Así es el ‘feminismo’ de Tebas y Aganzo: impugnan el TAD con más mujeres de la historia
David Aganzo se jactaba la semana pasada de haber sido el paladín del primer Convenio del Fútbol Femenino. El presidente de la AFE salió en todas las instantáneas en una imagen que le reforzó de cara al público femenino. Unos días más tarde, el dirigente ha impugnado junto a su socio Javier Tebas el nombramiento de cuatro nuevos miembros del Tribunal Administrativo del Deporte, el organismo encargado de dictaminar si se adelantan o no las elecciones a la presidencia de la Federación Española de Fútbol.
Pilar Juárez Perez y Santiago Areal Ludeña, a petición de la presidenta del Consejo Superior de Deportes, y Eva María Fernández Cifuentes y Beatriz Rodríguez Villar, a propuesta de las federaciones, fueron los cuatro elegidos para renovar al TAD. Por primera vez en la historia, el organismo iba a contar con mayoría femenina en un hito histórico para el deporte español.
Tebas y Aganzo, sin embargo, han impugnado estas designaciones al considerar que no benefician a sus intereses. Las salidas de María Lidia García Fernández, Manuel Delgado, Koldo Irurzun y Julia Calvo Triviño –los últimos vestigios de la época de Miguel Cardenal– han dejado al presidente de la Liga sin influencia dentro del organismo que arbitra el deporte español. Cardenal, ahora empleado de Mediapro e íntimo de Tebas, le ha dicho a su amigo que impugne o que las elecciones a la presidencia de la Federación se adelantarán a este primer semestre inevitablemente, como también pasará con baloncesto.
Iker Casillas, viendo que las cosas se están poniendo feas, ha empezado a dudar sobre la idoneidad de su candidatura a la presidencia. Así se lo ha trasladado a sus allegados e incluso a David Aganzo. El portero está viendo que por mucho que algunos medios de comunicación y encuestas le den por ganador hay mucho trabajo que hacer para alcanzar el puesto de Luis Rubiales.
Resulta curioso que Tebas y Aganzo se muestren tan firmes contra el nombramiento de tres mujeres para el Tribunal Administrativo del Deporte. Era la oportunidad idónea para hacer historia y dar un nuevo rumbo al derecho deportivo español. Así lo veía la Secretaria de Estado para el Deporte, Irene Lozano, quien se ha llevado una enorme decepción viendo cómo impugnan sus primeras decisiones al frente del CSD.