Messi encuentra un nuevo socio en Pedri
Leo Messi ha encontrado a un nuevo socio en esta nueva era culé. Pedri está hablando el mismo idioma que el argentino y es su mejor aliado sobre el césped
Parecía una quimera. Que Koeman encontrara un plan en el que hacer mejor a sus talentos parecía difícil. Venía de varios partidos nefastos, en los que reinó la anarquía y no se vio ningún brillo. Motivos hay muchos, pero para algunos jugadores, como ya fue público, el sistema tenía mucho que ver. El holandés revolucionó el esquema y planteó un 3-4-2-1 que tenía como único objetivo blindar al 2 de la ecuación.
El Barcelona se marcó un gran partido ante el Valladolid liderado, como no, por un gran Leo Messi y que, definitivamente, ha encontrado a su mejor socio, Pedri. El argentino y el canario, el rey y el heredero al trono del actual Barça, han resultado ser el binomio perfecto que tanto anhelaba Koeman desde que tomó el control del vestuario. Le ha costado, pero en el Pucela se vieron los primeros matices de lo que ideó el técnico para dar con la asociación que tanto buscaba: colocar a los dos jugones en la mediapunta y hacerles ejes del juego.
Pedri tiene tan solo 18 años. Están recién cumplidos. Pero jugadores como él necesitan muy poco para brillar. El canario tiene fútbol en su cabeza y es capaz pese a su corta edad a transportarlo sin problemas a sus botas. El físico no es una de sus cualidades pero, casi que de una manera innata, usa su cuerpo a la perfección para suplantar el músculo que necesita a primerísimo nivel. Su calidad es incuestionable y ve el fútbol a un impás diferente al resto, lo hace bello y hasta fácil, de videoconsola.
Messi llevaba varios meses perdido, casi aburrido diríamos. Se le veía sobre el terreno de juego como un ente inerte despojado de vida en según qué partidos, falto de socios con los que aliarse, con los que hacerse más grande. El argentino no tiene 20 ni 25, ni 30 ya. Sus 33 años pesan y le hacen más previsible, menos rápido. Pero la calidad de su zurda sigue imperando y si tiene un socio al lado que le hace el trabajo más fácil y reduce los metros a los que llegar su fútbol evoluciona.
El 10 probó ayer hasta 11 disparos. Hablando del argentino son números nada excéntricos pero ante el Valladolid tuvieron un peso mayor. El argentino no tuvo que generar sus propias ocasiones y muchas de ellas fueron regalos de sus compañeros. En Pedri encontró uno de los mejores aliados. De hecho, el gol que logró materializar el argentino vino tras una excelsa asistencia del canario. Le llegó un balón que posiblemente tenía como destinatario a Messi pero él lo tocó, lo amasó y se sacó un golpe de tacón tan preciso como precioso para que Leo encarara completamente solo a Masip para hacer el 0-3.
Pedri mejora a Messi, le hace más fácil su juego. Es una tendencia al alza. Cada partido que pasa, la conexión entre ambos mejora, fluye con mayor sintonía. Hablar el mismo idioma futbolístico que el argentino no es fácil. Lo ha hecho pocas jugadores. Con la marcha de Luis Suárez, amigo y uno de sus mejores socios en el pasado, el rosarino perdió una apuesta segura en los últimos metros. Una mirada y un gesto eran suficientes para cuajar una ocasión de gol. Con el canario ya está comenzando a generarse esa corriente.
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