Sector Automovilístico

La caída de la confianza de los consumidores asfixia a los concesionarios: prevén una recuperación gradual

El automóvil vincula su supervivencia a la extensión de los ERTE:
El automóvil vincula su supervivencia a la extensión de los ERTE: "Septiembre será clave"
Andrea Aguado
  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

Uno de los sectores más golpeados por la crisis del coronavirus es el automóvil. El cierre de los concesionarios y el parón de los grandes fabricantes ha provocado un batacazo histórico en la venta de coches en el mes de abril con una caída de más del 97%.

El desplome de la confianza de los compradores y las restricciones de movimiento desde que se declaró el estado de alarma están asfixiando a los concesionarios, mientras continúan con las persianas de sus negocios bajadas.

«La reactivación del mercado del automóvil va directamente unida a la movilidad y la confianza del consumidor en la economía», explican fuentes de la Asociación Nacional de Vendedores y Reparadores de Vehículos a Motor (Ganvam) y aseguran que «la desconfianza en la economía se traduce en un enfriamiento de las ventas».

La desconfianza se traduce en la caída de las ventas

Una situación de la que ya avisaron fuentes de Ganvam a OKDIARIO a mediados del mes de marzo: «La incertidumbre regulatoria y el enfriamiento de la economía, golpeada por los aspectos coyunturales como el coronavirus, hacen mella en las expectativas del consumidor, lastrando las ventas en el sector del automóvil».

Prevén una recuperación del sector escalonada. «La reapertura de los negocios no va a traer una reactivación automática del mercado, más bien será una recuperación pausada y muy gradual», aseguran fuentes de la organización.

Medidas de apoyo urgentes

Ante esta situación piden «medidas de apoyo urgentes» para dar confianza al consumidor en el marco de un plan de estímulo para reactivar la demanda para paliar el shock que ha supuesto la pandemia en el sector.

«Si no se garantiza de forma ágil la liquidez del sistema productivo la deuda pública puede subir hasta el 115% del  Producto Interior Bruto (PIB) por el efecto de los impagos», asegura el presidente de Ganvam, Raul Palacios.

«Por ello, hemos planteado medidas complementarias para garantizar el flujo de caja, como líneas de crédito blando específicas o el aplazamiento de la liquidación de impuestos», afirma. También explica que «aunque nuestra facturación parezca elevada en volumen los concesionarios trabajan con márgenes mínimos de menos del 1%».

9% de la población activa 

A corto plazo, lo prioritario es asegurar las aperturas y reactivar la demanda dentro del sector del automóvil, así como asegurar la liquidez del tejido empresarial  y ahondar en medidas específicas de flexibilidad laboral. A medio plazo, el sector propone abordar un cambio en la fiscalidad del automóvil y llevar a cabo medidas para el impulso de la inversión y la industria.

El sector representa el 10% del PIB y que ocupa a más del 9% de la población activa. La cadena de valor del automóvil se ha visto paralizado desde el inicio del estado de alarma, aunque en las últimas semanas los fabricantes de automóviles han reiniciado su actividad a medio gas. Mientras, la comercialización y los talleres más allá de los servicios de emergencia continúan con el cartel de ‘cerrado’.

Por su parte, el presidente de FACONAUTO, Gerardo Pérez, asegura que «la reconstrucción de la automoción es posible, porque ya se hizo en la crisis de 2008, cuando también fuimos protagonistas del impulso económico y social de España».

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