El Atlético cierra la Champions
El Atlético de Madrid se impuso por 2-1 al Alavés en el partido correspondiente a la jornada 32 de la Liga Santander y deja encarrilada su clasificación para la próxima edición de la Champions
Saúl y Diego Costa hicieron los goles del Atlético de Madrid, mientras que Joselu maquilló el marcador con un gol en el tiempo de descuento
El Atlético de Madrid ha vuelto oficialmente a la vieja normalidad. Los hombres del Cholo Simeone se impusieron 2-1 al Alavés gracias a un gol de Saúl y a otro de Diego Costa desde el punto de penalti, antes de que Joselu, también desde los once metros, hiciese el de los visitantes. Los rojiblancos se aferran así a la tercera plaza, esa que se ha convertido en la marca mínima de cada temporada.
Volvían los colchoneros a su estadio, otro partido más sin su gente y ese ambiente especial, pero con todos atentos delante del televisor para ver a los hombres de Simeone en un encuentro en el que podían ir encarrilando la tercera plaza tras el pinchazo del Sevilla y de los otros rivales durante estas jornadas. A la vuelta de la esquina estaba el choque del Camp Nou, pero todos nos sabemos eso del partido a partido y el Cholo solo guardó a Llorente de los cuatro apercibidos. Primero había que llevarse los tres puntos ante el Alavés.
De esa forma, Savic, Koke y Morata salían de inicio pese a estar a una cartulina amarilla de perderse el próximo partido ante el Barcelona. Oblak estaba en portería y Trippier y Lodi en los carriles. El inglés, en el derecho y el sobrante para el brasileño. Junto al montenegrino en el eje de la zaga estaba un Jose María Giménez que ha estado imperial desde el regreso de la Liga. Saúl y Thomas formaban en el mediocentro y Correa y el capitán colchonero en los costados. Delante, Joao Félix y Morata.
Delante estaba un Alavés poco reconocible. Garitano metía nueve caras nuevas pensando más en los próximos partidos, los que realmente considera que son su liga y en los que pretende puntuar para lograr la permanencia, algo que ya ha conseguido casi de forma virtual tras los pinchazos de los de abajo. Los babazorros se encerraron. Era más fácil abrir una lata de anchoas sin un abrelatas que superar la zaga del equipo visitante.
El Atleti no encuentra el camino
Y es que el Atlético tenía el control del partido, prácticamente siempre jugando en campo rival. El problema, que el Alavés entero esperaba. En ocasiones se formaba una línea de 6 defensas -entre los que estaba Tachi, viejo conocido de los rojiblancos- y cuatro centrocampistas que bloqueaban cualquier intentona para después intentar armar alguna contra. Pese a esto, un balón se fue rozando el palo tras un cabezazo de Morata, al igual que otra ocasión en la que lo intentaba era Joao Félix de tijereta. Viendo la muralla, hasta Saúl lo intentó desde fuera del área.
Tras el tiempo muerto para la hidratación se bajó un poco el ritmo del partido, pero era el Atlético el que seguía dominando, pero sin lograr incomodar a Pacheco. La más clara del primer acto, un pobre disparo de Aleix Vidal que atrapó Oblak sin ningún tipo de problemas. Y justo antes del descanso amarilla para Pere Pons por una dura entrada a Saúl, que era más merecedora de roja, pero que ese VAR que no funcionó casi hasta el minuto 20 no mandaron a Melero López a ver las imágenes.
Llorentedependencia
En la reanudación se siguió el mismo guion. El Atlético dominaba pero no encontraba el camino para abrir la lata. Para ello salieron al campo Llorente y Diego Costa. Se iban Correa y Morata, que al no ver la amarilla podrá estar en el Camp Nou. Y el ’14’, que sigue en estado de gracia, sufrió una falta en la banda derecha a los pocos minutos de ingresar al terreno de juego. Trippier era el responsable de colgar el balón. Activó el UAV, miró con el francotirador y puso la bola en el sitio perfecto para que Saúl, con un testarazo, batiese a Pacheco.
Y como decíamos, el centrocampista reconvertido en delantero y el ariete hispanobrasileño salieron para ganar el partido. Llorente estaba en estado de gracia, todo lo contrario de los tiempos que corren para el VAR. Este sistema cada vez está mostrando más carencias y así, a juicio de un servidor, se vio en el Metropolitano. No hay que quitar mérito a la carrera de un Marcos que se ha convertido en el jugador más en forma de la Liga. Una internada que terminó con Duarte derribando al ’14’ fuera del campo después de que el zaguero tocara el balón. Ni fue a verlo Melero López. Nada. El balón al punto de cal… y Diego Costa que engaña a Pacheco y hace el segundo del Atlético.
La alegría se esfumó en el Atlético después de que Stefan Savic viese la cartulina amarilla. El montenegrino no estará en el Camp Nou, por lo que un tocado Mario Hermoso o un Felipe sin rodaje, tengan que formar la pareja en el eje de la zaga con Giménez. Y tampoco Koke, que en el tiempo de descuento cometió otro penalti más que dudoso y vio su quinta amarilla. El capitán realizó una de esas acciones que están de moda: tirarse al suelo por debajo de la barrera. El cuero chocó en su cara y luego en la mano. Tampoco se fue a ver. Joselu asumió la responsabilidad y superó a Oblak, rompiendo así la racha del esloveno de dejar porterías a cero. Y tras el gol, unos minutos en los que nada sucedió. Pitido final, el himno resonando en el Metropolitano y tres puntos que permiten a los de Simeone agarrarse a la tercera plaza y dejar encarrilada la clasificación para la Champions.