Suárez y Rakitic se niegan a cumplir la obligación que les impone el club de aprender catalán
Joan Laporta soñó un día con que el FC Barcelona se comunicaría íntegramente en catalán. El ex presidente culé, cual Martin Luther King del pueblo catalán, quiso universalizar un idioma utilizado por siete millones de personas en el mundo. Estandarizó una cláusula en los contratos que el equipo azulgrana firmaba en el siglo XXI como medida revolucionaría. “El jugador debe realizar máximos esfuerzos para integrarse en la sociedad catalana, respetando y asumiendo los valores culturales de la misma, comprometiéndose especialmente en el aprendizaje de la lengua catalana, vehículo fundamental para la mencionada integración”, reza la cláusula.
El Barcelona quería dar la espalda implícitamente a más de 500 millones de personas en el planeta –los hispanoparlantes– despilfarrando euros y más euros en profesores, traductores y lo que fuera necesario para que su medida saliese adelante. Década y media después de que esta cláusula entrara en vigencia, la realidad pone en evidencia su fracaso.
Ningún fichaje del equipo azulgrana ha aprendido la lengua catalana. Sólo Iniesta, y a duras penas, chapurrea en algún acto algunas palabras en su condición de capitán del equipo. Sin ir más lejos, Messi y Mascherano, también designados como líderes del vestuario, no hablan nada. Mientras que Luis Enrique lo entiende, pero no lo habla como demuestra en cada encuentro con la prensa.
El Barcelona persigue un sueño inviable
La situación ha ido adquiriendo tintes dantescos. Cuando un directivo sale a hablar ante la prensa siempre lo hace en catalán para respetar la norma del club, cuando un jugador se manifiesta de cara al exterior pasa de hablar en el idioma a menos que haya nacido en Cataluña. Inicialmente se pensó en la opción de multar a los jugadores que no pusiesen interés en aprender la lengua, sin embargo, alguien con más luces dentro del club vio que este asunto podría generar un cisma interno en el vestuario y que espantarían a posibles jugadores interesados en fichar por el Barcelona.
El club no ha desistido en su interés por conseguir que algunas de sus estrellas internacionales se expresen en catalán. El objetivo de la directiva de Josep María Bartomeu consiste en lograr que Luis Suárez e Ivan Rakitic terminen expresándose en esta lengua.
El croata, casado con una sevillana, habla con un marcado acento andaluz. En el club, le presionan para que lo haga por su facilidad para aprender idiomas, pero él se niega a hacerlo de momento. En el caso del uruguayo, el Barcelona ha intentado entrar por la vía sentimental. La esposa de Luis Suárez migró a la Ciudad Condal con tan sólo 13 años y ella y su familia aprendieron a dominar la lengua catalana. Al charrúa le han sugerido que emplee su tiempo en ello. Veremos hasta donde llega este sinsentido.