Esperanza de vida

La ciencia detrás de la longevidad: ¿podemos vivir más y mejor?

Esperanza de vida
La longevidad.
Francisco María
  • Francisco María
  • Colaboro en diferentes medios y diarios digitales, blogs temáticos, desarrollo de páginas Web, redacción de guías y manuales didácticos, textos promocionales, campañas publicitarias y de marketing, artículos de opinión, relatos y guiones, y proyectos empresariales de todo tipo que requieran de textos con un contenido de calidad, bien documentado y revisado, así como a la curación y depuración de textos. Estoy en permanente crecimiento personal y profesional, y abierto a nuevas colaboraciones.

La longevidad y el envejecimiento son dos temas esenciales en la medicina moderna. A principios del siglo XX, la esperanza de vida no superaba los 40 años debido a la existencia de hambrunas, las epidemias, las guerras y las limitaciones del saber médico. Sin embargo, esta situación ha cambiado drásticamente.

Las tres últimas décadas han sido claves en el aumento de la esperanza de vida. En la actualidad, se sitúa alrededor de los 73,3 en promedio en el mundo. En Mónaco esta cifra alcanza los 89,9 años. Sin embargo, tan importante como vivir muchos años es mantener una buena calidad de vida.

Un envejecimiento desigual

El envejecimiento no ocurre de la misma manera en todas las personas. Hay factores genéticos, epigenéticos, ambientales y de estilo de vida que influyen en la manera como una persona envejece. Algunas investigaciones han mostrado que ciertas poblaciones poseen variantes genéticas específicas que favorecen una vida más larga.Esperanza de vida

Esta es una característica distintiva de las llamadas “zonas azules”, o regiones del mundo en donde las personas tienen una mayor esperanza de vida y salud. La más famosa de estas es Okinawa, en Japón. Esta pequeña isla ostenta el récord de ser el lugar con mayor cantidad de habitantes mayores de 100 años en todo el planeta.

De otra parte, los cambios epigenéticos desempeñan un papel fundamental en la longevidad. Regulan la expresión de genes relacionados con el envejecimiento y la regeneración celular. Estos cambios son influenciados tanto por el envejecimiento natural como por hábitos poco saludables (fumar, consumo excesivo de alcohol, etc.).

Esperanza de vida y longevidad

La longevidad y la esperanza de vida no son sinónimos. La esperanza de vida es el promedio de años que una persona puede esperar vivir en un periodo determinado. Entre tanto, la longevidad se refiere al límite máximo de años que el cuerpo humano puede alcanzar en condiciones óptimas. La ciencia estima que nadie puede vivir más de entre 120 y 150 años.

Se debe tomar en cuenta que la longevidad no implica necesariamente una vida saludable. Es aquí donde entra en juego el concepto de health span, o “periodo de vida saludable”. Este término describe los años en los que una persona vive libre de enfermedades crónicas o discapacidades significativas.

Aunque la genética influye en la calidad de vida, más importantes aún son los hábitos. La buena salud, especialmente durante la vejez, se cimenta en cuatro pilares básicos: alimentación rica en frutas, verduras y baja en carbohidratos; ejercicio regular (aeróbico y de fuerza); evitar tabaco y alcohol en exceso; y actividad mental y social constante.

El sueño y la gestión del estrés también son pilares fundamentales. Dormir lo suficiente permite al cuerpo repararse, mientras que técnicas como el mindfulness y la meditación pueden mitigar los efectos negativos del estrés crónico.Esperanza vida

Hallazgos científicos

Un estudio sueco publicado en GeroScience ha arrojado luz sobre los secretos de la longevidad. Se analizaron datos de 44.000 personas entre 64 y 99 años durante 35 años. Los investigadores encontraron que solo el 2.7% alcanzaron los 100 años, de los cuales el 85% eran mujeres.

Estas personas tenían en común 12 biomarcadores en su perfil sanguíneo que estaban relacionados con la inflamación, el metabolismo y la función renal y hepática. Presentaban bajos niveles de glucosa, creatinina y ácido úrico. Sus perfiles eran similares a los de personas mucho más jóvenes.

Terapias basadas en la edición genética, como CRISPR, y tratamientos con células madre son herramientas prometedoras para combatir enfermedades relacionadas con la edad. Así mismo, algunos fármacos geroprotectores, como la metformina y la rapamicina, parecen ralentizar el proceso de envejecimiento.

Un enfoque interesante es el estudio de la microbiota intestinal. Esta desempeña un papel esencial en la regulación del sistema inmunológico y el metabolismo. Modificar la composición de la microbiota a través de probióticos o dietas específicas podría ofrecer nuevas vías para mejorar la salud en la vejez.

Avances en la investigación sobre la longevidad

La ciencia ha hecho progresos fascinantes en la comprensión del envejecimiento. Algunas áreas de investigación incluyen:

  • Telómeros: Estas estructuras en los extremos de los cromosomas se acortan con cada división celular. La investigación sugiere que mantener la longitud de los telómeros podría tener un impacto positivo en la longevidad.
  • Restricción calórica: Estudios en animales han demostrado que reducir la ingesta calórica sin desnutrición puede extender la vida útil. Se está investigando cómo este enfoque podría aplicarse a los humanos.
  • Medicamentos y tratamientos: Sustancias como la rapamicina y el metformina están siendo estudiadas por sus potenciales efectos en la prolongación de la vida y la mejora de la salud en la vejez. Estos tratamientos actúan sobre las vías metabólicas que regulan el envejecimiento.

¿Podemos vivir más y mejor?

La respuesta a esta pregunta es compleja. Si bien la investigación sugiere que es posible extender la vida, la calidad de esa vida es igualmente importante. Vivir más años no tiene sentido si esos años se pasan en mala salud. Por eso, la ciencia de la longevidad no solo se centra en la cantidad de años, sino también en la calidad de vida durante esos años.

  • Prevención de enfermedades: Adoptar hábitos saludables y realizar chequeos regulares puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas que afectan la calidad de vida.
  • Cuidado mental y emocional: La salud mental es fundamental para el bienestar general. La meditación, el mindfulness y otras prácticas pueden ser herramientas útiles para mantener una mente sana.

Lecturas recomendadas

La ciencia de la larga vida

Claves para una longevidad exitosa

Lo último en Ciencia

Últimas noticias