Pablo Carreño: «Yo era partidario de que el Open de Australia no se disputara»
Pablo Carreño atendió a OKDIARIO desde su hotel en Melbourne, en el que guarda cuarentena obligatoria antes de la disputa de la ATP Cup y el Open de Australia. El tenista español, embajador de Peugeot, espera obtener grandes resultados que le permitan aspirar al Top 10
Fue uno de los mejores tenistas de 2020 y quiere volver a repetir sus grandes resultados en un año que se presenta entre la incertidumbre provocada por la pandemia y la satisfacción de una potencial vuelta a la normalidad. Pablo Carreño (Gijón, 1991) atendió a OKDIARIO desde el hotel de Melbourne en el que guarda cuarentena y espera, cada día, a que la organización del Open de Australia le permita salir a entrenar. Después de una dura jornada de preparación junto a Feliciano López, Carreño, embajador del nuevo Peugeot 508, se sincera sobre la polémica de las cuarentenas y asegura que lo dará todo en un Grand Slam que, en su opinión, quizá no debió celebrarse.
Pregunta: ¿Se le está haciendo muy larga la cuarentena?
Respuesta: Yo estoy bien. Puedo salir las cinco horas para entrenar, la habitación está bien, podría ser peor.
P: ¿Cómo es la habitación en la que se encuentra?
R: Es una habitación con la cama, el sofá y una mesa para comer. Después tiene una ventana, que es un cristal que no se puede abrir. Comunica con una puerta con la habitación de al lado que es la de mi entrenador. La puerta la han abierto y así puedo estar con mi entrenador.
P: Ha habido problemas con los horarios de entrenamientos…
R: Cada día varían los horarios. Nos lo dicen el día anterior por la tarde. Va desde las 7:00 hasta las 16:30 que es el último turno. Desde que sales del hotel son cinco horas. 15 minutos hasta llegar al club, después una hora y media de físico, y dos horas de tenis. Una hora para comer y poco más.
P: Finalizará pronto la cuarentena. ¿Cuál es su hoja de ruta a partir de su ‘libertad’?
R: En principio cuando acabemos la cuarentena, que yo la terminaré el sábado. Yo llegué un sábado a las 3am así que a esa hora podremos salir. Están organizando las salidas, porque hubo gente que llegó el jueves y gente que llegó el sábado y no quieren mezclar las salidas de unos y otros, así que aún no sabemos exactamente cómo va a ser. Creo que vamos a tener que dejar la habitación para que las limpien todas, sacarlo todo y después volver a entrar los que estemos en este mismo hotel. Esperemos que a partir de ahí podamos hacer ya una vida más o menos normal.
P: Ha habido cambios en los entrenamientos.
R: Yo entreno siempre con el mismo jugador, Feliciano López. La primera semana iba a ser con un jugador y la segunda con dos más, un total de cuatro, para poder turnarnos, pero por medidas de seguridad y riesgos de contagio nos han comunicado que entrenaremos con Feli los 14 días.
P: Australia ha puesto unas medidas estrictas pero, ¿qué sucederá después?
R: Es complicado, porque van cambiando casi cada día el tema de cuarentenas y entradas en países. Yo el próximo torneo que tengo después del Open de Australia, es en Francia, en Montpellier y nos han avisado hace dos días que el gobierno francés va a poner una cuarentena obligatoria de siete días de países que llegan de fuera de la Unión Europea. Cada país tiene sus restricciones y va a ser complicado, la verdad. No hay un futuro cierto.
P: La presencia de público en las gradas es una de las cosas más añoradas por los deportistas.
R: Eso aún está más lejos. No tenemos claro si vamos a poder jugar estos torneos o si vamos a poder jugarlos, así que el público… Aquí en Australia hay un 25% de aforo, así que algo es algo. Jugar con público es mucho más divertido y emocionante que hacerlo sin él, pero tal y como están las cosas debemos dar las gracias si conseguimos jugar, aunque sea sin público.
P: Hemos visto disputas, protestas y polémicas sobre las cuarentenas.
R: Se ha generado demasiado revuelo. Nosotros sabíamos que íbamos a llegar a un sitio en el que la cuarentena iba a ser muy estricta, de hecho yo era partidario de que el torneo no se hiciera y buscar otra solución jugando en otros sitios, porque sabíamos que la cuarentena iba a ser muy estricta y no es lo mejor para encarar un Grand Slam. Finalmente el torneo decidió tirar para delante y alguna de las reglas que nos habían dicho no se ha cumplido del todo y creo que lo que falló mucho al principio fue la falta de comunicación. Al final esto es una cosa que monta Australia, el Gobierno comunica las cosas a Tennis Australia –organizador–, muchas veces con muy poco margen de maniobra, y a veces cambia las cosas sobre la marcha y sin avisar y Tennis Australia nos lo tiene que avisar a nosotros. Ha habido veces que ha fallado la comunicación, no tienes la información necesaria o llegaba tarde y obviamente cuando estás con la incertidumbre de qué va a pasar.
P. No tiene que ser fácil llegar a un destino y encerrarse por obligación.
R: Acabas de llegar de un viaje y ves que no te dejan salir de la habitación cuando te toca, puede que haya mayor frustración de la que se debe. Ahora está funcionando todo mejor, sobre todo lo de los entrenamientos. Es cierto que hay gente que aún no puede salir de sus habitaciones por el tema de los positivos, pero estaba claro que iba a ser complicado, que no iba a ser todo tan bonito.
P: Los jugadores afectados por los positivos parten con clara desventaja.
