La ‘Transición de Oro’ del deporte español
Fernando Alonso o Rafa Nadal o las motos coleccionaban éxitos cada semana; Pau Gasol, Alberto Contador o Alejandro Valverde siempre encontraban la forma de llamar la atención. Fue a mediados de la pasada década cuando arrancó con fuerza la llamada ‘Edad de Oro del deporte español’, en la que de forma regular deportistas nacionales brillaban y cosechaban éxitos en los deportes más mediáticos, incluyendo a la selección de fútbol, ‘invencible’ durante las dos Eurocopas y el Mundial que ganó ‘la Roja’.
Fue quizá con un Mundial, el de baloncesto en 2006, cuando podríamos señalar de forma simbólica y aproximada el nacimiento de esta ‘Edad de Oro’, y con otro, esta vez el de fútbol en 2014, cuando la eliminación del combinado nacional en la primera ronda ‘brilla’ entre las trayectorias descendentes de estas figuras.
Aún en activo casi todas estas figuras aunque superando la treintena, cada uno vive una suerte de decadencia con particularidades. A Rafa Nadal, 14 Grand Slams a sus espaldas y récordman en Roland Garros, le traicionan achaques físicos fatales en un deportista que siempre dominó por su excepcional potencia. Fernando Alonso, doble campeón del mundo de Formula 1 en 2005 y 2006, ha estado desde entonces siempre lejos de la escudería ganadora, llegando a protagonizar en esta temporada el peor arranque en la historia de McLaren.
Estrellas del verano
El fútbol volvió a los infiernos durante el pasado Mundial de Brasil 2014, simbolizando el final de una era personificable quizá en Xavi Hernández, que ha puesto rumbo a Qatar este verano. En baloncesto, las estrellas de aquella mágica ‘generación del 80’ cumplen ya los 35 años, incluyendo a un Pau Gasol que compite estos días en un Eurobasket liderando a un equipo que quiere quitarse el horrible sabor de boca que dejó la eliminación en cuartos del final en la pasada Copa del Mundo celebrada en España en 2014. Alberto Contador, el ciclista español con mayor número de grandes vueltas ganadas en la historia, ha anunciado su retirada al final del próximo año: en su caso, aún ha sido capaz de imponerse en el último Giro de Italia antes de ‘conformarse’ con la quinta posición en el Tour.
En el motociclismo aún no se llega a notar en la máxima élite el peso de los nuevos tiempos: después de dos años con Marc Márquez ganando el mundial de Moto GP, él y Jorge Lorenzo siguen siendo las grandes estrellas junto al eterno Valentino Rossi. Pero, por detrás, el descenso llega así: de los últimos nueve campeones del mundo, ocho eran españoles, incluyendo dos tripletes en los últimos dos años. Ahora mismo, ningún líder en ninguna de las tres categorías es español, y tanto en Moto2 como en Moto3 las probabilidades de título son cercanas al nulo.
Nuevos ídolos
Siguen existiendo, y surgiendo, sin embargo, nuevas estrellas en el panorama deportivo español. Curiosamente, los últimos nombres que han saltado al imaginario colectivo llegan en buena medida desde disciplinas deportivas bastante más alejadas del ‘mainstream’. Recientemente Carolina Marín se ha convertido en una de las mayores estrellas del deporte español al haberse convertido, por segundo año consecutivo, en campeona del mundo de Bádminton, un deporte en el que es difícil no ya ‘campeonar’ sino para una europea llegar a rondar la élite.
A un año de los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro el deporte español sí puede presumir de contar con grandes favoritos en algunas especialidades. A día de hoy podríamos mirar con cierta seguridad al triatlón, donde Javier Gómez Noya lleva dos años siendo el líder mundial, y el jovencísimo Mario Mola sueña también con una presea.
Podríamos mirar también a algunos clásicos caladeros del medallero español: al mar, donde Marina Alabau, quien ya fuera oro en Londres 2012 sigue siendo una de las grandes estrellas mundiales de la vela. Con los pies en el suelo, a la marcha, donde Miguel Ángel López acaba de proclamarse campeón del mundo en los 20 kilómetros, o al taekwondo, donde Eva Calvo protagoniza otro irresistible ascenso a la élite. Otra de las grandes estrellas, Mireia Belmonte, se ha reservado este verano para no cargar sus castigados hombros de cara a brillar en los próximos Juegos.
Selecciones al alza por otras que caen
El baloncesto masculino trata de alargar el final de una generación histórica, incierto como se presenta el panorama más allá de los próximos Juegos de Rio. Por contra, el combinado femenino quiere aprovechar la cita brasileña para confirmarse como una de las grandes realidades: después de perderse Londres 2012, España se reparte los éxitos con Francia en una disciplina que ya no mira tanto hacia el este de Europa como antaño,
La natación sincronizada atraviesa un periodo de cambios. Desde la polémica marcha de Anna Tarres al combinado nacional se le empiezan a resistir las medallas más allá de la gran figura española en la actualidad: Ona Carbonell sí ha sabido mantenerse en lo alto a nivel individual, habiendo logrado dos medallas en el último Mundial este mismo verano.
Por último, a quien sí echará de menos el deporte español es al mayor medallista olímpico en la historia de nuestro deporte. David Cal ‘colgó’ el remo este año después de haber conseguido él solo cinco medallas entre Atenas, Pekín y Londres.
Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español, ha advertido del riesgo para el futuro: “Al deporte se le ha recortado mucho dinero p´blico, es una locura que así se pueda seguir manteniendo los niveles de éxito. Tokio 2020 no tiene buena pinta”. Por su parte, el secretario de Estado para el Deporte Miguel Cardenal sí defiende, en declaraciones a EFE este mismo fin de semana, la “solvencia: El balance general está siendo positivo. Los resultados en el último mundial de atletismo de Pekín han sido mejores que en el mundial anterior a los Juegos de Londres, además de haberse logrado clasificaciones para Río en deportes como piragüismo o remo”.