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Llevas estudiando mal toda la vida: una experta en Harvard tiene el truco definitivo

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Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Estudiar de manera efectiva es un desafío para muchas personas. A lo largo de la vida, muchos de nosotros hemos pasado horas frente a los libros, pero sin lograr los resultados esperados. Ya sea por falta de concentración, dificultad para retener información, o incluso por problemas de organización, a veces parece que no importa cuántas horas dediquemos al estudio, los resultados no siempre son los mejores. Sin embargo, lo que a menudo no sabemos es que la forma en que estudiamos puede ser tan importante como el esfuerzo que ponemos.

Sin embargo, el aprendizaje no tiene por qué ser tan complicado o frustrante. La psicóloga y académica Jessie Schwab, especialista en ciencias del aprendizaje, ha dedicado gran parte de su carrera a entender cómo funciona el cerebro al momento de estudiar y a cómo los estudiantes pueden mejorar sus habilidades para aprender de manera más profunda y duradera. En su trabajo en el Centro de Enseñanza y Aprendizaje de la Universidad de Stanford, Schwab ha identificado una serie de factoras que pueden transformar el modo en que abordamos el estudio.

La guía definitiva para estudiar mejor

Si bien el concepto de estudiar bien parece simple, la realidad es que muchos de nosotros hemos pasado años aplicando técnicas ineficaces. Según Jessie Schwab, el estudio no debe ser algo pasivo, sino un proceso activo que involucre la mente de manera más integral.

1. Crear dificultades deseables

Uno de los mayores errores que cometemos al estudiar es tratar de hacer que el proceso sea lo más fácil posible. A menudo nos concentramos en técnicas para estudiar rápidamente, pero que no necesariamente fomentan un aprendizaje profundo. La memorización es un ejemplo claro de esto. Aunque memorizar información puede darnos la sensación de que estamos aprendiendo, sin una comprensión profunda, ese conocimiento se desvanece rápidamente de nuestra memoria.

En cambio, Schwab sugiere que el estudio debe ser un proceso activo, lo que significa que debemos generar «dificultades deseables». ¿Qué quiere decir esto? En lugar de sólo leer y releer el material, Schwab recomienda que pongamos a prueba nuestro conocimiento. Esto implica hacernos preguntas, generar mapas mentales o enseñar lo que hemos aprendido a otra persona.

2. No ‘empolles’

El «empollar» o estudiar de forma intensiva la noche antes de un examen es una práctica muy habitual, pero totalmente ineficaz. Aunque puede parecer una solución rápida para aprobar un examen, este tipo de estudio no favorece un aprendizaje duradero ni ayuda a consolidar la información en la memoria a largo plazo.

En lugar de estudiar todo de una sola vez, Schwab recomienda distribuir las sesiones de estudio a lo largo del tiempo. Este enfoque, conocido como «espaciado» o «distribución de la práctica», es mucho más efectivo para la consolidación de la memoria. La clave es revisar el material de manera regular, dándole tiempo a nuestro cerebro para procesar y asimilar la información.

3. Establecer objetivos SMART

Una de las claves para mantenerse enfocado y motivado es tener objetivos claros y alcanzables. Schwab propone utilizar el método de los objetivos SMART, que son específicos, medibles, alcanzables, relevantes y con un tiempo determinado.

Los objetivos SMART son una buena manera de mantener el control sobre lo que estás estudiando y asegurarte de que no estás perdiendo tiempo. Por ejemplo, en lugar de decir «Voy a estudiar matemáticas», puedes establecer un objetivo más concreto: «Voy a estudiar el capítulo 5 de álgebra de 15:00 a 16:00 horas el lunes». Este tipo de metas hacen que el estudio sea más eficiente.

4. Hacer pausas y utilizar la técnica de entrelazado

Estudiar durante largas horas sin descansos no sólo es ineficaz, sino que también puede ser contraproducente. Schwab recomienda hacer pausas regulares para evitar la fatiga mental. Un buen enfoque es estudiar durante 50 minutos y luego tomar un descanso de cinco a diez minutos.

Además, Schwab sugiere usar la técnica de entrelazado o «interleaving». En lugar de estudiar un solo tema durante mucho tiempo, el entrelazado consiste en cambiar de tema durante las sesiones de estudio. Por ejemplo, si estás estudiando matemáticas y luego historia, puedes alternar entre ambos durante la misma sesión. Este método obliga al cerebro a estar constantemente activo y a adaptarse a diferentes tipos de contenido, lo cual mejora la retención y la capacidad para aplicar los conceptos en diversos contextos.

5. Buddy System

Por último, Schwab destaca la importancia de estudiar con un compañero. El sistema de compañero de estudio o «Buddy System» es una buena forma de mejorar la comprensión de un tema. Trabajar con alguien permite intercambiar ideas, explicar conceptos y apoyarse mutuamente.

Estudiar con un compañero también puede hacer que el proceso de aprendizaje sea más ameno y motivador. Además, enseñar a otra persona lo que has aprendido refuerza tu propio conocimiento, ya que te obliga a comprender el material en un nivel más profundo.

En definitiva, estudiar de manera inteligente, no más horas, es clave. Con las estrategias de Jessie Schwab, puedes mejorar tu enfoque, disfrutar del aprendizaje y lograr resultados más profundos y duraderos con práctica constante.

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