Mes crítico para Bartomeu
El mes de junio es el mes de las urgencias del Barça. La crisis económica aprieta al club que necesita ingresar dinero para cuadrar las cuentas y poder llevar a cabo alguno de los fichajes que tienen en mente como puede ser el caso de Lautaro Martínez
El nuevo sablazo que prepara Bartomeu podría generar otro cisma entre la directiva y la plantilla, reacia a un nuevo recorte
El mes de junio para el Barça puede ser el colofón de su annus horribilis. Los problemas se le acumulan al club, que tiene fugas en cada esquina y no encuentra vías ni fórmulas para parchearlas, que no solucionarlas. La crisis deportiva derivó en una institucional y el coronavirus ha terminado por desencadenar una crisis económica más que pronunciada, con un desfase económico de 70 millones de euros, determinantes para cuadrar los presupuestos de este curso. El 30 de junio está a la vuelta de la esquina.
Junio comenzó con un desfase de algo más de 69 millones de euros y unos días después la situación no ha cambiado. El club necesita ingresar esta cantidad para cerrar el ejercicio contable de este curso. En resumidas cuentas, a principios de temporada necesitaba vender por valor de 124 millones de euros, en 11 meses ingresó 55 y para hacerse con los 69 kilos restantes tiene menos de un mes.
El problema se ensancha y dilata con los planes deportivos de la entidad y los objetivos en este próximo mercado. El club tiene que salvar ese desfase con ventas pero es que también quiere abordar diversos fichajes que en estos momentos se antojan imposibles. Al Barça le urge la llegada de un difícil Lautaro Martínez o de un inaccesible Neymar. Ambas operaciones están por encima de las nueve cifras, algo impensable en estos momentos para las arcas culés. De hecho, incluir a jugadores en sus transferencias significa no ingresar tampoco por ellos. Para abordar fichajes, primero deben cubrir su déficit.
¿Cómo pretende el Barça obtener dinero?
A Bartomeu se le echa el tiempo encima y la necesidad aprieta. La vía más factible para ello es vender a sus activos más importantes, al menos con los que no se cuenta y no son intransferibles. Aunque de momento, sin éxito. En rojo están marcados dos futbolistas por los que se espera obtener una importante suma de dinero: Philippe Coutinho y Ousmane Dembélé.
El brasileño y el francés, dos de los fichajes más costosos de la historia del club, se han ido devaluando con el paso del tiempo. Sus operaciones son irrecuperables a nivel económico y en este momento de necesidad deshacerse de ellos significa hacerlo a un precio muy inferior de lo que costaron. Es la única salida.
La irregularidad de Coutinho y la falta de ofertas en firme desde Inglaterra frenan su salida; el caso de Dembélé, que pasa más tiempo lesionado que disponible, es otro quebradero de cabeza. Sus salidas son claves, aunque también existen otras de menor rango como pueden ser las de Rakitic, Vidal o Semedo. La plantilla casi al completo está a la venta.
Otra vía abierta para obtener cash es la que trascendía días atrás. Josep María Bartomeu pretende llevar a cabo una segunda reducción salarial a la primera plantilla culé. Esto, comunicado ya al vestuario, no ha sentado nada bien y, de momento, ha sido rechazado. Según informaciones desde la Ciudad Condal, el ahorro con sus emolumentos sería de unos 10 millones. Un parche que no soluciona el problema y que puede abrir otra brecha. La tensión entre la directiva y los futbolistas es total.
En el vestuario, más problemas
De puertas para adentro, con su plantilla, el Barça tiene más problemas. Sin ir más lejos el gran número de jugadores que vuelven de cesión este verano y con los que el club no puede hacerse cargo por su incapacidad económica. De ahí nace también la situación de la cantera. Son muchos los jugadores a préstamo que volverán y otros como Ansu Fati o Riqui Puig, a los que parece difícil que el club les encuentre sitio.
Otra fuga es la de Ter Stegen, nunca mejor dicho. El germano sigue sin renovar con el club aunque su idea sigue firme y pretende continuar de blaugrana. Pese a ello, el acuerdo para ampliar su contrato sigue lejano por las pretensiones del jugador que pide ser considerado como el jugador top que es en la escala salarial del vestuario. El portero tiene firmado en el Camp Nou hasta 2022, pero en el club temen que acabe yéndose gratis en el futuro. De hecho es uno de los jugadores que está en el mercado y pretendientes no le faltan.
Y también… el fútbol
Entre los múltiples problemas del Barça para este mes de junio, aunque parezca ya complicado, también está el fútbol. El equipo de Quique Setién se fue al parón a consecuencia del coronavirus como líder de la Liga Santander, aunque solo dos puntos por encima del Real Madrid. Pese a ello, las dudas con el juego desplegado por su equipo son notorias y estará también sobre el foco cómo regresan este sábado 13 en el Iberostar ante el Mallorca.
Las molestias de Leo Messi avivan la problemática. El argentino, con unas molestias en el aductor, es sería duda para el retorno competitivo y la ausencia del 10 en los planes de Setién y el Barça comprometen la premisa de jugar bien. La messidependencia es una realidad, algo que quedó patente en el arranque de la presente Liga y que podría manifestarse una vez más en este determinante final de temporada. Un mes crítico para Bartomeu.