R: Sí, claramente. No es lo mismo tener que estar 14 días encerrado en la habitación y salir y ponerte a jugar, que poder salir al menos a entrenar cinco horas, la diferencia es brutal.
P: Se le dio muy bien el tramo final de temporada, después del confinamiento. ¿Cree que puede sacar partido de su fortaleza mental en unas condiciones especiales como las del Open de Australia?
R: Muchos jugadores son muy buenos mentalmente y por eso están donde están. Va a haber muy pocos jugadores que lleguen al 100% de sus posibilidades, tanto físicas como mentales, al torneo. Es verdad que poder aclimatarse a estas situaciones, el que lo consiga hacer mejor o antes tendrá ventaja con respecto al resto. No sé si a mí me beneficiará o me perjudicará, el año pasado con todos los torneos que hubo bajo cuarentenas la verdad que no me fue mal, así que igual sí me beneficia un poco. De todas maneras, cada torneo es un mundo y esta cuarentena es más estricta que en otros torneos, así que mi preparación tampoco es la misma que en otros torneos. Ya veremos cómo evoluciona todo.
P: ¿Se planteó renunciar al Open de Australia?
R: Yo era partidario de que no se hiciera el torneo, cuando nos explicaron las condiciones con las que tenía que ser, pero una vez que se decide que se celebra el torneo, yo decido ir. No me planteo no ir porque es mi trabajo y si se tira para delante es porque tenemos unas condiciones buenas en cuanto a sanidad y a que podemos estar tranquilos. De no querer que se haga el torneo a no querer venir sabiendo que se hace… no me planteé no venir.
P: En la ATP Cup, a priori, no tendrá demasiadas oportunidades con Nadal y Bautista por delante. ¿Por qué decidió acudir y no renunciar y centrarse en la preparación del Open de Australia?
R: La ATP Cup es bastante peculiar. No se decide el puesto por decisión del capitán, sino por ranking. Si Rafa Nadal es el número 1 y quiere jugar va a jugar y si Roberto Bautista es el número 2 y quiere jugar va a jugar. Sé que mis posibilidades de jugar son muy bajas, igual que lo fueron el año pasado, pero entre jugar este torneo o un 250, creo que no va a variar mucho el hecho de coger ritmo. Si puedo jugar partidos de dobles en la ATP Cup me va a ayudar, si puedo jugar algún individual por supuesto, también, pero en cuanto a temas económicos jugar el 250 no me cambiaba nada y en el tema deportivo la diferencia tampoco era muy grande, así que jugar una competición por equipos, representando a España y con compañeros hace más ilusión y es más divertido que jugar un ATP 250.
P: Cumple 30 años en abril después de los mejores meses de su carrera. ¿Dónde está el techo de Pablo Carreño?
R: Deportivamente el año pasado fue muy bueno para mí y me ha puesto en una situación muy buena a nivel de ranking para acercarme mucho al Top 10, en el que ya estuve en 2017. No sabemos muy bien cómo va a ser el año, si podremos jugar los torneos con normalidad en cuanto a fechas o si va a haber cancelaciones. Si todo va normal mi objetivo es el Top 10 porque creo que estoy capacitado y tengo una buena oportunidad de hacerlo, sobre todo a partir de marzo.
P: España presenta una expedición de altísimo nivel en el Open de Australia, pero la gran esperanza es Nadal. ¿Cree que puede ganar su segundo título en Melbourne?
R: Rafa, desde que me ganó en Paris-Bercy no le he vuelto a ver. Sí que hemos hablado alguna vez y sé cómo está, pero no sé si está entrenando bien. El próximo sábado o domingo que viene a Melbourne podré verle y comprobarlo de cerca, pero por supuesto que siempre es un candidato máximo para un Grand Slam, y aunque el Open de Australia no sea el que se le da mejor, obviamente es un candidato. Además, están haciendo una cuarentena especial en Adelaida, que algo de ventaja le van a dar. Para mí es el gran candidato junto a Djokovic y Thiem.
P: A quien sí ha podido seguir es a Carlos Alcaraz. ¿Cuál puede ser su impacto a corto plazo?
R: A Carlos sí que lo veo más. He entrenado y hablado con él mucho. Ha tenido la mala suerte de estar en cuarentena total, no puede salir de la habitación y es un palo para él, porque venía de pasar la previa y meterse en su primer Grand Slam. Se le cortan un poco las alas pero estoy seguro de que lo llevará bien, porque está acompañado de Juan Carlos que le va a ayudar muchísimo.
P: Pensando en el futuro, las expectativas se están disparando con Carlos…
R: Tiene un futuro muy bueno, muy prometedor, pero hay que darle tiempo, dejarle que crezca, que siga mejorando, pero tiene muy buena pinta y creo que lo más importante es que su entorno es muy bueno, muy tranquilo, no piensan en más de lo que hay de momento. Sobre todo el equipo de trabajo que es muy bueno.
P: Parece que los deportistas de élite estáis constantemente en una burbuja, pero las noticias del coronavirus en España también llegan hasta vosotros.
R: Estamos al tanto de todo lo que pasa. Yo cuando me fui la situación en la Comunidad Valenciana estaba muy mal, y en Barcelona, que es desde donde volé y pasé los dos últimos días también había restricciones. En Asturias, donde pasé las navidades con mi familia, lo mismo. Las cosas están peor, que era algo que ya se podía prever, después de las navidades. Son momentos difíciles, hay que intentar ayudar, pensar un poco en los demás y ojalá que la situación mejore y que podamos ir poco a poco a mejor y dentro de poco olvidarnos de todo esto.