Los ultras del Betis y del Chelsea han protagonizado unos actos vandálicos el día antes de la final de la Conference League que medirá a ambos en Breslavia (Polonia). Varios aficionados de ambos equipos se han lanzado sillas y demás objetos en la terraza de un bar de una plaza de la ciudad polaca. La Policía ha tenido que intervenir para dispersar a estos aficionados, que han dejado unas imágenes vergonzosas en las horas previas al partido en el que los sevillanos buscarán el primer título europeo de su historia.
El Betis juega este miércoles para el beticismo, pero también para toda España. Son de esas noches en las que un país se une con un equipo (quitemos de ahí, evidentemente, a los aficionados del Sevilla) que es, además, el único representante español en una final europea esta temporada. El Betis está en territorio desconocido, pero también en su día más ilusionante.
Llega el Betis a un momento único, a esos de los que generaciones y generaciones de béticos jamás vivieron. Los que hoy lo viven son afortunados porque su equipo juega una final europea. Y llega enchufado, con aires de título, con un equipazo que ha construido el que ya es mejor entrenador de su historia, Manuel Pellegrini.
El técnico chileno ha logrado un hito sin precedentes al que ha ayudado tener jugadores de un nivel mundial. Ahí está Isco, capitán y faro futbolístico del Betis. También Antony, que en Sevilla ha mostrado la mejor de sus caras hasta el punto de convertirse en uno de los mejores jugadores de la temporada en Europa. Johnny Cardoso y Fornals, incombustibles en el centro del campo. O Bartra en el centro de la defensa, mariscal durante todo el año.