Cooper Flagg, el adolescente que supera a LeBron James y se postula como la próxima gran figura del baloncesto americano en la NBA
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El pasado martes, la NBA fue testigo de uno de esos momentos que marcan el cambio de una era. Cooper Flagg, con apenas 18 años, ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad arrolladora tras su histórica actuación en la derrota de sus Dallas Mavericks ante los Utah Jazz (133-140).
En una exhibición de talento sin precedentes para un novato, el joven alero alcanzó los 42 puntos, estableciendo su récord personal y rompiendo uno de los tantos récords de precocidad que ostentaba hasta el momento el que para muchos es el mejor jugador de todos los tiempos, LeBron James.
Superando el listón de las leyendas
La cifra no es solo un número; es un hito estadístico que lo sitúa por encima de nombres sagrados. Con esta actuación, Flagg ha superado la marca de anotación precoz que LeBron ostentaba para un jugador de su edad, consolidándose como el jugador más joven de la historia de la NBA en anotar 40 o más puntos en un partido.
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Sin embargo, lo que más impresiona de Cooper, no es el volumen de puntos y su cantidad de recursos ofensivos, sino su dominio en el otro lado de la cancha, donde está demostrando que es capaz de defender a nivel élite en cualquier posición. Todo ello, acompañado además de una madurez impropia para alguien de su edad con la que ya desde su año rookie se está adueñando de una franquicia como la de los Mavs.
El estandarte de una generación de oro
Elegido como el número 1 del Draft, Cooper Flagg llegó a la NBA bajo una presión asfixiante tras una fulgurante temporada como rookie en la Universidad de Duke. Se le considera el líder de una de las promociones más cargadas de talento de la última década, una generación que promete devolver el protagonismo al baloncesto estadounidense tras años de dominio internacional.
Llegar a la liga con 18 años y dominar de esta manera confirma por qué las expectativas eran y son tan elevadas:
- Versatilidad absoluta: su capacidad para anotar desde cualquier posición y su dominio defensivo lo convierten en el prototipo de jugador total.
- Mentalidad ganadora: a diferencia de otros novatos, Flagg ha asumido el rol de referente en su franquicia desde el primer minuto, sin miedo a jugarse los balones decisivos frente a estrellas consagradas.
El nuevo rostro del baloncesto americano
Hacía años que el baloncesto estadounidense no encontraba una figura blanca con este potencial de dominio global. Flagg no solo destaca por sus condiciones físicas, sino que también lo hace por una comprensión del juego que recuerda a las grandes leyendas de antaño.
Su actuación ante Utah es la confirmación de que la NBA tiene un nuevo dueño en ciernes; un joven que no ha venido solo a aprender, sino a demostrar que es un talento de esos que solo se ven una vez en la vida y heredar el trono de los iconos que, pese a haber dominado la liga los últimos 15/20 años, se encuentran en el ocaso de sus carreras como LeBron, Durant o Curry.
El debate ya no es si Cooper Flagg será una estrella, sino hasta dónde podrá llegar su techo en una liga que parece rendirse a sus pies apenas unos meses después de su debut.