La herencia de Maradona: guerra entre los hijos reconocidos y una fortuna incalculable
“Si naciste entre 1980 y 2013 y tenés dudas, llamanos… podés ser hijo de Maradona”. La invectiva sarcástica corrió como la pólvora por las redes sociales –esas que se pasan la vida incendiadas– después de que en marzo del año pasado Matías Morla, el abogado personal de Diego, confirmara públicamente que El Pelusa reconocería a tres hijos nuevos de dos mujeres diferentes concebidos en Cuba. Con ellos se elevaba a ocho la progenie reconocida de Maradona. Ocho hijos, ocho. Un día después de su muerte, esos tres descendientes cubanos siguen en un limbo jurídico. Igual que su herencia. O el importe de su fortuna que todo el mundo desconoce.
La prensa rosa de la Argentina se frotaba por aquel entonces las manos y empezaba a informar que aquella decisión de Maradona provocó que sus dos primeras hijas, Dalma y Gianinna, sencillamente dijeran basta. Nacidas de su matrimonio con Claudia Villafañe, la primera mujer de su vida pero no la única, se hartaron, aunque Giannina, reina del postureo en las redes sociales, se lo tomó a broma en Instagram. “Faltarían tres más para el equipo de 11”.
Más allá de sus hijos reconocidos, a Diego Armando Maradona aún le reclaman más paternidades. Al menos dos casos más siguen a la espera de la decisión judicial definitiva. Ahora que Diego nos ha dejado, comienza la batalla por su herencia, cuyo valor real nadie conoce, pero que podría quedar diluida entre tantos aspirantes a un trozo del pastel.
Y eso que en uno de sus habituales calentones, Maradona amenazó con desheredar a Dalma y Giannina por criticar una de sus últimas relaciones sentimentales, la que mantuvo con la joven Rocío Oliva, a la que ni siquiera dejaron entrar al velatorio de El Pelusa junto con el resto de familiares y amigos.
Podría haber sido más rico que Jordan
Con otra cabeza, Diego Armando Maradona debería legar un patrimonio similar al de Michael Jordan o Tiger Woods. Pero no será así. Diego se arruinó varias veces, las mismas que quiso tirar su vida por la borda, por lo que se desconoce a cuánto asciende su fortuna en realidad.
Es cierto que Diego Armando Maradona obtuvo lujosos regalos y multimillonarios contratos en sus exóticas aventuras como entrenador y mánager en países tan opacos como los Emiratos Árabes, Bielorrusia y la mexicana Sinaloa. Eso por no hablar del dinero recaudado por los derechos de explotación de su imagen y los ingresos de sus patrocinadores publicitarios como Hublot o Le Coq Sporfif.
La guerra, a veces fría y a veces caliente, que mantuvo en su último año de vida Maradona con Dalma y Gianina, sus hijas favoritas (por algo llevaba sus nombres tatuados en cada brazo), comenzó el 30 de octubre de 2019, el mismo día que Diego cumplía 59 años. El Pelusa lo celebró en su casa con Gianinna, varios amigos y la que hasta entonces había sido su pareja sentimental desde el 2013, Rocío Oliva, que en el 2014 denunció a Maradona por golpearla, una agresión que incluso llegó a grabar en vídeo.
Cuenta la prensa rosa de Argentina que después de aquella fiesta, Gianinna, que nunca soportó a Rocío Oliva, a la que consideraba una aprovechada por acercarse a su padre, publicó en Instagram frases inquietantes sobre cómo había visto a Diego en su cumpleaños: “Lo están matando por dentro sin que él se pueda dar cuenta”, “lo tenían empastillado, si no, imposible domar a la fiera” o “recen por él”, fueron algunas de las palabras que Gianinna escribió dijo sobre el estado de salud de Maradona.
La tensión del clan Maradona
La tensión familiar en el clan Maradona se venía cocinando a fuego lento desde que en 2015 Diego denunciara ante la justicia a Claudia Villafañe, a la que acusó de estafa y de apropiarse de parte de su patrimonio personal. Maradona y Claudia habían firmado oficialmente su divorcio en el año 2003, pero su ex siguió compartiendo negocios con Diego, además de ser su principal apoyo personal en sus constantes recaídas por su adicción a las drogas.
Varios días después de los mensajes de Gianinna del año pasado, Maradona subió un vídeo a Instagram que avivó la polémica: “Y sigo esperando que me devuelvan todo lo que es mío”. En la grabación insistía en que estaba “muy sano”. “No me estoy muriendo para nada”, decía. “No sé lo que habrá querido decir Gianinna. Mientras uno se va haciendo más viejo, se preocupan más por lo que dejas que por lo que estás haciendo; y yo les digo a todos: no les voy a dejar nada, que voy a donarlo, todo lo que corrí en mi vida lo voy a donar”, concluía diego.
Como una parte legítima de la herencia de Maradona corresponde a los hijos según la legislación argentina (similar a la española), la única manera de que Maradona hubiera podido dejarles sin nada habría sido donar su fortuna en vida o gastándosela. Lo primero no lo hizo y lo segundo se desconoce. Los ocho hijos reconocidos –a falta de que se concrete la situación de los tres vástagos cubanos– serían de seis mujeres distintas y de tres nacionalidades: Dalma, Gianinna, Jana y Diego Fernando (argentinos); el italiano Diego Jr.; y los cubanos Joana, Lu y Javielito.
La guerra por la herencia de Maradona no ha hecho más que comenzar. Y va para culebrón. Al tiempo.
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