El agujero de la Seguridad Social supera los 5.300 millones en lo que va de año
El aumento de 531.000 cotizantes a la Seguridad Social registrado en los últimos doce meses no es suficiente para cerrar la brecha que existe entre los ingresos por cotizaciones sociales y los gastos en pensiones. El déficit se sitúa en los 5.352 millones de euros al cierre de agosto, lo que supone el 0,5% del Producto Interior Bruto (PIB) y aleja las posibilidades de cumplir con el objetivo del 0,6% al cierre de 2015 que ha prometido el Gobierno.
Según los datos publicados por el Ministerio de Empleo, los ingresos no financieros de la Seguridad Social fueron de 84.799 millones de euros en los ocho primeros meses del año, frente a unos gastos de 90.151 millones. De continuar esta tendencia el Gobierno deberá, una vez más, acudir al Fondo de Reserva de la Seguridad Social (la denominada “hucha de las pensiones) para que ningún beneficiario se quede sin su prestación.
Las causas de que la Seguridad Social esté en números rojos son múltiples. En primer lugar la pirámide demográfica española se está convirtiendo en un pilar debido al envejecimiento de la población, lo cual hace que el sistema de reparto sea cada vez menos sostenible. El modelo actual está basado en que los cotizantes actuales paguen las pensiones de los jubilados presentes.
Además, los nuevos empleos están creándose con menos salarios, con contratos de menos duración y, en algunas ocasiones, con bonificaciones en las cotizaciones, lo que está perjudicando a las maltrechas arcas de la Seguridad Social.
El Gobierno es consciente del problema y estudia sacar de la caja única de la Seguridad Social a las pensiones no contributivas de viudedad y orfandad, que suponen al año unos 24.000 millones de euros. El coste será asumido en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) como un gasto más, es decir, financiado a cargo de impuestos presentes y futuros (mediante emisiones de deuda pública).
Mientras tanto, el Gobierno recurre al citado Fondo de Reserva. La última vez fue el pasado julio, cuando la Seguridad Social sacó 3.750 millones de esta “hucha” para pagar la extra de verano. En la actualidad quedan casi 40.000 millones en este fondo, poco menos de la mitad de la cantidad que había hace tres años y medio. El dinero está invertido en deuda pública española, lo que permite al fondo tener una rentabilidad mientras no se usa.