El Barça y el PSG también quieren a Coutinho
Philippe Coutinho va a ser, quizá junto al argentino Dybala, el jugador más deseado del próximo verano. Al brasileño se le ha quedado pequeño el Liverpool y su salto a uno de los clubes que forman el G8 del fútbol europeo parece inevitable. Tal como adelantó DIARIO MADRIDISTA este viernes, Zidane está enamorado del crack brasileño, que podría ser un jugador que encajaría en el Real Madrid que viene.
Pero el club blanco no es el único que está siguiendo a Coutinho, sin duda el jugador que está poniendo patas arriba la Premier. Tanto el Barcelona como el PSG están dispuestos a ir a por el brasileño si el Liverpool lo pone en el mercado. De momento, el club red ya le ha tasado en 75 millones ante el aluvión de rumores que sitúan a Coutinho fuera de Anfiled el próximo verano.
El precio, desde luego, no parece impagable para ninguno de los clubes ricos del fútbol europeo, más aún teniendo en cuenta que Coutinho tiene sólo 24 años y que es uno de los pocos cracks del fútbol mundial que no juega en uno de esos clubes, como el Real Madrid o el Barcelona, que no vende a sus estrellas.
En el PSG ven a Coutinho como la gran estrella que pueda llenar el vacío que dejó la marcha de Ibrahimovic. Después de las calabazas de Neymar y de un verano austero en fichajes con la llegada de Emery, el jeque Al-Khelaifi parece dispuesto a tirar otra vez la casa por la ventana para convertir al club parisino en el mejor de Europa.
En el Barcelona creen que Coutinho puede ser su nuevo Iniesta. El genio español, a sus 32 años, emprende la cuesta abajo de su carrera, por no hablar de su propensión a las lesiones musculares. En Can Barça asumen que el fichaje de André Gomes ha sido un fiasco y encargarán a su agente, Jorge Mendes, que le busque equipo para la próxima temporada, aunque sea cedido. Además, creen que el brasileño del Liverpool sería un jugador que encajaría perfectamente en su estilo de juego.
Así que el Real Madrid ya sabe que tendrá que remangarse este verano si quiere fichar a Coutinho porque al brasileño le sobran pretendientes. Encima, todos dispuestos a poner sobre la mesa una buena dote.