Griezmann se toma la revancha
El Barcelona sacó tres puntos al vencer por 2-1 al Athletic en el partido disputado en el Camp Nou correspondiente a la jornada 21 de la Liga Santander
El Barcelona se llevó una sufrida y trabajada victoria frente al Athletic, al que se impuso por 2-1 en el Camp Nou. Messi abrió la lata con un golazo de falta y Jordi Alba, al anotar en su propia portería, puso las tablas. En la recta final del partido Antoine Griezmann hizo el tanto del triunfo, tomándose así la revancha de aquella final de la Supercopa en la que hizo un doblete que no sirvió para nada.
En medio de toda la vorágine causada por Los papeles de Messi el cuadro azulgrana tenía que afrontar un partido vital para seguir manteniendo opciones mínimas para pelear por la Liga. Mínimas, sí, porque el Atlético de Madrid no pierde ni aunque le pagasen por ello. Además, también podían darle caza al Real Madrid e igualarle a puntos si lograsen la victoria ante un Athletic que hace apenas dos semanas le ganaba a los culés la final de la Supercopa de España.
Para tratar de llevarse los tres puntos Ronald Koeman recuperaba a los futbolistas que descansaron en la Copa del Rey frente al Rayo Vallecano…y sacrificaba a Lenglet, al que bailaron en el tanto del club madrileño. Por ello, Ter Stegen volvía a la portería y la defensa estaba formada por Jordi Alba, Ronald Araújo y los dos jugadores que peor parados salían del penúltimo informe filtrado: Umtiti y Mingueza. Por delante de ellos, Pjanic -sustituía al sancionado Busquets-, el todoterreno Frenkie de Jong y el playmaker Pedri. Leo Messi, Ousmane Dembélé y Antoine Griezmann estaban en el tridente completando el once.
Salió enchufado el Barcelona y salió muy metido y participativo Leo Messi. Con ganas de demostrar a todos que el dineral que cobra está rentabilizado. Puede ser una bestialidad para muchos y para otros, hasta poco dada su calidad y lo que le ha dado al Barça, pero no nos mojaremos. Lo que si estaba claro es que se le veía con muchas ganas. Y así, el ’10’ disfrutó de la primera ocasión del partido. Robo de Umtiti en la medular y pase perfecto de Griezmann para el rosarino, que se plantó solo frente a Unai Simón pero su picadita no fue lo perfecta que tenía que ser para transformarse en gol. Buena mano del guardameta del Athletic.
Messi se mete en el papel
Pasaron los minutos y el Barcelona seguía insistiendo. Tercera vez que se medían estos dos equipos en lo que va de año y estaban empatados con una victoria en el balance, por lo que los azulgranas querían que cayese de su lado tras este partido. Griezmann intentó abrir la lata pero ahí volvía a estar Unai Simón para meter una buena mano y negarle el gol. Algo que no pudo hacer en la siguiente. Falta innecesaria que le hacen a Messi en la media luna y el argentino, que sabe que desde esa posición es como un penalti para él, la clavó en la escuadra sin importarle que Yeray estuviese cubriendo ese palo. Golazo de Leo y todos a abrazarle para darle el cariño que le está faltando por parte del club.
No era suficiente un gol para amarrar el partido, ya lo sabían los futbolistas del Barcelona, que en este año ganaron 2-3 al Athletic en Liga y perdieron con el mismo resultado en la Supercopa. La reacción de los leones fue muy tímida con un disparo lejano que atrapó Ter Stegen antes de que casi presenciásemos uno de los goles de la temporada. Araújo se sumó al ataque y, con el balón en los pies, rompió a Íñigo Martínez con un arranque al más puro estilo Usain Bolt después de un sutil recorte. El central uruguayo penetró en el área pero su disparo se fue demasiado cruzado. Disfrutaba el Barça como cuando Pinocho se convirtió en un niño de carne y hueso. Pedri manejaba el balón a su gusto, De Jong también controlaba el ritmo y Messi aparecía en todas las combinaciones.
No se apreciaba ese cambio de imagen que había implantado Marcelino desde que llegó al Athletic. El equipo rojiblanco lo intentaba, pero el Barcelona estaba mostrando su mejor versión también en defensa. Muniain era el más activo y Raúl García el más intenso, por lo que vio una amarilla que le impedirá estar en el siguiente partido. Con el 1-0 y otra amarilla, esta vez para De Jong, se llegó al intermedio. A la vuelta los mismos protagonistas pero el partido tuvo otro guion, sobre todo, a partir del empate del Athletic, que no tardó en llegar.
La primera de la segunda mitad la tuvo Dembélé tras una buena contra que inició De Jong, pero el disparo del francés se fue al segundo anfiteatro. Los de Marcelino comenzaron a ponerle más ganas y a estar más acertado y de esa forma llegó un centro de Raúl García al segundo palo que Jordi Alba, para evitar el remate de Óscar de Marcos, metió el pie y batió a Ter Stegen. Gol en propia meta del lateral izquierdo que reclamaba airosamente -vio la amarilla- una falta que sólo existió en su cabeza.
Salvador Griezmann
Llegó el gol visitante y el partido se volvió loco. Ya no había orden. Williams intentó sorprender a Ter Stegen desde el centro del campo, algo parecido a lo que hizo en su día Aduriz. A la siguiente fue Unai Simón el que se exhibió con una parada providencial ante un testarazo de Pjanic con el que los aficionados, desde sus sofás, ya cantaban como gol. Seguía la locura en el Camp Nou y Ronald Koeman decidía mover ficha: entraba Sergi Roberto después de dos meses para ocupar el puesto del ex de la Juventus.
De un imparable Messi en la primera parte se pasó a un futbolista impreciso. Se mostraba, como siempre, pero era incapaz de hacer la guerra por sí solo. Encima, el Athletic ya le había cogido el truco a superar a la zaga rival. Y en una de esas a punto estuvo de hacer gol Álex Berenguer pero su disparo se marchó fuera ante la atenta mirada de Ter Stegen. Dembélé reclamó un penalti inexistente de Muniain y Mateu Lahoz ni el VAR picaron. Estaba tan loco el partido que en una de las jugadas en la que los azulgranos pusieron cabeza llegó el 2-1.
Comienza Dembélé en la banda derecha, hace un cambio de juego y entre Griezmann y Jordi Alba hacen que el balón vuelva al francés. Ousmane se la da al hueco a Mingueza, que le doblaba, y el canterano culé sólo tuvo que hacer el pase de la muerte para que Antoine mandase el cuero al fondo de la red. Jugada colectiva exquisita y quince minutos por delante para defender el marcador. Y para ello entró Lenglet en el 83′ por su compatriota Griezmann. También sustituyó Villalibre a Williams, pero esta vez no pudo sacar la trompeta de su caja porque el Barcelona acabó llevándose la victoria por 2-1.