Nivea, Biotherm, Clarins son algunas de las marcas que aparecen en el estudio

Cremas ¿anticelulíticas?: la OCU denuncia que no son eficaces y «no merecen la pena»

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Un estudio de la OCU desvela la realidad sobre las cremas anticelulíticas.

El boom de los productos cosméticos sigue presente en España tras registrar un aumento del 2% de las ventas en 2017. Cada día, hay nuevos productos de maquillaje, perfumes y cremas con cientos de propiedades. Pero, ojo, no siempre es oro todo lo que reluce y las cremas anticelulíticas son un ejemplo de ello: las marcas engordan sus propiedades para crear expectativas inalcanzables.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) pone en tela de juicio ocho cremas de marcas diferentes, entre ellas Nivea, Biotherm y Clarins, tras llevar a cabo un estudio probado en treinta mujeres diferentes durante 28 días. El resultado es prácticamente nulo porque “apenas tienen efecto”, afirman desde la organización.

Mientras que las compañías de cosmética maquillan su impacto y aseguran que se reducen desde 0,8 centímetros hasta 1,9 cm en algunos casos; la reducción media del contorno del muslo apenas llegó a los 3 milímetros «en el mejor de los casos» después de un mes de uso, explican desde la OCU. Esto quiere decir que casi ningún caso superó esta cifra y los expertos del laboratorio «consideraban que por debajo de un centímetro ya era un mal resultado».

Fuentes oficiales de la organización apuntan que no es denunciable ya que el marco normativo que envuelve al mundo de la cosmética permite las «exageraciones» sobre los efectos de las cremas anticelulíticas:  «con un ligerísima mejoría (3 milímetros de reducción en contorno de muslo en el mejor de los casos) es suficiente para que puedan anunciarse la crema con falsas promesas, según la laxa regulación de las alegaciones de cosméticos que tenemos en España. Por otra parte, la publicidad y alegaciones de estas cremas son muy potentes».

Siete veces más caras que la hidratante

El estudio de la OCU incluyó, además de la medición del perímetro del muslo, el examen por temografía de infrarrojos y una evaluación de un dermatólogo. «Valoró parámetros clínicos como el número y la profundidad de las depresiones, que los productos testados no mejoraron, o al aspecto de la piel con celulitis (piel de naranja, apariencia granulada, apariencia de acolchado…) sobre el cual la mejoría fue casi imperceptible a la vista y ni siquiera se apreció en todos los productos», apuntan.

Las conclusiones del dermatólogo y del laboratorio distan de las usuarias que utilizaron los productos. «Tras usarlas durante 28 días, dieron buenas calificaciones a todas las cremas sobre la textura, el perfume, facilidad de uso e incluso la percepción de su eficacia».

El choque entre opiniones «puede resultar contradictorio con los resultados objetivos, pero hay que tener en cuenta que en la valoración de las usuarias entra en juego un elemento subjetivo: las texturas y olores agradables unidas a la sensación de alisado y suavidad que sin duda proporcionan estas cremas hacen que resulten bien valoradas».

La conclusión: una crema anticelulítica cuesta de media 20€/100ml, seis o siete veces más que una hidratante básica. «Dados sus resultados objetivos, nuestra conclusión es clara: no merecen la pena».

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