El Barcelona se salva a tiempo

El Barcelona estará en los cuartos de final de la Copa del Rey después de imponerse al Rayo Vallecano por 1-2 en un partido en el que dominaron y disfrutaron de una gran cantidad de ocasiones pero en el que llegaron a verse con el agua al cuello. Los locales se adelantaron gracias a un tanto de Fran García y los goles de Messi y Frenkie de Jong le dieron la vuelta al marcador para salvar los muebles a tiempo y así avanzar de ronda.

Ronald Koeman sólo se guardó a Ter Stegen, Jordi Alba, Pedri y Dembélé. El técnico holandés, recordando aquella dura eliminatoria ante el Cornellá, iba con todo a Vallecas. No quería más sustos. Quería estar en los cuartos de final de la Copa del Rey y eso pasaba por ganar al Rayo Vallecano. Esta parece la vía más fácil para que el Barcelona regrese a levantar un título y sólo valía ganar en la capital de España. Y por ahora lo seguirá siendo tras el sufrido triunfo.

Para tratar de buscar la victoria, lo dicho, Ronald Koeman salió con todo. En la portería estaba el guardameta de la Copa del Rey: Neto. Por delante, una línea de cuatro defensas en la que Óscar Mingueza y Junior Firpo estaban en los laterales y Araújo y Lenglet en el eje de la zaga. De Jong, Busquets y Riqui Puig formaban en el trivote y Leo Messi, que regresaba tras cumplir sus dos partidos de sanción, Antoine Griezmann y Francisco Trincao completaban el once culé en Vallecas.

Rodaba el cuero en el Estadio de Vallecas y frente a frente estaban dos conjuntos acostumbrados a verse las caras en la máxima competición nacional, pero la situación del Rayo obligaba a disfrutar de este clásico del fútbol español en la Copa del Rey. El espectáculo estaba servido y los dos equipos lo mostraron desde el inicio. Se cumplía el primer minuto y ya la zaga vallecana tuvo que cortar un centro de Junior que a punto estuvo de empalar Mingueza. La respuesta local no tardó en llegar: disparo lejano de Trejo, que se estrelló contra el muro que hay detrás de la portería de Neto.

El Barça paga la falta de gol

El Barcelona comenzó a asediar la portería que defendía Dimitrievski y el guardameta del Rayo se ganó un aumento de sueldo. El macedonio demostró que no le iba a poner las cosas fáciles al conjunto azulgrana y entró rápidamente en acción. La primera, una exhibición de reflejos tras una falta colgada por Leo Messi y peinada por Ronald Araújo. También el argentino le puso a prueba desde lejos, pero ahí estaba el portero de los locales.

Y si no era él, era el palo el que salvaba al Rayo. Frenkie de Jong se anticipó a Dimitrievski tras un centro de Junior, pero su toque salió repelido por el travesaño. Se estrellaba una y otra vez el conjunto de Ronald Koeman. Trincao protagonizó una cabalgada por la banda izquierda con la que pudo plantarse mano a mano frente al portero del Rayo, pero definió pésimamente, peor de lo que Arévalo lo haría recitando las definiciones del rosco final de Pasapalabra. El portero local pudo despejar un balón que cayó en los pies de Riqui Puig. El canterano hizo un recorte mágico con el que engañó a tres adversarios, pero su posterior disparo se chocó, primero en Martos, y después en el palo. Lo dicho, si no era el arquero rival, era la madera.

El partido se marchó al intermedio con el 0-0 en el marcador y nada más arrancar la segunda mitad el guion se repetía en Vallecas. Dos minutos tardó el Barcelona en disfrutar de otra ocasión más. Falta lateral y Messi sorprende con una rosquita que fue cogiendo el camino hacia la portería hasta que, cómo no, el balón impacto en el larguero. El Barça perdonaba la vida al Rayo y ya saben los más viejos del lugar lo que sucede cuando eso ocurre: que lo pagas.

El Rayo se lleva un palo

Y así fue pasada la hora de juego. Los García -Álvaro y Fran- se aliaron para hacer el primer gol del partido. Contra perfecta que tiran los locales y carrerón de Álvaro con baile incluido a Lenglet, antes de centrar un balón que llegó a tocar Neto para dejarlo botando sobre la línea. Ahí apareció Fran, con pasado madridista, para meter la puntera y empujar el cuero al fondo de la red para desatar la locura en el banquillo de Andoni Iraola.

No se lo creía Ronald Koeman… ni nadie realmente. El Barcelona respondió rápidamente anotando un gol que sería anulado por fuera de juego claro de Frenkie de Jong. El técnico holandés movió el banquillo rápidamente para dar entrada a Pedri, Dembélé y Jordi Alba por Riqui Puig, Trincao y Junior. Fueron entrar estos tres y entrar también la bola. Desmarque de Griezmann, al límite, y pase de la muerte a Leo Messi para igualar la contienda. No fallaba el ’10’, bestia negra del Rayo Vallecano. El gol que había costado tanto antes, llegaba con la misma facilidad con la que Fernando Simón hace predicciones erróneas.

No tardó en llegar el 1-2 para los culés. Jordi Alba llegaba a línea de fondo y sólo tuvo que poner el balón entre la defensa y el portero para que De Jong, ese nuevo Frenkie que está en todos lados y aparece como un rayo desde segunda línea, empujase el balón y tuviera que recogerlo Dimitrievski del fondo de su portería. Se encarrilaba, y mucho, la victoria azulgrana en Vallecas, ya que restaban menos de 10 minutos de partido. Pudo haber sentenciado Messi en el descuento, pero después de gambetear hasta a su sombra mandó su disparo fuera. Braithwaite entró por Griezmann y poco más ocurrió en un choque en el que el Barcelona acabó ganando con remontada incluida a pesar de dominar durante todo el encuentro.