Landa se deja medio Tour en un nuevo error fatal en los abanicos

Error imperdonable de Mikel Landa, de nuevo con el viento como máximo enemigo de sus aspiraciones. El ciclista español se dejó gran parte de sus aspiraciones a victoria en el Tour de Francia camino de Lavaur, en una etapa teóricamente tranquila que Bora explotó desde el primer kilómetro, antes de que, en el punto de peligro marcado, Ineos reventara a Landa y Pogacar hasta hacerles perder 1:21 con respecto al resto de favoritos. Mikel estaba avisado, pero al igual que en 2019, fue pillado en mala colocación y se pone en negro su objetivo de hacer algo importante en la Grande Boucle.

La etapa fue para Wout Van Aert, el hombre más fuerte de lo que va de Tour, después de una criba espectacular que comenzó en los primeros kilómetros lanzados. Bora, picado por las críticas al pelotón por su escaso espectáculo, tiró por indicación de su líder Peter Sagan desde el primer kilómetro. Los puntos para el maillot verde eran su objetivo y por el camino dejaron cortados a la inmensa mayoría de los sprinters del pelotón.

Con la llegada de los pasos intermedios se previó un posible parón, pero para bien del espectáculo, en Bora decidieron continuar con el desafío. Los relevos se sucedieron hasta los 30 últimos kilómetros, donde estaba señalizado el cambio de viento y con él, el posible ataque de Ineos en busca de los temidos abanicos. Obligación para los favoritos de estar bien colocados, más si cabe para un Landa que por zonas cercanas en 2019 había perdido gran parte de sus opciones de podio.

No le sirvieron las advertencias al vitoriano, perjudicado por la mezcla entre torpeza y mala fortuna de sus compañeros de Bahrain, tres de ellos enganchados entre sí minutos antes y fuera de combate. Dejaron desangelado a su líder y este, junto con Pogacar, quedó cortado en un segundo grupo cuya desventaja pronto superó el medio minuto, y subiendo.

La carrera se convirtió en una contrarreloj por equipos hacia meta, con desventaja ya marcada para Bahrein y UAE y lo pletórico del lado de FDJ, Jumbo e Ineos, instigador de la pelea y golpeado por la mala suerte, que les llevó a perder a Carapaz hasta el segundo grupo. En cualquier caso, meritoria acción de los británicos, que atacaron donde se sabía y aun así rompieron la carrera.

Pasando los kilómetros en el rostro desencajado de Landa, el grupo fugado de favoritos se aproximó a la meta con el seguro de un sprint caótico, y un candidato, Wout Van Aert, que no iba a fallar para apuntarse su segundo parcial en siete etapas y reforzando su imagen en un día especial y made in Tour en el que Landa volvió a dejar puerta abierta a sus detractores.