Servicios Sociales realiza a la menor abusada por el marido de Oltra una prueba de droga al poco de parir
La situación que vive Teresa, la joven que siendo menor fue abusada por el marido, entonces, de la ex vicepresidenta valenciana y ex consejera de Igualdad y Políticas Inclusivas Mónica Oltra está llegando a límites extremos. Horas después de dar a luz en el hospital La Fe de Valencia, fue requerida por trabajadoras sociales del hospital para que tanto ella como su bebé recién nacido se sometieran a una prueba de orina por indicación de «Servicios Sociales», según sostiene Teresa. La joven ignora de qué servicios sociales -si de Consejería o del Ayuntamiento de Catadau- partió la orden. Ella accedió porque desconocía y nadie le informó de que podía negarse. Tanto Teresa su abogado consideran que «estaban buscando restos de droga».
El relato de los hechos al que ha tenido acceso OKDIARIO no es de tercera persona, sino de la propia Teresa. Y supone una muestra más del calvario en que se ha convertido su vida, que se ha acentuado desde la dimisión de Mónica Oltra tras ser imputada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana por los supuestos delitos de prevaricación, abandono de menores y omisión del deber de perseguir delitos en el caso que investiga si cargos y/o personal de su Consejería supuestamente ocultaron las denuncias de la menor abusada por el marido, entonces, de la ya ex vicepresidenta valenciana.
Los hechos
Todo comienza -según el relato antes mencionado- cuando los citados Servicios Sociales, cuya procedencia ignoran tanto ella como Pedro, su pareja, telefonean a la menor. Pero quien respondió no fue la joven, sino su novio. Es entonces cuándo comunican al chico que el pasado martes acudirían hasta su vivienda para efectuar una inspección ocular.
El chico les dice que Teresa está a punto de dar a luz. De hecho, a esas horas la que fuera menor abusada por el marido, entonces, de Mónica Oltra, siente los primeros síntomas de que el parto está muy cercano. Finalmente, la pareja de Teresa acuerda -siempre según su relato- que les llamarán cuando dé a luz para que efectúen la citada inspección.
Ese mismo día por la mañana, Teresa siente ya más intensas contracciones. Recoge los bártulos y, junto a su pareja, se dirigen a La Fe. Creen que ha llegado la hora del parto. Es sometida a pruebas y le dicen que aún ha llegado la hora. Regresan a casa. Pero los acontecimientos se precipitan y, en la madrugada del lunes al martes, en torno a las 3,30 horas del martes, Teresa da a luz un varón. Es su segundo hijo. Pesa 3,5 kilos y tanto la madre como el bebé se encuentran bien.
Pero es también ayer, cuando trabajadoras sociales «del hospital», según Teresa, le informan que Servicios Sociales ha requerido una prueba de orina, tanto de la menor como del propio bebé. A esas horas, ignora que puede negarse a hacerse la citada prueba, porque no hay orden presentada ante ella que la sustente. De modo, que decide someterse a la prueba en la que, según las fuentes consultadas, «buscaban droga».
Su abogado tampoco puede oponerse porque la chica no le informa sino después de que el bebé recién nacido y ella misma se sometieran al análisis de orina. Pero cuando conoce lo sucedido, el letrado se indigna: «Es una falta de sensibilidad absoluta. No paran. Siguen presionando a Teresa», dice a OKDIARIO. Su abogado afirma también que en caso de que el análisis detecte el más mínimo problema reclamarán de inmediato un contraanálisis por un laboratorio independiente y especializado.
«¡Ya está bien!»
Según fuentes próximas al caso, la Fiscalía de Menores ha devuelto a la Consejería el expediente iniciado para retirar la custodia del primero de sus hijos a Teresa, pero la menor continúa sometida a «presiones». «¡Ya está bien! Me estoy agobiando. Nunca tienen bastante», sostiene Teresa: «Parece que vayan detrás de mí intentando joderme y que después de todo lo que he pasado no me dejen ser feliz». «Yo no he tomado drogas en el embarazo», afirma enfadada.
Teresa continúa aún hospitalizada junto a su bebé. Se encuentran bien, pero no está claro que hoy reciba el alta médica. Mientras tanto, espera también el resultado de los análisis de orina de ella y de su bebé. Mientras su agobio crece por minutos.
Fuentes próximas a la menor comparten su enfado: no entienden cómo la Consejería del Gobierno valenciano que preside el socialista Ximo Puig se da tanta prisa en todo lo relacionado con la presunta retirada de la custodia de sus hijos -ella teme que vayan a por los 2- mientras tiene paralizado el expediente para la indemnización por los abusos a que fue sometida.