Morata sobrevive al VAR y le da oro al Atlético

El VAR le echó una mano al Atlético y corrigió a Melero López, que había anulado un gol a Morata en el minuto 93 por un fuera de juego inexistente, tal y como demostraron las imágenes. El remate a bocajarro del delantero tras un saque de esquina le da al equipo tres puntos de oro que le alejan de la Real Sociedad y del Betis, que no pudieron ganar sus partidos esta jornada. Siguen en racha los rojiblancos, que esta vez no necesitaron ni siquiera acudir a la magia de Griezmann, que tuvo una noche bastante discreta.

Confiado en poder imponer su jerarquía desde el arranque, el Atlético trató de resolver el partido por la vía rápida, pero se encontró con un enemigo fresco, hambriento y carente de complejos. El Girona ha formado un grupo muy interesante que va a dar mucho que hablar si consigue ser consistente en el tiempo. Arnau por la derecha, Aleix en el medio campo, Riquelme en la media punta y el ucraniano Tsygankov pegado a la banda derecha son argumentos suficiente como para plantarle cara a cualquiera y eso fue lo que hizo el equipo de Míchel durante un primer cuarto de hora que ilusionó a Montilivi.

En otro momento de la temporada al Atlético le hubiera costado aguantar de pie el chaparrón, pero ahora está cargado de testosterona y se cree capaz de cualquier cosa. Poco a poco no sólo fue recuperando el balón, sino que cada vez se acercó más a Gazzaniga, que a los 21 minutos tuvo que intervenir por primera vez para retener un disparo de Griezmann en el área.

El remate del Principito, al que el pase de Depay le cayó en su pierna derecha, fue el preludio de un monólogo total rojiblanco que duró durante todo lo que quedaba de primera parte, y que produjo fútbol y ocasiones con el caudal suficiente como para haber merecido el premio del gol, aunque una vez más eso sigue siendo un lujo fuera del alcance de este atlético.

Fue en este tramo donde apareció por primera vez Depay, y lo hizo con frecuencia. Suyo fue el mejor disparo del acto inicial tras una maniobra magistral que le permitió alejarse de los centrales del Girona. Sin embargo su volea no cogió portería. Ni esa ni la siguiente, en la que tras hacerse sitio en el área soltó un latigazo que pasó como un obús cerca del larguero.

Con Griezmann menos activo que de costumbre, fue Carrasco el que dio también un paso al frente. El belga está on fire en los últimos partidos y su insistencia por encarar le proporcionó a Arnau motivos para pedir un analgésico en el descanso. Yannick entró una y otra vez por la izquierda, pero para su desgracia y la de un Simeone desesperado nada acabó con el premio máximo y el partido se fue al descanso con un 0-0 que sabía a poco. A muy poco.

El Atlético regresó del vestuario dispuesto a hacer efectiva su superioridad y muy pronto Llorente volvió a exigir a Gazzaniga, que respondió con la misma solvencia con la que lo hizo Oblak poco después ante Tsygankov en la mejor llegada doméstica de la noche, aunque lo que se produjo entre ocasión y ocasión fue un chivatazo del VAR a Melero para que se fuera al monitor a ver una posible mano de Oriol Romeu. El árbitro miró la jugada y en efecto el balón golpea el brazo del jugador del Girona, pero se negó a convertirse en el primero en pitar un penalti favorable a los rojiblancos esta temporada y lo que hizo fue anular la jugada por una falta previa.

Preocupado porque el gol seguía sin llegar, Simeone se decidió a agitar el banquillo a lo grande. De Paul, Correa y Morata entraron en el campo y se marcharon Llorente, Depay y Lemar para buscar la frescura necesaria para romper la defensa de un Girona que poco a poco estaba empezando a pensar que también tenía algo que decir en ataque. Un saque de falta de Aleix permitió a Arnau prolongar el balón al área, donde Oblak se anticipó a Santi Bueno. Poco después la espalda de Savic fue providencial ante un disparo de Riquelme que llevaba el camino del gol, aunque quien de verdad hizo temblar al estadio fue el central David López, que viendo adelantado a Oblak dibujó una vaselina espectacular que obligó al meta esloveno a emplearse a fondo. El partido llegó a sus últimos 20 minutos completamente abierto.

Saúl y Witsel completaron los cambios rojiblancos y el canterano estuvo cerca del gol con un cabezazo que se le fue alto. En la recta final el Atlético volvió a recuperar el mando y acabó obteniendo la recompensa que se le había negado en la primera parte. A los 93 minutos, tras un saque de esquina, Morata empujó el balón a bocajarro al fondo de la portería. Melero anuló el gol pero el VAR le obligó a dar marcha atrás y a autorizar el 0-1 que refuerza a los de Simeone en la tercera plaza.