Los banqueros de inversión a examen: ¿se acabaron los sueldos millonarios?
Aunque desde la explosión de la crisis financiera en USA con la caída de gigantes como Bear Stearns o Lehman Brothers, allá por el 2007, parecía que nada iba a cambiar en el mundo de la banca de inversión, el momento ha llegado. Ya llevamos tiempo informando en OKDIARIO de que en este sector se han instalado los EREs, las rebajas de sueldos y el apretarse el cinturón aunque de manera muy particular.
Por primera vez, pues si nos fijamos en 2015 todavía el 93% de los accionistas de las empresas cotizadas en el S&P 500 apoyaban las millonarias remuneraciones de los ejecutivos de sus empresas, este mes de mayo se puede convertir en el punto de inflexión que cambie esta dinámica.
Muchos analistas vienen advirtiendo de que los compromisos de los altos ejecutivos con sus empresas tienen que ser por periodos largos de tiempo (al menos 5 años), que planteen objetivos que se puedan tasar más allá de la cotización de la acción y que sus decisiones sirvan de verdad para crear valor a la empresa al margen del siempre volátil mundo financiero.
Este mes hemos podido testar qué es lo que de verdad piensan los accionistas, es decir los verdaderos dueños de las empresas, sobre lo que ganan los directivos de tres bancos de inversión: Goldman Sachs, Deutsche Bank o Citigroup. Y lo más curioso es que los pequeños han coincidido con los inversores institucionales en que ganan demasiado y encima no ofrecen resultados satisfactorios.
¿Cómo no va a influir en las decisiones que adopten unos señores ganar 20 millones de dólares por un año de trabajo?, se preguntan muchos. Si lo consigues, tu vida ya está resuelta y si la entidad se hunde eso es asunto de otro pues los primeros que cobran son ellos, afirman otros con tanta maldad como razón.
Lloyd Blankfein, CEO de Goldman ha sido el primero en pasar por el patíbulo. Primero la criatura ha tenido que bajarse sus emolumentos de 24 a 22,6 millones de dólares. Se trata del primer movimiento que se hace en este sentido en los últimos 4 años.
Esta decisión de recortar su sueldo se ha tomado con el 34% de los accionistas a favor de un señor que es también el presidente de la compañía. El arranque del año 2016 no ha podido ser peor y este banco americano arrastra una caída de ingresos del 40% debido a las pocas operaciones que se realizan en su sector.
El mismo día, Deutsche Bank celebraba Junta y se bloqueaba el pago de un tercer bonus (ya había dos antes, el que da el banco por objetivos y el que consigue cada empleado por los encargos recibidos) a cuenta del buen resultado de algunas divisiones. En concreto, en banca de inversión, su jefe de departamento, Jeffrey Urwin debería hacerse con 13,2 millones de euros a pesar de que el Deutsche perdió en el mismo periodo de tiempo 6.800 millones de euros. ¿Por qué le tienen que pagar entonces? Básicamente, porque según le cuentan a este periódico si no lo haces, el bueno de Urwin se irá a trabajar a la competencia llevándose probablemente, parte de la cartera de los clientes.
El año pasado el que más ganó haciendo estas funciones se situó en los 12 millones de euros lo que indica que efectivamente, todos los años los sueldos en este área mejoran. El 52% de los accionistas han votado en contra pero este voto no es vinculante aunque han coincidido tanto pequeños accionistas como inversores institucionales.
Habrá que esperar a la decisión que adopte el Consejo que son en muchos casos, los que ponen estos sueldos y ellos también se benefician de estas altas remuneraciones pues si un broker gana eso, ellos parten de un límite alto para establecer su sueldo. Además, de que estos ejecutivos suelen ser también miembros del board.
Por último, en abril Citigroup, tuvo que escuchar como un tercio de los accionistas no tragó con los bonus millonarios de sus ejecutivos cuando en 2015 el 84% de los mismos estuvo a favor de esta cuestión. Su CEO, Michael Corbat, debe embolsarse, según se pactó, 16,5 millones de dólares. Habrá que ver finalmente que ocurre cuando grandes inversores de esta entidad han elevado sus quejas también y exigen que se vincule más estrechamente lo que ganan sus directivos a las tareas que realizan en el banco.
La veda se ha levantado y es algo muy positivo según afirman los defensores de los Códigos de Buen Gobierno en todas aquellas cotizadas. Que se sepa lo que ganan los directivos uno a uno desglosado, por qué motivos, y cuales serán sus penalizaciones si no cumplen con aquello que se les encomendó, es una petición común. De ahí a limitar los sueldos hay un paso de gigante, pues es casi imposible decirle a una empresa privada cómo debe remunerar a aquellos que son los que consiguen que el negocio funcione.