Bale, el especialista en las finales: tres goles en cuatro duelos

Gareth Bale es sinónimo de gol cada vez que el Real Madrid disputa una final. El galés ha marcado en tres de los cuatro partidos que decidían un título para el conjunto blanco desde su llegada en el verano de 2013 y este sábado quiere seguir con la racha.

Su rival por la Champions League, el Atlético de Madrid, ya sabe cómo se las gasta el Expreso de Cardiff en este tipo de citas. La última vez que se enfrentaron ambos equipos en una final, en Lisboa hace dos ediciones de la competición, Bale fue el autor del tanto que certificaba la remontada blanca en la prórroga y allanaba el camino de la Décima.

Bale apenas había estado presente en una final hasta su llegada al Real Madrid. La Copa de la Liga de 2008 era el título en cuestión y el Tottenham vencía al Chelsea (2-1) sin ningún minuto del galés sobre el tapete en su primera temporada en el nordeste de Londres.

Tras seis temporadas de enorme progresión en los Spurs, el conjunto blanco se lanzó a por el fichaje del recién nombrado mejor jugador de la Premier, pagando cerca de 100 millones de euros.

Los casi tres cursos que completa en el Real Madrid de altibajos por sus lesiones son compensados con sus apariciones a la hora de la verdad.

La cabalgada que lo empezó todo

16 de abril de 2014, el Real Madrid se enfrentaba al Barça por un título: la Copa del Rey. El escenario, Mestalla, no podía contemplar a la famosa BBC en la lucha cuerpo a cuerpo con Messi y Neymar por la lesión de Ronaldo.

Sin embargo, cuando parecía que la final se iba a ir a la prórroga tras los tantos de Di María y Bartra, apareció Bale. El galés quitó las pegatinas del defensa azulgrana en la banda con una tremenda velocidad, batiendo a Pinto ya dentro del área en el minuto 88.

El propio galés reconoció al término de la misma no creerse todavía lo sucedido: «Ha sido el gol de mi vida».

La confirmación de la Décima

Un mes, una semana y un día después, el Real Madrid volvía a otra final, en este caso la de la Champions con el Atlético como rival. 12 años sin disputarla y su contrincante que todavía no tenía este título en sus vitrinas, hacía que no hubiera favoritos.

Sergio Ramos rescató al conjunto blanco en el minuto 93 para empatar el partido y mandar el mismo a la prórroga cuando los rojiblancos ya celebraban la primera Orejona de su historia tras el gol de Godín.

Ya en el tiempo extra, Bale volvió a aparecer en el momento y lugar indicado para empujar una extraordinaria jugada de Di María. El galés lograba el tanto en el rechace de Courtois que significaba la remontada del Real Madrid y allanaba ya de paso el camino a la Décima.

En Cardiff, ciudad natal de Bale, se celebraba el primer torneo oficial de la temporada: la Supercopa de Europa (12-08-2014). En el mismo, el Real Madrid volvía a tener un rival español enfrente, el Sevilla.

Aunque Bale estuvo con la pólvora seca durante el encuentro, sí asistió a Cristiano en el doblete que significó otro nuevo título en la era Ancelotti.

No falló en Marrakech

En la última final hasta la fecha del Real Madrid, el Mundialito de Clubes de 2015, Bale volvió a ver puerta tras el paréntesis de la citada Supercopa.

El 20 de diciembre de 2014, el conjunto blanco era pura sinfonía y precisamente después de la conquista de dicho título ante San Lorenzo de Almagro (2-0) empezaría la debacle.

Todavía en la misma, el galés tuvo tiempo de firmar otro gol en una final tras un buen pase de Isco y un disparo centrado que el portero argentino se encargó de hacer bueno con una cantada antológica. Esta escarapela de campeones del mundo de clubes resultaría ser maldita en un año en blanco tras el doblete en el que Bale fue más que protagonista.

Este sábado, Bale tiene otra oportunidad de demostrar que esta pesadilla llega a su fin. El estadio, San Siro, ya le vio confirmarse como una estrella mundial en 2010 con un hat-trick en la derrota del Tottenham frente al Inter (4-3).