Sabalenka despierta a Bucsa del sueño en el US Open
La española cayó eliminada ante la número uno del mundo y vigente campeona del torneo
Se marcha con la cabeza alta tras haber alcanzado su mejor resultado en un Grand Slam

Cuando Bucsa se acercó a su banquillo, entendió que la empresa para derrotar a Sabalenka resulta complicada. «Las bolas que vayan más altas». «Abre la pista y no saques tan plano». «Resta más atrás». «Pon otra carita», le dijo su padre y también entrenador. Demasiada información. Muchas cosas para hacer en muy poco tiempo y ante una jugadora que es un cañón incesante con la derecha.
La española fue de menos a más, pero claudicó (6-1, 6-4) ante el repertorio ofensivo de Sabalenka. No se había alcanzado la media hora de partido y la vigente campeona ya enfilaba dirección a su banquillo con el primer set bajo el abrazo después de arrasar. Un torbellino había tomado el Louis Armstrong Stadium. La bielorrusa torpedeó el saque de Bucsa abrazado a un resto ofensivo.
Sí, un resto y sí, ofensivo. El 38% de los que conectó en el primer set le valieron para conseguir el punto. En otras palabras, seis de 16. Ganó todos los puntos que jugó con segundo resto y convirtió dos bolas de break cuando más parecía que Bucsa podía engancharse al partido. Se lo negó una Sabalenka que ha encontrado la regularidad en el actual US Open. Tanto en el mencionado resto como al saque.
Ni una solo bola de rotura le permitió a Bucsa, que no perdió la cara al partido ni se dejó ir pese a la inercia. Resulta difícil seguir con tensión cuando uno se ve superado. Lo esquivó la española que fue liberándose a medida que se sucedían los juegos. Llegó incluso a ganar un servicio en blanco, pero se quebró llegado el ecuador de la segunda manga.
Se marchó ovacionada y con la honrosa sensación de quien ha alcanzado su mejor resultado de siempre en un Grand Slam. Ha destapado el tarro de la confianza para Bucsa, una tenista comodín que ahora centrará sus esfuerzos ahora en el dobles junto a Nicole Melichar-Martinez, con quien se impuso en el WTA 500 de Monterrey hace poco más de una semana. «Este torneo me ha abierto los ojos», asegura. Todavía tiene temporada para demostrarlo.