CAF queda casi descartada para una contraopa sobre Talgo por el precio y por su estructura de capital
La confirmación de la húngara Ganz-MaVag (Magyar Vagon) de que pretende lanzar una opa sobre Talgo ha desatado las especulaciones sobre posibles contraopas, con CAF como principal candidato. Sin embargo, fuentes conocedoras de la situación dan por prácticamente descartada esta posibilidad por dos razones: el precio y la estructura de capital de CAF.
En cuanto al precio, CAF (Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles) ha tenido la posibilidad de lanzar una opa desde 2021, cuando Talgo tenía un valor bursátil inferior a 400 millones. Pero no se ha decidido a hacerlo, y ahora la propuesta húngara fija un precio mínimo de 617 millones (5 euros por acción) que CAF tendría que mejorar sustancialmente para llevarse el gato al agua.
«Sería para echar a todo el consejo si han desaprovechado la oportunidad de comprar a 400, 500 ó 600 millones y ahora tienen que pagar casi 700 para hacerse con Talgo. Sería una gestión nefasta. Si de verdad te interesa la operación, no tiene sentido haber esperado tanto», explica una de las fuentes.
Respecto a la estructura de capital, los trabajadores poseen casi el 25% del capital mediante la sociedad Cartera Social. Se trata de un modelo muy habitual en el País Vasco, donde existen grandes cooperativas cuyos socios son los empleados. La cuestión es que CAF (que capitaliza en Bolsa 1.120 millones) necesitaría ampliar capital para poder absorber a Talgo y en esa ampliación tendrían que poner dinero los trabajadores en ese porcentaje del 25% citado. Algo que se antoja casi imposible a las fuentes consultadas.
El segundo accionista de CAF es Kutxabank (también su principal financiador), con el 14% del capital, y también aparecen en el accionariado Indumentaria Pueri (los dueños de Mayoral, también presentes en Unicaja) con un 5%, Daniel Bravo Andreu (ex accionista de Almirall) con un 5% y el Instituto Vasco de Finanzas con otro 3%.
Un tercer factor es la falta de interés de CAF. «CAF ha pasado de ser un fabricante de trenes a una empresa de «movilidad», lo que implica autobuses, tranvías, etc. Ahora mismo está muy centrada en esa diversificación, en especial en los autobuses eléctricos de su filial Solaris, y su prioridad no es crecer en la fabricación de trenes con Talgo», asegura otra fuente.
No descartada por completo
La conjunción de estos dos factores hace muy difícil que CAF se lance a una guerra de ofertas competidoras con Magyar Vagon, siempre según las fuentes. Una opa que está en el alero porque la húngara necesita la garantía de que los bancos acreedores no van a ejecutar su deuda. Tanto Talgo como sus accionistas están convencidos de que obtendrá esa garantía aunque puede llevar tiempo, como informó ayer OKDIARIO.
Ahora bien, las fuentes tampoco descartan completamente la contraopa de CAF, puesto que también hay factores que pueden impulsar un cambio de opinión de última hora. El primero es que es «ahora o nunca». Es decir, si Talgo cae finalmente en manos de la compañía húngara, se le habrá escapado definitivamente a CAF y la operación ya nunca podrá llevarse a cabo.
El segundo elemento es la presión política. La fusión de Talgo y CAF siempre ha sido un deseo del PNV, que ha presionado en varias ocasiones para que se lleve a cabo, como informó en su día este medio. Esas presiones no han tenido éxito hasta el momento. Se crearía un campeón español del transporte ferroviario (por lo que puede buscar el apoyo del Gobierno de Pedro Sánchez) con sede en el País Vasco, con las consiguientes inversiones y creación de empleo.
Además, está el componente ideológico: CAF es nacionalista vasca, debido precisamente a esa participación mayoritaria en el capital de los trabajadores, mientras que Talgo fue fundada por una familia españolista (Oriol), que sigue presente en el capital. Por tanto, su venta a CAF sería una victoria del nacionalismo que podría apuntarse el PNV en su batalla con Bildu por mantenerse en Ajuria Enea.
En tercer lugar, CAF tendría muchas más sinergias con Talgo que Magyar Vagon, con lo que la operación tendría grandes beneficios económicos para ella… y le permitiría pagar un precio más alto. Aunque eso choca con el problema que puede tener el consejo con los accionistas por no haberlo hecho antes que se ha descrito anteriormente.
Respecto al problema de la ampliación de capital necesaria, podría entrar en juego Kutxabank -controlada por el PNV- financiando la operación, lo que la facilitaría. No obstante, sigue siendo muy complicado que los trabajadores acepten poner ese dinero, aunque sea a crédito.
En todo caso, las fuentes insisten en que, aunque no se puede descartar al 100% una contraopa de CAF sobre Talgo, se antoja muy improbable.