta casi 7 veces más de la sustancia de lo que permiten las autoridades europeas.

En general, los productos fitosanitarios utilizados en los cultivos de Marruecos son poco conocidos por los consumidores europeos. Así lo afirmó Mazaly Aguilar, vicepresidenta tercera de la Comisión de Agricultura en el Parlamento Europeo, quien explicó que esta falta de conocimiento se debe a que los importadores marroquíes «no están obligados a identificarlos».

Esta falta de transparencia en los requisitos normativos perjudica notablemente a los agricultores europeos, quienes sí se tienen que someter a las normas comunitarias.

Con todo, Bruselas continuará realizando hasta 2027 los pagos de 8.400 millones de euros a Marruecos acordados hace tres años para invertir en el sector primario marroquí, entre los que se encuentran las cantidades destinadas al regadío de sus tierras, tal y como desveló OKDIARIO.

Por ello, los agricultores que se manifiestan en todo el continente mantienen lo anterior entre sus reivindicaciones. De hecho, los trabajadores agrarios españoles han solicitado que el Gobierno realice más controles fronterizos para evitar que se importen alimentos que no cumplen con la normativa. Planas ha accedido, algo que desde las asociaciones del sector se ha interpretado como una forma de reconocer que esto estaba sucediendo hasta ahora.

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