¿De dónde saca el Barça el dinero?
El Barcelona tuvo que recurrir a diferentes vías externas para poder financiar el fichaje de Antoine Griezmann, hipotecándose a corto plazo. Una de las fórmulas que usó fue la petición de un crédito por valor de 35 millones. La otra, adelantar futuros pagos de ventas de jugadores a entidades financieras.
El fichaje de Antoine Griezmann se demoró bastante en el tiempo. Todo, absolutamente todo, apuntaba a su fichaje por el Barça. Que el francés acabaría vestido de blaugrana te hacía incluso perder dinero en las apuestas. Era un hecho. Pese a ello, la oficialidad de la operación no llegó hasta el pasado viernes 12, día en el que se abonó la cláusula de rescisión del delantero en las oficinas de la Liga, dándole efecto a la especulación, esos 120 millones de euros –aunque los abogados colchoneros insistan en que debieron ser 200–. Ya era culé. El pasado domingo fue presentado como tal ante los medios, con Josep Maria Bartomeu como escolta.
«El club ha pedido un crédito a seis meses sin garantías por un valor de 35 millones de euros y los 85 millones restantes anticipando facturas de jugadores que deben cobrarse», era esta la fórmula que usaba el presidente blaugrana para explicar cómo se había gestado el fichaje de Griezmann en término económicos, esos 120 millones de euros. Una explicación que deja muy a las claras la situación financiera real de la entidad culé. Un tanto peligrosa a la vez que preocupante.
La táctica usada por el Barça para acometer la operación de Griezmann, la cuál se ha demorado en el tiempo precisamente por esto, por la búsqueda activa de dinero con fórmulas para llevarla a cabo, deja muy cristalino una puntualización: las arcas del Camp Nou están bajo mínimos. El Barcelona ha tenido que recurrir a dos vías externas para financiar el fichaje del francés. Primero la petición de un crédito de 35 millones de euros, que tendrá que pagar en seis plazos sin intereses.
Segunda fórmula: factoring. Es empleada habitualmente por diferentes equipos pero deja una vez más en evidencia la poca liquidez de la que dispone el club blaugrana. No es más que la anticipación de futuros cobros de jugadores, los cuales están pendientes de pagos –como puede ser el de André Gomes–. Pero no deja de ser otra medida de anticipación de efectivo que tendrá que ser devuelta posteriormente a la entidad financiera en cuestión. La traducción también es preocupante: pagos que estaban previstos en el futuro, están siendo anticipados a día de hoy. En otros términos, se están hipotecando.
¿Y qué piensan hacer con Neymar?
Todo esta situación sorprende más aún con la predisposición existente en el Barcelona al fichaje de Neymar. El quebradero de cabeza –y financiero– que ha supuesto el fichaje de Antoine Griezmann a los culés ha quedado patente y llama la atención. Se habla de una tasación de 222 millones por parte del Paris Saint Germain con el astro brasileño, que solo sería rebajada si en ella entran algunos futbolistas, vía que plantean los culés para reducir el montante final de éste, única vía actual para acometer su fichaje.
La predisposición es real, ya lo aseguró Bartomeu, que apuntaba también a las dificultades en la negociación con el PSG. Si 120 millones fueron difíciles de reunir para los culés, tras un crédito y adelantamientos de futuras ventas, el fichaje de Neymar se antoja complicado para sostener la viabilidad económica de club blaugrana, con el Fair Play Financiero tan pendiente de cada movimiento.