Alimentación infantil

Niños que no comen: ¿Cómo hacer que coman en vacaciones?

¿Cómo podemos hacer que los niños coman en vacaciones? Puede que el niño o niña se niegue a probar cosas nuevas en verano, de modo que será bueno darles ejemplo y otras ideas que os damos.

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Qué pautas seguir para hacer que los niños coman en vacaciones

¿Tienes un hijo o hija que tenga problemas a la hora de comer? ¿Qué siempre dice «no» a todo lo que le pones en el plato? Sin duda este es un problema mucho más común de lo que podamos llegar a pensar, que incluso puede empeorar durante el verano, ya que los niños se acostumbran a otros horarios, o pueden resistirse a que les propongas comer fuera de casa, dónde estemos de vacaciones. Veamos entonces cómo lidiar con el hecho de que los niños no coman en vacaciones.

Niños que no comen: ¿Cómo hacer que coman en vacaciones?

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Los niños a los que les cuesta comer, o de hecho no encuentran una motivación para comerse lo que les servimos en el plato, suelen dar muchos más problemas cuando estamos de vacaciones. Puede que se niegue a comer nada que no hayamos cocinado en casa, o que vea que los platos que les ofrecemos no son «los de siempre», provocando que no se sientan interesados en probar nada nuevo y que acaben cerrando la boca y se nieguen a comer, con la impotencia y frustración que eso conlleva para los padres.

Sabemos que una dieta equilibrada para los niños no puede consistir tan solo en los alimentos o productos favoritos que le gusten a nuestro hijo o hija. Desde pequeños tenemos que acostumbrarles a que prueben de todo y organizar menús que sean variados. Pero si hemos acabado cediendo y nuestro hijo o hija ha acabado imponiendo su criterio o por otro lado, solo acepta comer lo que le gusta, podemos aprovechar el verano y que tenemos más tiempo para resolver el problema de una vez por todas.

Presionar a los niños, u obligarlos a que coman tan solo provocará que el problema vaya a más y es posible que el niño o niña acabe con un berrinche y que los padres, acaben enfadados. Si el niño o niña no quiere comer, no pasa nada porque no coma una vez. Seguro que a la noche tendrá hambre y no pondrá tantas pegas a comerse lo que tiene en el plato. O por otro lado, tenemos mucho más tiempo por el simple hecho de estar de vacaciones, de modo que podemos dejar claro al niño que no hay prisa porque coma o al menos pruebe lo que tiene delante.

Por otro lado, debemos aprovechar a que estamos de vacaciones para explicar al niño que los alimentos son variados y que puede que dependiendo de la zona a la que viajemos, encontraremos nuevos alimentos que probar. Si el niño se resiste, podemos mezclarlos con otros que le gusten o sencillamente, le presentamos un plato variado, para que elija que desea probar primero. Intentemos alentar la curiosidad del niño o niña, sirviendo incluso la comida con alguna forma divertida. Seguro que se sentirá más animado a probar lo que le damos e incluso a comerlo.

Otro recurso que puede funcionar será el de premiar al niño o niña en el caso de que pruebe la comida o de hecho, que se acabe todo lo del plato. Por ejemplo le podemos decir que le vamos a comprar un helado si se lo come todo, o que le llevaremos más tiempo a la playa o a la piscina.

Y como no, nosotros mismos como padres, debemos dar ejemplo. Seamos abiertos a lo que vamos a encontrar en el destino al que hayamos viajado, y probemos aquellos platos que habitualmente no comemos. Si el niño o niña ve que sus padres come cosas que habitualmente no come, es posible que se anime también a probarlas.

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