El automóvil vincula su supervivencia a la extensión de los ERTE: «Septiembre será clave»
Buenas noticias para el sector del automóvil. Las matriculaciones de turismos y todoterrenos se situaron en 117.929 unidades durante el pasado mes de julio en España, un 1,1% más en comparación con los 116.673 automóviles que se entregaron en el mismo mes del año anterior. Se trata del primer aumento desde que la crisis del coronavirus comenzó a dar sus primeros coletazos hasta provocar la parálisis de la industria automovilística.
Unas cifras que desde Ganvam reciben con pies de plomo: «Julio ha sido el primer mes positivo desde que comenzó la pandemia, pero hay tener mucha cautela ya que septiembre será clave para la supervivencia del sector». Un mes que vincula con el fin de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).
«Si la gente no tiene trabajo no se lanza a hacer una inversión como comprar un coche», señalan fuentes de la asociación de vendedores y explica que «el sector del automóvil está directamente vinculado con el crecimiento de la economía y los últimos datos nos avisan de que será en el noveno mes del año cuando se verá el impacto real de la crisis». Ante esta situación, Ganvam pide al Gobierno de Pedro Sánchez la extensión de los ERTE hasta el mes de diciembre.
Una recuperación en «V»
Por su parte, recuerdan que «en el mes de marzo los concesionarios cerraron por la proclamación del estado de alarma» y explican que «hasta mediados de mayo no pudimos levantar la persiana con un tráfico de clientes muy lento que sólo representaba algunos pedidos pendientes del periodo del confinamiento».
«Los concesionarios están viviendo una recuperación en forma de V debido al impacto positivo que han tenido las ayudas que ha lanzado el Gobierno con el fin reactivar la demanda». Un escenario al que se suma al «esfuerzo promocional de las redes de distribución para dar salida a más vehículos».
En concreto, destacan que «la puesta en marcha del Plan Renove ha reactivado la actividad comercial de los concesionarios y ha movilizado una bolsa de compradores que tenían pensado renovar su vehículo y que seguramente quedaron en suspenso por el estado de alarma».
Este es el caso de Renault, que en plena pandemia ha conseguido disparar sus ventas un 30% durante el pasado mes de julio, en comparación con los 6.706 vehículos que se entregaron en el mismo mes del año anterior. Lejos de las cifras que presenta el fabricante automovilístico Seat que pierde más de 3.000 matriculaciones en el sexto mes del año.
Los particulares salvan el mes
Mientras, destacan que «las compras de los particulares han salvado el mes de julio» y explican que se trata de una buena noticia ya que «son las operaciones que más rentabilidad dejan en los concesionarios y un indicador de salud en el mercado automovilístico».
En concreto, las ventas a particulares experimentaron en julio un aumento del 6,9%, hasta 61.931 unidades, y un descenso del 36,4% desde enero, con 224.585 vehículos. Por su parte, el mes pasado se vendieron 40.364 unidades en el canal de empresas, un 0,2% menos, y 160.446 unidades desde inicios de año, un 37,5% menos.
Nuevo perfil de cliente
«El confinamiento ha hecho que la calidad del tráfico en la red de concesionarios españoles se dispare, hasta conseguir un ratio de contacto a venta real muy alto», explican y señalan que «este nuevo comportamiento se debe a que solo acuden a comprar un vehículo las personas que está realmente interesadas en hacer esta inversión».
No obstante señalan que «no podemos olvidar que la incertidumbre regulatoria y el enfriamiento de la economía, golpeada por los aspectos coyunturales como el coronavirus, hacen mella en las expectativas del consumidor, lastrando las confianza en el sector». Un escenario que ha cambiado el perfil del consumidor a la hora de comprar un coche.