Consejeros del banco apuestan por seguir elevando el precio del dinero en mayo

El BCE cree que la inflación subyacente va a bajar pero no lo suficiente como para dejar de subir tipos

Petróleo, BCE, Tipos
Luis de Guindos y Christine Lagarde

El Banco Central Europeo está convencido de que la inflación subyacente, que despeja la volatilidad de los alimentos y de la energía, y que es la que más preocupa a la institución de Fráncfort va a bajar a corto plazo, pero no lo suficiente como para dejar de subir los tipos de interés. «Todavía va a estar muy lejos del 2%, y nuestro firme propósito es alcanzar nuestro objetivo lo más rápidamente posible», aseguran los medios consultados por OKDIARIO. El BCE se reúne el próximo miércoles 3 de mayo para decidir sobre la continuidad o no de la política monetaria, que lleva meses de endurecimiento continuado. También es consciente de que los frutos de esta política tardan un tiempo -más de un año- en producir sus efectos y en que ya se aprecia una contracción clara del crédito, que tiene resultados similares sobre la inflación.

Entre medias, también se han producido los episodios de crisis financieras, que comenzaron en Estados Unidos con el colapso del Silicon Valley Bank, que ha tenido su réplica estos días con la caída en picado de la cotización de First Republican Bank tras la huida masiva de depósitos, y que en Europa se han saldado, por motivos no estrictamente relacionados, con la venta de Credit Suisse a UBS por 3.000 millones tras la negativa de su principal accionista de Emiratos Árabes a seguir proporcionándole liquidez, así como por los problemas de confianza sobre la gestión de Deutsche Bank, que parecen de momento sofocados.

No obstante, los analistas descuentan por una amplia mayoría que el BCE va a tener que seguir subiendo tipos para contener la inflación, porque esta sigue muy fuerte en Europa y es necesario enfriar la economía. Ésta es la misma opinión que maneja el banco, que ve inevitable una intensa desaceleración económica a pesar de que los datos de crecimiento hasta la fecha no son malos. El PIB de la eurozona ha crecido un 0,1% en el primer trimestre de 2023 después del estancamiento registrado en los tres meses anteriores, según la lectura preliminar del dato publicado por EurostatAlemania, por su parte, logró esquivar la recesión en el primer trimestre del año y, pese a que su PIB entre enero y marzo se estancó (0%), evitó acumular dos trimestres consecutivos en negativo. En el último trimestre de 2022, la economía alemana había registrado una contracción del 0,5%.

Aunque la decisión que adopte el BCE el próximo jueves es una incógnita, y durante las pasadas semanas se ha venido especulando con que quizá la institución podría tomarse una tregua, tras las declaraciones de la presidenta Christine Lagarde, en tono críptico, en el sentido de ni se comprometía a seguir subiendo los tipos ni tampoco a dejar de hacer todos los esfuerzos posibles para luchar contra la inflación, el consejero del banco Philip Lane, uno de los más influyentes y situado en el bando de a los que se considera halcones -partidarios del rigor monetario a toda costa-, ha declarado en una entrevista en el diario Le Monde que «los tipos de interés seguirán subiendo: todavía no es el momento adecuado para detenerse».

En su última reunión de marzo, el banco decidió mantener su rumbo en la lucha contra la inflación y subir los tipos de interés medio punto, hasta el 3,5%, a pesar de las turbulencias desatadas en esos momentos en el sector bancario. La institución con sede en Fráncfort ha dado prioridad a su estrategia para reprimir el crecimiento acelerado de los precios, que de momento no da síntomas de ceder.

En la nota oficial del BCE, asegura que no ha tomado ninguna medida excepcional de liquidez en relación con la bancaque tiene suficientes herramientas para proveerla si fuera necesario, y añade que el sector financiero en la zona euro es resistente con fuertes posiciones de capital y liquidez. En la rueda de prensa posterior, Christine Lagarde ha añadido que el BCE ha dado muestras de capacidad para poner en marcha medidas excepcionales de liquidez, con las que cuenta en su «caja de herramientas», en un plazo muy corto si fuera necesario. Y ha añadido que, si con eso no fuera suficiente, también ha demostrado que puede ser muy creativo.

La tasa de inflación interanual de la eurozona se situó en marzo en el 6,9%, frente a la subida de precios del 8,5% del mes anterior, gracias a la caída de los precios de la energía, según ha confirmado la oficina comunitaria de estadística Eurostat, mientras que la tasa subyacente, que excluye el efecto de energía y alimentos, escaló a un nuevo récord del 5,7%. Ésta es la principal preocupación del BCE y lo que guía su política. También la que aventura que los tipos de interés pueden volver a subir en mayo hasta escalar la cota del 4%.

 

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