Los motivos por los que se retira Piqué: pobre rendimiento, desconfianza de Xavi y crisis personal

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Gerard Piqué, en el banquillo durante un partido del Barcelona. (AFP)

«He decidido que es el momento de cerrar el círculo. Siempre dije que después del Barça no había ningún otro equipo y así será. Este sábado será mi último partido en el Camp Nou», eran las palabras con las que Gerard Piqué anunciaba a través de sus redes sociales que dejaba el fútbol, que colgaba las botas y abandonaba, en mitad de temporada, el FC Barcelona: «Pasaré a ser un culé más, animaré al equipo y transmitiré el amor por el Barça a mis hijos, tal y como mi familia hizo conmigo. Y ya me conocéis, tarde o temprano volveré».

Pero, ¿qué ha llevado a Piqué a anunciar su temporada en un momento como este, con la temporada a medias, con el parón futbolístico de la élite tan próximo de cara al Mundial de Qatar? La realidad es que son muchos los porqués que han llevado al catalán a despedirse así del fútbol, de esta forma tan abrupta y con un vídeo que ha superado el millón de reproducciones en apenas minutos.

Las razones de la retirada de Piqué

El primero y más importante es el deportivo, que a su vez se puede desglosar en varios. Piqué había dejado esta temporada de ser importante en este Barça. Xavi Hernández le comunicó a principio de verano que no iba a ser una de sus primeras espadas en la zaga y que lo mejor era que se buscara otro destino. El central se negó, sorprendido, y apostó por seguir y luchar por los minutos que le negaba inicialmente.

La jugada a Piqué no le salió nada bien. Xavi le demostró que estaba a la cola en cuanto a sus preferencias para la pareja de centrales. La llegada de Jules Koundé y Andreas Christensen le empujaban más abajo, ya asentados Eric García y Ronald Araujo. Si no era poco ser quinto central, Marcos Alonso se hizo con ese lugar y dejó al catalán como el sexto zaguero de este equipo.

Por si esto por sí sólo no fuera suficiente, su rendimiento ha sido muy bajo en los pocos minutos que le ha dejado Xavi hasta el momento–554′, más de los que hubiera querido pero obligado por las lesiones en defensa–. Han sido sólo nueve encuentros, cinco de Liga y cuatro de Champions, los que ha disfrutado el catalán en lo que va de temporada con alguna que otra actuación que costó disgustos al equipo.

Esto ha conllevado que Piqué aparezca en el foco de la afición y de la opinión pública, cayendo sobre él críticas prácticamente en cada partido que disputaba. Además, el runrún en torno a su mayúsculo contrato y su negativa a revisarlo ha tenido a los culés con la mosca detrás de la oreja con él. En varios partidos en el Camp Nou se escucharon pitos hacia el capitán y fue muy polémico su suave calentamiento antes de jugar ante el Villarreal.

A todo esto hay que sumar que Piqué no está pasando tampoco por su mejor momento personal. El catalán está inmerso en un proceso de divorcio con Shakira tras su reciente ruptura, con dos hijos de por medio, además de sus muchos negocios que mantienen al jugador en una tensión constante y descentrado de lo deportivo, que tampoco le funciona.

Por todo esto, Piqué anuncia su adiós repentino del fútbol. Ante el Almería, en el Camp Nou, el jugador disputará su último partido como culé tras 15 años en la disciplina blaugrana. Se retirará con 616 partidos a su espalda, 53 goles y 30 títulos en su palmarés. Aunque su vuelta al Camp Nou, con las elecciones culés en 2026, puede ser más rápida de lo esperado como presidente del Barça.

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