Ricky Rubio ya piensa en su regreso: «Espero que esto no haya supuesto un final definitivo»

Ricky Rubio repasó los momentos tan duros que ha vivido estos meses y reconoce que le gustaría volver a jugar al baloncesto

Ricky Rubio
Ricky Rubio durante un partido con los Cavaliers. (Getty)
Miguel Zorío

Ricky Rubio ha hablado sobre su decisión de abandonar la concentración de la selección española para recuperarse de los problemas de salud mental, mismo motivo por el que terminó abandonando también la disciplina de los Cleveland Cavaliers y la NBA tras 12 años. El base de El Masnou reconoció que le gustaría volver a jugar al baloncesto y confía en que «esto no haya supuesto un final definitivo» al deporte que tanto ama y que tantas alegrías le ha dado.

«Espero que esto no haya supuesto un final definitivo. Quiero ver si me encuentro mejor, sé que será todo diferente. Primero, voy a pensar en mí. Todavía estoy en un proceso de recuperación, ha pasado por un shock muy grande. Pero sé que el baloncesto es una parte muy grande de lo que soy», señaló un Ricky que deja claro que el baloncesto no va a quedar de lado y esto es sólo un alto en el camino para regresar con fuerza. De momento, el jugador ha solicitado al Barcelona permiso para poder entrenarse con ellos y completar su recuperación.

El ex de los Cavs confesó lo difícil que están siendo estos meses: «Tengo escalofríos pensando en los días en los que todo era oscuro. Había algo que me nublaba la mente, que no podía superar. Ahora estoy mucho mejor con la ayuda que necesitaba recibir, y me estoy reconstruyendo de dentro hacia fuera, y no de fuera hacia dentro». «Siempre he sido el que intentaba ser positivo, pero a veces simplemente me estaba mintiendo a mí mismo. Me decía que no me podía sentir de una determinada manera porque eso me frenaría. Pero si te mientes a ti mismo, eso se acaba volviendo contra ti, y eso es lo que me ha pasado. Hay que ser sincero con uno mismo», agregó.

El de El Masnou reveló que aquella noche del 30 de julio, unos días antes de  anunciar que dejaba la selección, fue «una de las noches más duras de mi vida. Mi mente se fue a un lugar muy oscuro. La última lesión con los Cavs fue muy dura pero no fue el gran factor que me llevó a eso. Fueron cosas pequeñas que habían estado ahí durante años y que finalmente se volvieron contra mí». «A veces me gustaría haber tenido una carrera todavía mejor. Me gustaría haber ganado un título. Pero al final me doy cuenta de que lo disfruté. Hubo malos momentos, por supuesto, no ha sido una historia perfecta. Pero aprendí mucho, hice muchos amigos y crecí durante todo el proceso. Disfruté del baloncesto», explicó Ricky Rubio en una entrevista en The Athletic.

El calvario de las lesiones

Respecto a sus dos lesiones de rodilla, Ricky comentó: «Llegué a un punto en el que me sentía invencible. Entonces llegó la lesión y me dije que no me podía afectar. No sé si era inocencia, pero creía que no podía irme mal. Siempre pienso en esa lesión y en cómo podrían haber ido las cosas sin ella. Todo pasa por una razón, pero lo sigo pensando. Me lo estaba pasando tan bien esa temporada, que no me lo podía creer».

Rubio aterrizó en la NBA de la mano de los Wolves en 2011 como una de las jóvenes promesas más aclamadas de la liga, tanto que el jugador reconoce que «me sentí como una estrella del rock. No quería estar en el primer plano, pero tampoco me podía quejar, era genial. Mi forma de jugar era puro Ricky. No pretendía faltar al respeto a otros equipos, era mi manera de divertirme. Siempre intento ser respetuoso con todo el mundo. Pero, al mismo tiempo, me gusta divertirme en la pista».

Cuando parecía que Ricky Rubio volvía a recuperar su mejor versión en los Cavaliers, el base sufrió una nueva lesión de rodilla: «Llegó un punto en el que era una situación perfecta. Estaba en un equipo que necesitaba que rindiera a mi mejor nivel y yo me sentía mejor que nunca, en mi prime físico y mental. Todavía creo que no he superado aquello, la verdad. Perdí la confianza. Las cosas iban bien, todo había encajado después de haber pasado por tantas cosas… ¿y me tocaba eso?».

Ricky Rubio, un niño prodigio

El base catalán tuvo un ascenso meteórico a profesional, llegando a debutar con el primer equipo del Joventut con tan solo 14 años. «Fue todo tan rápido que no pude ni plantearme si quería ser profesional. Fue como ya está, soy profesional. Pero con la selección no tenía miedo, no sabía que había cosas que se podían torcer. Solo pensaba en las cosas buenas. Me lo estaba pasando tan bien que podría haber jugado con una sola pierna».

«Aquellos recibimientos en Badalona es algo que fue quedando en el olvido porque quería dejar atrás ese sentimiento. Porque si me hubiera dejado llevar por él, me habría destruido. Tenía 18 años, fue algo muy duro para mí. Y ahí me di cuenta de que todo esto es un negocio», dijo sobre su marcha del Joventut al Barcelona siendo tan joven.

«Tenía que esconder mis sentimientos, quizá porque soy una persona súper sentimental. Tenía que hacerlo así para que no afectara a mi nivel de juego», explicó. «Es duro porque muchas veces sólo tienes estas oportunidades una vez, no se repiten. Si no te subes a los trenes, no sabrás lo que podría haber pasado. Pero ahora creo que ojalá hubiera disfrutado más en esas primeras etapas de mi vida», añadió.

«Estaba perdido»

Ricky recuerda también uno de los momentos más duros de su vida, la muerte de su madre por una enfermedad: «Estaba perdido, no sabía quién era, tenía que reconstruirme. Creo que a mucha gente le pasa, un momento en el que se pierde y necesita reencontrarse con los motivos para vivir. Por suerte, yo lo controlé a tiempo. Ahora sé que no estoy solo. Sé que cuando explicas las cosas, la gente te entiende. Somos seres humanos, pasamos por cosas similares en contextos distintos. Hay que apoyarse unos a otros, recurrir a los demás, buscar a las personas a las que amas. Pero no voy a mentir, es un proceso duro».

Por último habló de las reacciones de sus compañeros a su marcha de la NBA. «Ese es mi anillo de campeón. Prefiero ser una buena persona que un gran jugador. Al final, la gente te va a recordar por cómo eras y cómo les hacías sentir, no por si jugabas al baloncesto bien o mal». «Nadie me obligó a jugar, simplemente me enamoré de ese juego por sus complejidades y todos los detalles que acaban siendo importantes. Decidí que estaba dentro de mí, sabía que lo echaría mucho de menos si no jugaba», concluyó Ricky Rubio sobre cómo fueron sus inicios.

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