El Barcelona pagó 7,6 millones al ex número dos de los árbitros

El ‘caso Negreira’ cumple un año: todo lo que debes saber sobre el mayor escándalo del fútbol español

Hace un año se destapaba el pago de 7,6 millones de euros del Barcelona a Enríquez Negreira

El club, sus últimos presidentes, el ex número dos de los árbitros y su hijo están imputados por corrupción deportiva

caso Negreira
José María Enríquez Negreira
Hugo Carrasco

El 15 de febrero del pasado año, se destapó el mayor escándalo de la historia del fútbol español y, probablemente, mundial. Se conocía que el Barcelona había pagado a José María Enríquez Negreira un total de 1,4 millones de euros durante los años 2016 y 2018, cuando era vicepresidente de los árbitros. Los pagos estaban acreditados por la Agencia Tributaria y, después, se conocería que el periodo en el que el Barça tuvo a sueldo al número dos del arbitraje se remonta a 2001 y que la cantidad total ascendía a 7,6 millones a lo largo de esos 17 años.

En las investigaciones relacionadas con el caso Negreira, el principal protagonista de la trama había reconocido ante Hacienda que el objetivo del club al pagarle era «que no se tomaran decisiones en su contra». Una declaración que no ha vuelto a repetir, puesto que ante la Guardia Civil se aferró a una demencia que le impedía recordar lo sucedido y evitar así su imputación. Sin embargo, el juez Aguirre, instructor del caso, le ha citado a declarar como imputado al comprobar por un examen pericial que sus problemas cognitivos no son lo suficientemente severos como para que haya olvidado lo sucedido durante aquella etapa.

En un primer momento, el Barcelona alegó que los pagos se debían a unos supuestos informes arbitrales que elaboraban tanto Negreira como su hijo, Javier Enríquez, y que se cobraban mediante las empresas de ambos. Los pagos que recogía la Agencia Tributaria aparecían bajo el concepto de esos supuestos análisis, algunos de ellos sobre partidos internacionales de Eurocopa o Mundial. Sin embargo, ninguno de los últimos entrenadores del Barça que han sido preguntados al respecto, como el Tata Martino o Ernesto Valverde, llegaron a recibir nunca esa información.

En un primer momento, se dio a entender, tanto desde el club como desde el colectivo arbitral, que Negreira apenas tenía peso en el Comité que vicepresidía. Aunque las investigaciones posteriores han desmontado esa teoría. La influencia del ex árbitro era más que notoria, puesto que era uno de los encargados de valorar la actuación de los colegiados en activo y decidir quién ascendía, quién descendía y quién se convertía en árbitro internacional. Así lo han revelado los registros llevados a cabo en la sede del CTA, en los que se encontraron calificaciones firmadas por Enríquez Negreira.

Según la Fiscalía, esos pagos a Negreira fueron «una auténtica remuneración no prevista en los estatutos del club ni aprobada por la Asamblea General». «En definitiva, dichas percepciones no tuvieron soporte legal ni estatutario alguno», concluían de forma contundente. Afirmaron también que lo que se buscaba eran «actuaciones tendentes a favorecer al Barcelona en la toma de decisiones de los árbitros en los partidos».

Directivos implicados en el ‘caso Negreira’

La implicación de hasta cuatro directivas del Barcelona en esos pagos, que perduraron desde la etapa de Joan Gaspart, hasta la de Josep María Bartomeu, siendo incrementados en su día por Joan Laporta y Sandro Rosell, llevaron a la imputación de los tres últimos mandatarios del club. Además, Oscar Grau y Albert Soler, ex directivos de la entidad, también están imputados. Además, éste último fue después director general del CSD y bajo su mando se cambió la Ley del Deporte, en la que no se modificaron las penas para los delitos considerados muy graves, aunque la Audiencia de Barcelona ha desestimado el imputarle por un delito de prevaricación.

Sí que están imputados por delitos de corrupción deportiva continuada en el deporte. Y, es que, las sospechas del juez instructor del caso se centran en que los pagos del Barça buscaban influir en las decisiones arbitrales, aunque alejados de los métodos tradicionales de la compra de partidos. «Los pagos produjeron los efectos arbitrales deseados por el Barcelona, de tal manera que debió existir una desigualdad en el trato con otros equipos y la consiguiente corrupción sistémica en el conjunto del arbitraje español», deducía el juez Aguirre.

La influencia del ex vicepresidente

La relación de los Negreira, padre e hijo, con el colectivo arbitral era más que evidente. Al igual que el poder que manejaba el ex número dos de los árbitros durante su etapa en activo. A pesar de lo que han tratado de dar a entender desde el Barcelona y desde el CTA, su influencia era tal que se reunía con los colegiados antes y después de los partidos para cenar, como sucedió con Iturralde antes de un Clásico en el Camp Nou. Además, Javier Enríquez pasaba a recogerles al hotel para trasladarles al estadio y tomaba café con el equipo arbitral, así como con el encargado de evaluarles.

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