Primavera

Limpieza de primavera: consejos para hacerla «divertida» y hacerla con los niños

Ahora que ha llegado la primavera podemos aprovechar para una limpieza de la casa en la que además, participen los niños.

limpieza niños
Cómo podemos organizar una limpieza de primavera con los niños.
Blanca Espada

Ya ha comenzado de forma oficial la primavera, de modo que suele aconsejarse como con cada cambio de estación, el poder cambiar la ropa de armario, pero también aprovechar para hacer una limpieza profunda de la casa. Veamos entonces cómo aprovechar para hacer una limpieza de primavera, que sea divertida y en la que también participen los niños.

Limpieza de primavera: consejos para hacerla «divertida» y hacerla con los niños

Si organizamos una limpieza de primavera con los niños, podremos conseguir que estos participen de las tareas que preparemos, pero también que aprendan de la importancia de mantener la casa limpia y de dedicar también unos días al año a hacer una que sea algo más profunda. Veamos entonces qué pautas aplicar para lograr que sea algo divertido y que los niños se animen a participar:

  • Reunión para organizar la limpieza: Antes que nada, organicemos una pequeña reunión con los niños: expliquemos en detalle qué haremos, por qué lo haremos y qué valor tiene nuestra acción, que es arreglar la casa, un lugar que todos compartimos. Presentemos este momento como una oportunidad para estar juntos y divertirnos con mamá.
  • Organicemos la limpieza como si fuera un juego: Pasemos el concepto de que ser organizado es un juego como cualquier otro: para reforzar el concepto, todo el mundo usará monos y delantales, y nos equiparemos con las herramientas necesarias: bolsas de basura para lo que hay que eliminar, cajas de cartón, cinta adhesiva y rotuladores. De hecho, las cosas que ya no se necesitan terminarán en contenedores especiales, para ser destinados a asociaciones voluntarias que les darán una segunda vida.
  • Comencemos por la habitación de los niños: Así que comencemos con la limpieza y el orden en sí. Empecemos por la habitación del niño o la niña, dado que es el lugar que más les interesa. El primer paso es la selección de los juegos: deja que el niño/a seleccione los adecuados para su edad, los que están desactualizados y los que no se utilizan durante mucho tiempo. Todos los pertenecientes a las dos últimas categorías los podemos llevar a jardines de infancia, Caritas o asociaciones de voluntarios.
  • Valor Social: El concepto educativo que debemos trasmitir mientras limpiamos juntos es que, por ejemplo, un juego que ya no usan hará felices a otros niños. Otro valor que se transmite durante estas operaciones es la autonomía del niño o niña (que ordena su espacio por sí mismo/a) y el respeto por los demás: mantener limpia tu habitación también respeta a tu hermano pequeño o quien comparte la habitación con él o ella.
  • Visualización de libros: Después de los juguetes, se puede pasar a los libros: selecciona los que se leen y los que no se miran desde tiempos inmemoriales. Estos también deben ser entregados a los más necesitados, o llevarlos a los mercadillos, siempre para dejar claro que todos los objetos pueden tener una segunda vida.
  • Vamos a por el armario: Pasemos entonces a abordar el armario: eligiendo la ropa que realmente es «necesaria», podemos explicar el concepto de que hay países donde los niños no tienen libros, juegos ni ropa. Repasar la ropa también es una oportunidad para enseñar a los niños sobre la combinación de colores, cómo combinar la ropa: no se necesitan lecciones de estilo complicadas sino algunos conceptos básicos, como dejar claro que una fiesta de cumpleaños o ir al parque requieren diferentes atuendos.
  • Quitar el polvo: Un simple gesto de limpieza que pueden hacer los niños es pasar el polvo: después de haber equipado a los niños con los paños y trapos adecuados, hay que explicarles por qué les estamos enseñando estos gestos, es decir, respeto por el lugar donde vive. «¿Te gustaría que mamá dejara los platos sucios en tu escritorio?» Es un ejemplo práctico que ayuda.
  • Calendario para mantener la limpieza: Una vez hayamos acabado con todo el  trabajo para que sea realmente útil necesita una cita semanal. Una buena estrategia es crear un calendario de limpieza con las diversas tareas que se deben hacer o bien a diario o bien de forma semanal y que el niño pegue estrellas al lado de las tareas que vaya haciendo. Al llegar un número determinado de estrellas podemos hacer un regalo al niño o niña que no tiene porqué ser algo comprado. Puede ser por ejemplo, que pida la comida que más le guste para comer.
  • Mapeando la casa: Un paso adelante en comparación con el dormitorio es enseñar a los niños a mapear la casa: los niños no tienen un sentido de la casa como un todo, no saben que todo tiene un lugar. Para ayudarles a entender este concepto, haz un mapa de la casa y explícales dónde está el cuarto de planchado, qué se guarda en la cocina … A partir de su dormitorio, podrás darles una idea del conjunto. Esto sirve para explicar, por ejemplo, que el secador de pelo hay que volver a ponerlo en el baño para que los demás miembros de la familia lo encuentren cuando lo necesiten.

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