El juez cita como imputado a Negreira tras descartar que esté incapacitado para declarar
El magistrado concluyó que, pese a que Enríquez Negreira sufre algún deterioro de memoria, conserva las facultades mentales para ser enjuiciado
El juez Joaquín Aguirre ha citado a declarar como investigado al ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira por los pagos que recibió del FC Barcelona. El magistrado concluyó que, pese a que sufre algún deterioro de memoria –dijo padecer Alzheimer–, conserva las facultades mentales para ser enjuiciado.
En un auto, el titular del juzgado de instrucción número 1 de Barcelona acuerda la citación de Negreira, el primero de los investigados por esos pagos que ascendían a 7,6 millones de euros entre 2001 y 2018, para el próximo 21 de febrero. El ex número dos de los árbitros ha sido llamado a declarar en sede judicial, tras recibir el informe de los forenses que lo exploraron para determinar si sufre síntomas de demencia.
Dicha exploración por parte de los forenses del Instituto de Medicina Legal de Cataluña la encargó el magistrado para contrastar el informe que había presentado la defensa de Negreira, que alegó que el ex colegiado, de 78 años, sufre un deterioro cognitivo que le incapacita para poder afrontar un proceso penal. La defensa del ex árbitro alegó en su día que su defendido sufría un principio Alzheimer para evitas cualquier hipotética comparecencia de Negreira ante la justicia.
Negreira alega que sufre «demencia leve»
La defensa presentó un informe médico alegando su deterioro de memoria, pero la Fiscalía Provincial de Barcelona decidió actuar y solicitó su propio informe a los forenses del Instituto de Medicina Legal de Cataluña. Tras evaluar la salud del ex colegiado, el juez considera que Enríquez Negreira conserva las facultades mentales para poder declarar por un presunto delito de corrupción entre particulares.
El juez instructor encargó esa exploración para confirmar no solo la demencia que Negreira alega sufrir, sino también para determinar si estará en condiciones de ser interrogado como investigado y, en un futuro, responder ante un eventual juicio. La defensa de Negreira esgrimió un informe del Alzheimer Center de Barcelona –uno de los centros de referencia en el tratamiento de esta enfermedad degenerativa– que certifica que el ex árbitro sufre una «demencia leve», con alteración de la memoria o el lenguaje, pero permanece parcialmente orientado «en tiempo, espacio y persona».
Una vez la denuncia de Fiscalía ya estaba en manos del juzgado, Daniel Pérez-Esqué, abogado de Negreira, presentó otro documento ante el magistrado instructor en el que reiteraba la situación de incapacidad del ex colegiado, remitiéndose al informe del Alzheimer Center. El ex vicepresidente del CTA pasó una primera exploración forense el pasado 10 de octubre, cuando sufrió una caída ante las cámaras de la prensa en el momento en que se disponía a entrar en la sede del Instituto Legal, acompañado de su esposa.
Posteriormente, el magistrado pidió al IMLCF una ampliación de su informe forense para determinar el alcance del deterioro de memoria que alega Negreira, lo que le obligó a pasar por un segundo reconocimiento médico. Además de Enríquez Negreira, en la causa por los pagos del Barça están investigados el presidente del Barcelona, Joan Laporta, y sus predecesores en el cargo Sandro Rosell y Josep Maria Bertomeu, así como otros ex directivos del club azulgrana y el hijo del ex vicepresidente del CTA.
El pasado mes de septiembre, el instructor dictó un auto en el que acordaba imputar un delito de cohecho a los denunciados en el «caso Negreira», que se suma así a los de corrupción entre particulares en el ámbito deportivo, administración desleal, falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales que hasta ahora se les atribuían.
El juez sospecha que los pagos del Barcelona al ex árbitro y a su hijo –cerca de 7 millones de euros entre los años 2001 y 2018– pudieron obedecer a una «forma novedosa de posible retribución ilegítima a árbitros de fútbol», en un contexto de una «posible corrupción sistémica en el seno del CTA» en la época en que Negreira era vicepresidente de este organismo