Golpe al Tour: Vingegaard y el Jumbo hunden a Pogacar en la etapa reina

Salta la bomba en el Tour de Francia. Tadej Pogacar, campeón de las dos últimas ediciones de la Grande Boucle, se hundió en la durísima subida al Col du Granon después de los ataques durante toda la carrera de Jumbo-Visma y la última estocada de un enorme Jonas Vingegaard, que atacó a falta de seis kilómetros, se llevó la etapa y superó en 2:52 minutos a su antecesor como maillot amarillo de la carrera. El danés es el nuevo líder y gran favorito a la victoria después de un golpe histórico a un Pogacar que llegó totalmente apajarado a la línea de meta.

Los ataques por parte de Jumbo-Visma comenzaron a 70 de meta, en un recorrido descomunal diseñado por el Tour de Francia para su etapa reina y la respuesta, no menor, de los corredores en una de los mejores días de ciclismo que se recuerdan en los últimos tiempos. La combinación del Telegraph y el Galibier resultaba muy suculenta y los holandeses se lanzaron con Roglic en modo kamikaze y Vingegaard esperando su momento. Pogacar, en solitario y con la única ayuda, casi heroica, de Marc Soler, aguantaba rodeado del enemigo y con la única compañía de un gran Geraint Thomas.

Llegaba el Galibier y con él la segunda noticia del día, nada positiva para los intereses españoles. Enric Mas, en un día fatal para sus aspiraciones y las de Movistar, no podía seguir el ritmo de los favoritos y comenzaba con su hundimiento particular, para llegar a meta en el Granon a 8:08 minutos de Vingegaard, perdiendo, por supuesto, toda opción en la clasificación general.

La gran esperanza española no podía casi seguir el ritmo de su compañero Verona, mientras por delante las aspiraciones de los favoritos quedaban marcadas hacia el último puerto. En fuga, Barguil se destacaba como candidato a la etapa dentro de una escapada mayoritaria en la que volvía a repetir como representante nacional Ion Izagirre, sin fuerzas para estar entre los mejores.

Llegaba el último puerto, con el pelotón de favoritos reunificado a falta de Enric Mas, pero con las debilidades ya destapadas. Todas menos una, la de Tadej Pogacar, que dejó a su compañero Majka tirando y haciendo la selección hasta el momento en el que explotó el Tour. Jumbo había trabajado de forma memorable durante toda la etapa y cuando su líder, Vingegaard, parecía ya aislado, dio el golpe a la carrera con un ataque que le lanzó al triunfo de etapa por delante de un gran Nairo Quintana y que destapó las enormes carencias de un Pogacar vacío, que vivió los adelantamientos uno por uno de los favoritos, hasta llegar con una gran distancia perdida con el nuevo líder del Tour de Francia.