Clasificación Mundial Qatar 2022: Georgia – España

Dani Olmo evita la catástrofe

georgia españa
España ganó 1-2 a Georgia con un gol postrero de Dani Olmo.
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Dani Olmo evitó in extremis que la España de los ninis se la pegara en Georgia. Pero sí, esta España está muy verde. Más que una selección, es una seleccioncita, con muchachos que saben pasarse la pelota, pero que aún tienen que jugar muchos partidos internacionales para que les salga barba así en plan Sergio Ramos. Menos mal al final nos llevamos los tres puntos de Georgia, que es lo que cuenta.

Fuera por premeditación o por mosqueo el caso es que Luis Enrique plagó su once de cambios. Siete para ser exactos. Del discreto, por ser generosos, partido de España contra Grecia sólo repetían el portero (Unai Simón) y tres jugadores de campo: Busquets, Ferran y Morata. Baste con decir que hasta Sergio Ramos se quedaba en el banquillo para tomar conciencia de lo profunda de la rotación del equipo español.

Por ir situando al personal. Los laterales eran Porro (poca broma) y Alba. Los centrales Diego Llorente y Eric García. Por delante el indiscutible Busquets flanqueado por el músculo de Fabián y la imaginación de Pedri, ese muchacho flaquito y liviano que baila con la pelota. Arriba repetía Ferran en un costado, el debutante Bryan Gil en el otro, mientras que Morata también volvía a ser la referencia ofensiva de la selección española.

Empezó la cosa y, casi al tiempo que a Alonso se le rompía el Renault, España comenzó a dominar a Georgia, algo tan evidente como la subida de impuestos para un podemita. El duelo tenía ritmo por parte española, porque los georgianos defendían en lo que los panenkitas llamarían bloque bajo. La gente normal lo llamamos meterse atrás.

Ferran tuvo a los diez minutos la primera ocasión para La Roja. La jugada la había agitado Bryan Gil con el descaro de un jubilado colándose en una cola. El disparo final del extremo del City lo repelió no sin apuros el meta Loria. La única mala noticia para España eran los nervios atrás que se tradujeron en sendas amarillas para Llorente y Porro por cortar sendas contras.

España manda… y se lía

España se desconectó del partido como por ensalmo. Georgia pasó a dominar con un fútbol directo y vertical. Una buena mano de Unai Simón evitó que el cabezazo de Zizivazde acabara en gol y en disgusto para Luis Enrique. Georgia avisaba de que no estaba dispuesta a acomplejarse ante el equipo de Luis Enrique.

Pasaron los minutos y España no conseguía ni mandar ni gobernar el partido. Era un correcalles, una taquicárdica ida y vuelta, un encierro en el que los georgianos eran los miuras y los españoles los mozos que corrían para sortear las cornadas. El partido se había puesto feo y peliagudo al tiempo. Se mascaba la tragedia.

Se mascó y se consumó en el 43 cuando una contra de Georgia, que condujo Kitehisvili por la alfombra verde sin que nadie le saliera al paso, acabó de la peor forma posible. Kavaratskhelia le ganó la espalda a Porro, se internó dentro del área y batió por bajo a Unai Simón con un tiro raso y seco. El 1-0 era merecido, las cosas como son. Y así, con Luis Enrique echando humo por las orejas y el personal encendido, nos fuimos al descanso.

Iguala Ferran

Del que regresamos con un cambio en las filas españolas. Entró Iñigo Martínez y se fue el amonestado Diego Llorente. También Dani Olmo suplió a Bryan Gil, de lo más potable de la selección en la primera mitad. Cambió la actitud de España, que empezó a ocupar las bandas y así llegó el 1-1 en el 56. Lo marcó Ferran Torres después de aprovechar una magnífica jugada por banda izquierda de Jordi Alba. Respiraba España. Y Luis Enrique.

España, que ya tenía a Thiago en el campo por Fabián, tocaba la pelota pero seguía sin manejar el partido. Georgia se defendía sin sufrir apenas. Luis Enrique metió a Marcos Llorente por Pedro Porro. Cambio raro poner un centrocampista de lateral derecho. Y luego a Oyarzabal por Busquets, por lo que pasó a Thiago al puesto de mediocentro defensivo.

Apretó España hasta el final en busca de una victoria que se antojaba crucial para la clasificación. Cuando todo pintaba peor, cuando parecía perdido, cuando se venía otra crisis del siglo, apareció Dani Olmo, que se sacó un tiro desde la frontal que, con la colaboración del portero de Georgia, acabó dando a la selección española una sufridísima victoria en Tiblisi.

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