POLÍTICA Y NEGOCIOS

La cúpula de Talgo presiona al Gobierno para que acepte la OPA húngara: «Tenemos contratos a pérdidas»

Óscar Puente y Pedro Sánchez.
Óscar Puente y Pedro Sánchez.

La cúpula de la compañía de producción de trenes de alta tecnología Talgo, encabezada por su consejero delegado, Gonzalo Urquijo, ha reforzado su presión sobre el Gobierno, y en particular sobre el ministro de Transportes, Óscar Puente, para que no vete la OPA lanzada por la húngara Magyar Vagon. La oferta sobre la totalidad de las acciones, por un importe de 619 millones, supone una prima del 14,42% sobre el precio de cotización de 4,370 euros de Talgo al cierre del mercado el 7 de febrero -día en que la CNMV suspendió el valor-.

Según el consejo de administración de la empresa española, la OPA sería la solución perfecta a una situación acuciante, «pues en estos momentos no tenemos capacidad para hacer entregas e incluso hemos firmado contratos a pérdidas con el fin de no renunciar a cuota de mercado», según fuentes conocedoras de la operación. De momento, el Gobierno ha planteado como solución que Criteria, el holding de La Caixa, participe en la acción para garantizar su «españolidad».

La cúpula de Talgo está tratando de desmontar los argumentos de los que se ha venido sirviendo el Gobierno hasta la fecha para oponerse a este movimiento empresarial. En primer lugar, ha dejado claro que no hay ningún inversor ruso detrás, que podría justificar el rechazo del Ejecutivo -dada la extrema sensibilidad de la Unión Europea hacia la capacidad y la estrategia de eventual desestabilización del Gobierno de Putin-. El segundo campo de batalla está siendo desmontar que Talgo sea una compañía estrictamente estratégica desde el punto de vista del interés nacional, entre otras cosas porque sólo los trenes de Talgo se adaptan a un ancho de vía variable, una circunstancia que no se corresponde con la realidad porque hay otras compañías como CAF que ya lo hacen.

Por último, los ejecutivos de Talgo tratan de convencer al Gobierno de las numerosas bondades de la operación. En lo que afecta, por ejemplo, al mundo sindical, la operación garantiza el pleno empleo. Desde el punto de vista de la españolidad, asegura la continuidad de todas las plantas de producción nacionales, que además seguirían siendo las encargadas de fabricar la tecnología punta de la empresa, mientras que las establecidas en Hungría, al ser tener un nivel de cualificación menor, se encargarían del acabado de los trenes -una clase de trabajo de menor valor añadido pero indispensable para elevar finalmente la potencia de la compañía resultante-.

Gonzalo Urquijo, consejero delegado de Talgo.

En conjunto, y según fuentes conocedoras de la operación, la OPA de la húngara Magiar Vagon sobre Talgo «tiene las virtudes de doblar la capacidad de la compañía, conservar el empleo, atender a tiempo los encargos ya admitidos y poner fin a la práctica de firmar contratos a pérdidas con el objetivo de mantener, al menos, la cuota de mercado». A pesar de que las ventajas de la OPA resultan palmarias, las fuentes consultadas reconocen que el Gobierno sigue cerrado en banda.

Desde que el ministro de Transportes, Óscar Puente, aseguró -el mismo día de conocerse la operación- que el Gobierno hará todo lo posible para frenarla, los avances han sido mínimos, admiten las fuentes consultadas. Más bien al contrario, el Ejecutivo ha intentado por todos los medios buscar una «alternativa nacional» a la OPA húngara involucrando a Criteria, el grupo inversor del grupo La Caixa, cuyo máximo responsable es el legendario Isidro Fainé. El deseo del Ejecutivo es que Criteria lidere la operación, o que el grupo húngaro aterrice de la mano de Fainé a cambio de allanarle el terreno para una oferta pactada de la energética de Abu Dabi Taqa sobre la compañía Naturgy -que también está participada por Criteria pero que arrastra problemas endémicos con los fondos de inversión CVC y GIP, actualmente propietarios del 40% del capital-.

Talgo y el intervencionismo del Gobierno

En concreto, OKDIARIO publicó el pasado 16 de abril que el Gobierno está negociando con Criteria, para que actúe como caballero blanco y lance una contraOPA sobre el 100% de Talgo que compita con la de la húngara Ganz-MaVag (Magyar Vagon). Esta sería el primer paso de una operación que contempla una fusión posterior de Talgo y CAF, según fuentes conocedoras de la situación. Posteriormente, Criteria ha planteado al grupo húngaro participar en su oferta en vez de lanzar una contraOPA, lo que reduciría el gasto para el holding, mantendría las sinergias con Magyar Vagon y sería aceptable por el Gobierno y sus socios.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez se ha opuesto desde el principio a la OPA húngara al estar auspiciada por el Gobierno de Viktor Orban, y Óscar Puente ha asegurado que busca un comprador español para hacer frente a esta oferta. Este comprador es Criteria, que estaría dispuesta a aceptar este papel dentro del citado proyecto de fusión con la también vasca CAF. Un portavoz de Criteria no hizo comentarios sobre esta información.

A la inversa, CAF también estaría dispuesta a entrar en Talgo, si va de la mano de Criteria. Como ha venido relatando OKDIARIO, esta compañía había descartado pujar en solitario por Talgo, debido al elevado precio que tendría que pagar y por los problemas que supondría su estructura de capital (25% en manos de los trabajadores) para llevarla a cabo.

En cualquier caso, fuentes al tanto de la eventual compra de Talgo y con intereses en la misma aseguran que «la operación se ha convertido en un pasto de rumores, pero que ninguno se ha confirmado hasta la fecha. Incluso se ha llegado a decir que el Gobierno ha sondeado a la empresa Santa Bárbara -que se dedica entre otras cosas a la fabricación de tanques y de munición militar- para contrarrestar a los húngaros». «Todo parece un despropósito y una muestra más del reforzamiento de la intervención del Gobierno sobre el mundo de los negocios, al que se debería dejar funcionar en libertad según las leyes del mercado», apuntan los citados medios.

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