Los rasgos que comparten los niños con altas capacidades: aprende a distinguirlos
En España habría 300.000 niños con altas capacidades pero sólo hay 2.650 casos identificados
Algunos rasgos se pueden diferenciar por la edad
Cómo reconocer a un niño superdotado
Identificar a los niños con altas capacidades puede ser un desafío significativo para padres y educadores. Estos niños a menudo presentan características que pueden ser fácilmente confundidas con trastornos como el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad). A pesar de las similitudes superficiales, existen diferencias claras y definidas que permiten a los expertos distinguir entre ambos. Los niños con altas capacidades tienen ciertos rasgos distintivos que, aunque variados, son consistentes entre ellos. Reconocer estas características es crucial para proporcionar el apoyo adecuado y fomentar su desarrollo óptimo.
En España, se estima que aproximadamente 300.000 niños tienen altas capacidades, según datos del Centro de Investigación y Documentación Educativa del Ministerio de Educación. Sin embargo, de estos, sólo 2.650 están oficialmente identificados. Esta discrepancia refleja la dificultad que existe en el reconocimiento y diagnóstico de estos niños. La identificación temprana es esencial para evitar que sus necesidades educativas y emocionales pasen desapercibidas. Los neuropediatras Adrián García-Ron y José Sierra-Vázquez señalan que el simple testimonio de los padres, combinado con cuestionarios específicos, puede ser suficiente para evaluar si un niño posee una alta capacidad cognitiva. Por otro lado y como mencionamos, una de las mayores complicaciones en la identificación de niños con altas capacidades es su frecuente diagnóstico erróneo como TDAH. Los niños que se aburren en clase y muestran comportamientos inquietos o distraídos a menudo son diagnosticados con TDAH. Sin embargo, los pediatras explican que el déficit de atención característico del TDAH se manifiesta en todos los contextos de la vida del niño, mientras que las altas capacidades tienden a ser más contextualmente específicas. A nivel neuropsicológico, las diferencias se observan en los niveles de atención, planificación y gratificación. Comprender estas diferencias es fundamental para proporcionar el apoyo adecuado y evitar malentendidos que puedan perjudicar el desarrollo de estos niños.
Características comunes de los niños con altas capacidades
Desde una edad temprana, los niños con altas capacidades suelen mostrar un desarrollo avanzado en varias áreas. Entre el primer y el cuarto año de vida, es común que los padres noten un desarrollo precoz del lenguaje y una capacidad de memoria notable. Estos niños a menudo pueden mantener conversaciones complejas a una edad temprana y demuestran una facilidad sorprendente para aprender y recordar información. Además, pueden leer y resolver puzles antes de los cuatro años, lo que puede ser un indicativo temprano de sus altas capacidades.
Orientación social y curiosidad intelectual
A medida que los niños con altas capacidades crecen, generalmente desarrollan una orientación social hacia los adultos y una gran curiosidad por el mundo que los rodea. Entre los cuatro y seis años, disfrutan de la lectura, muestran una rapidez y facilidad para comprender conceptos complejos y tienen un vocabulario sorprendentemente rico para su edad. Su interés en aprender y resolver problemas nuevos es evidente, y a menudo demuestran talentos específicos en áreas como el dibujo, la música o las matemáticas.
Sensibilidad emocional y perfeccionismo
Además de sus habilidades cognitivas, los niños con altas capacidades a menudo presentan características emocionales distintivas. Suelen ser muy sensibles, perfeccionistas y muestran un interés temprano en temas profundos como la moral o la justicia. Estos niños también tienden a tener un sentido del humor avanzado para su edad y emociones intensas. Estas características pueden hacer que parezcan distraídos en tareas rutinarias o que consideran irrelevantes, lo que a veces se confunde con falta de atención.
Despiste en tareas rutinarias
Una característica común en niños con altas capacidades es su aparente despiste o falta de interés en tareas rutinarias. Para ellos, las tareas que no presentan un desafío intelectual pueden resultar aburridas, lo que lleva a comportamientos que pueden ser interpretados erróneamente como falta de atención o hiperactividad. Sin embargo, cuando se enfrentan a problemas nuevos y estimulantes, su enfoque y dedicación son notables. Esta diferencia en comportamiento según el contexto es una de las claves para distinguir entre altas capacidades y TDAH.
Talento en áreas específicas
Muchos niños con altas capacidades muestran talentos destacados en áreas específicas. Ya sea en las artes, las ciencias, la música o las matemáticas, estos niños a menudo destacan en una o varias áreas desde temprana edad. Este talento puede manifestarse en habilidades como el dibujo detallado, la facilidad para aprender y tocar instrumentos musicales, o la capacidad para resolver problemas matemáticos complejos. Reconocer y fomentar estos talentos específicos es crucial para su desarrollo y bienestar.
Necesidades educativas especiales
Por último, los niños con altas capacidades deberían tener acceso a un enfoque educativo que se adapte a sus necesidades únicas. La educación tradicional puede no ser suficiente para mantener su interés y estimular su desarrollo. Es esencial proporcionarles oportunidades para explorar sus intereses y desarrollar sus habilidades a un nivel adecuado a su capacidad, ya sea mediante clases avanzadas o proyectos personalizados, como algunas de las estrategias que pueden ayudar a satisfacer sus necesidades educativas especiales.
En conclusión identificar y apoyar a los niños con altas capacidades es fundamental para su desarrollo y bienestar. Aunque pueden presentar comportamientos que se confundan con TDAH, los expertos pueden diferenciar entre ambos mediante la observación de sus características cognitivas, emocionales y comportamentales. Reconocer los rasgos distintivos de estos niños y proporcionarles el entorno adecuado para su desarrollo es esencial para ayudarles a alcanzar su máximo potencial y asegurar su éxito futuro.