Batalla interna en Sacyr

Demetrio Carceller a Moreno Carretero: «Pero, ¿qué es lo que quieres?»

Carceller
Fotografía de archivo del presidente del grupo Damm, Demetrio Carceller (Foto: EFE).
Carlos Ribagorda

Finaliza una semana clave en Sacyr, una de las seis grandes constructoras del país. En la Junta de Accionistas del jueves se aprobó la expulsión del Consejo de José Moreno Carretero, el accionista díscolo que había planteado una batalla interna al núcleo duro de la empresa con un 12,5% del capital -a través de Beta Asociados-.

Manuel Manrique, presidente de la constructora, aseguró el jueves tras la Junta que había sido una decisión «dolorosa», pero acusó a Carretero de deslealtad y de «dañar la reputación» de la empresa. Por su parte, el equipo de Beta Asociados calificó la expulsión de «atropello» y de «ejecución de cuneta societaria». Las dos partes están ahora abocadas a una larga batalla judicial.

El ruido de los últimos meses se acaba… al menos dentro del Consejo. Pero, ¿cómo se ha llegado hasta este punto? ¿Qué buscaba Moreno Carretero y por qué inició una batalla como ésta con solo un 5% del capital de manera directa? ¿Qué pasó en las horas previas a la ‘ejecución’ de Carretero?

De acuerdo con las fuentes consultadas, el núcleo duro de Sacyr sondeó un posible acuerdo con Carretero. Demetrio Carceller, primer accionista de la empresa con un 18%, intentó conocer las intenciones del presidente de Beta Asociados.

«Hablé con él y le dije pero, ¿qué es lo que quieres?», según ha explicado en privado a su entorno el también presidente de Disa. «Pero no me dijo nada en concreto. Ni siquiera me llegó a proponer que le compráramos su constructora, Altec», señala.

Insiste

Carretero insistió en que su intención era mejorar el gobierno corporativo de Sacyr y obligar a Manrique a ceder poder a un consejero delegado «profesional y joven». Para ello, insistió en reclamar a la Junta de Accionistas que se votaran sus propuestas. Para tener más poder, anunció que iba a comprar en derivados alrededor de otro 10% de la empresa para acumular un 15%.

El Consejo de Sacyr trató de frenar esta estrategia y en la reunión del 26 de abril aprobó un nuevo reglamento que exigía a los consejeros pedir autorización al Consejo para comprar más acciones en derivados. Carretero no frenó en este momento la batalla y decidió impugnar en los tribunales este acuerdo. Lo anunció el viernes, 1 de junio.

La reacción de Sacyr fue inmediata. Justo ese día, según explicó Manrique, la Comisión de Auditoría y Nombramientos acumuló informes internos y dos externos para estudiar el cese de Carretero. El primer informe señalaba que la compra de derivados por Carretero había producido volatilidad a la acción.

Y el segundo ponía de manifiesto que cuando se cumplieran los plazos de los derivados, en noviembre, y Carretero empezara a venderlos en el mercado, la consecuencia para la acción de Sacyr podía ser neutra o afectar negativamente.

La suerte estaba echada. O casi. Se terminó de echar el martes 5 de junio, a 48 horas de la Junta, cuando Carretero distribuyó un vídeo de diez minutos con una entrevista en la que insistía en sus planes y cerraba cualquier puerta al pacto. «Eso fue definitivo. Después de lo del vídeo ya no se podía hacer otra cosa», ha reconocido Carceller.

El viernes a primera hora, en la reunión del Consejo previa a la Junta, los consejeros sorprendieron a Carretero pidiéndole su cese. Lo que sucedió después ya está contado.

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