Liga Santander: Valladolid - FC Barcelona

Messi y Pedri descongelan al Barça

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Messi y Pedri, estrellas en Pucela. (Getty)
Francisco Rabadán
  • Francisco Rabadán
  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

El Barcelona recupera el pulso a la Liga. Los culés han vivido de diciembre convulso tras perder el primer puesto de la Champions y sumar siete puntos de 12 posibles en Liga enterrando sus opciones de campeonar. Los azulgrana, sin embargo, se comerán el turrón a gusto después de saldar con éxito su visita a Pucela, donde vencieron por un holgado 0-3.

Koeman llevaba días envidando y finalmente se presentó con una defensa de tres centrales en su visita a Valladolid. El técnico holandés sacrificó su tradicional sistema de 4-2-3-1 para pasar a un defensivo 5-2-2-1 sacrificando a un Antoine Griezmann al que ya le pasa por la derecha hasta Braithwaite. Los culés pasaron de jugar andando a muchos decibelios para sorpresa de todo el mundo. Pjanic dio un aire muy diferente al que suele aplicar Busquets buscando las transiciones, el vértigo e incluso el pase largo.

Con estos mimbres, el Barça, para sorpresa de muchos, desempeñó el juego más sobrio de la temporada ante un Valladolid superado por las circunstancias. Los locales, faltos de intensidad y de ímpetu por buscar el triunfo, no fueron capaces de achicar las acometidas de los culés, especialmente peligrosas por los extremos de unos Alba y Dest totalmente liberados de su faceta defensiva.

El gol inicial, sin embargo, vino de una jugada posterior a un córner donde un fallo de concentración de la defensa vallisoletana terminó por condenarle al cumplirse los 20 minutos de juego. Messi, que sigue teniendo problemas para marcar como antaño, sacó el guante que atesora en su zurda para poner un balón en la cabeza de un Lenglet que sólo tuvo que poner la frente para meterla en el fondo de las mallas. El francés volvía a lo grande a una titularidad, aunque Masip –ex canterano culé– pudo haber hecho mucho más ante un remate centrado pero fuerte. Anteriormente sí había parado una buena intentona a Messi.

El tanto quitó a los visitantes toda la tensión acumulada de sus últimas citas, especialmente el recuerdo del empate frente al Valencia, para desempeñar su mejor futbol en lo que restaba de trepidante primera mitad. Los culés tuvieron ocasiones, pero fue un momento de fantasía de Leo Messi el que terminó por enterrar las esperanzas de los chicos de Sergio. El argentino se zafó en una baldosa de cuatro jugadores del Valladolid para asistir la subida de Dest y éste al primer toque conectó con Braithwaite para enchufar el 0-2. El danés no marró una ocasión que quizá en partidos anteriores Griezmann no hubiese podido culminar por cualquier tipo de factor.

Una obra de arte de Pedri y Messi

Con ese regusto favorable, los culés se marcharon al vestuario siendo conscientes de que podían hacer lo que quisieran con su rival en la segunda parte. El Valladolid, que se encuentra inmerso en la pelea por descender y con motivo, no iba a oponer mayor resistencia quizá pensando en futuros compromisos.

El Barça poco tardó en dejar claras sus intenciones. Llovían las ocasiones, pero Messi era incapaz de concretarlas. El Leo de hace dos años no hubiese perdonado nada, pero esta versión actual es hasta benévola. El argentino, sin embargo, no pudo permitirse perdonar un taconazo de fantasía de Pedri para transformar el 0-3 en el minuto 65 en uno de los tantos de más bella factura de esta extraña era.

El Valladolid, para cuando quiso reaccionar, metió a un Orellana que puso algo más de pimienta en el juego local. Precisamente el chileno obligó a Ter Stegen a sacar una manopla de calidad para mantener la portería a cero y aumentar la sensación de gozo culé. Koeman y los suyos durmieron el partido en los minutos finales tocando y tocando hasta aburrir a las ovejas. El Barça vuelve a estar en trayectoria positiva, otra cosa será afirmar que pueden pelear por esta Liga. Les quedan por hacer muchos partidos de esta factura para pensar que tienen una opción. Eso y que el resto falle. Parece difícil, pero por lo menos el turrón le sabrá bien a Koeman.

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