5 consejos para afrontar las dificultades al convertirse en padres
No hay que negarlo ni esconderlo tampoco. Ser padre o madre por primera vez es una experiencia llena de dificultades, en tanto en cuanto hay momentos de dudas sobre cómo cuidar al niño, se tiene miedo por si no se le da bien el pecho o por si se va a escurrir de las manos cuando se está bañando, existen temores sobre si se será buen progenitor o no…
Posiblemente si acabas de tener un hijo en algún momento hayas sentido o sientas esos u otros temores. Y más aún en situaciones que te parecen dificultades como que tu pequeño no deje de llorar de manera insistente, cuando se pone enfermo por primera vez, cuando consideras que tu cuerpo no aguanta más el pasar tantas horas sin dormir…Todo eso son sensaciones normales y habituales en los padres y madres, por lo que no tienes que sentirte mal si las experimentas. Lo que debes hacer es afrontar los contratiempos, las situaciones inesperadas o sencillamente el día a día con la mayor positividad posible.
Para ayudarte a superar esos momentos difíciles, te vamos a dar a continuación algunos de los consejos que te servirán al respecto para verlo todo desde otro punto de vista y de una manera más “saludable” para ti:
Asume los cambios
Uno de los problemas que tienen muchos hombres y mujeres cuando nace su primer hijo es que no acaban de asumir que su vida ha cambiado y que lo ha hecho para siempre. Quieren mantener su rutina, pero eso no es viable, al menos al 100%. Y es que el bebé necesita unos cuidados, requiere de unas atenciones y tiene un ritmo de sueño y de alimentación que hay que seguir. Es decir, los adultos son los que deben adaptarse a los requerimientos del pequeño por lo que deberán aprovechar para descansar cuando ese duerme, tendrán que estar pendientes de las tomas, será necesario que a diario establezcan horarios para bañarle y darle los mimos que necesita…
Por todo eso, es fundamental que los padres asuman y acepten la nueva situación pues sólo así afrontarán ese camino que han iniciado con felicidad, con serenidad y con conciencia de que todo pasa y todo cambia. Como se suele decir, “es ley de vida”.
Sé consciente de que eres primerizo/a
Muchos son los progenitores primerizos que se agobian mucho con la llegada del bebé, pues no saben si estarán preparados para cuidarle como necesita, y que se martirizan cuando cometen un error o no saben cómo hacer algo y requieren ayuda. En ese caso, lo que deben hacer es darle a sí mismos un poco de “cuartelillo”, es decir, deben darse cuenta de que es la primera vez que se enfrentan a ese rol y que no lo saben todo, que la experiencia se va adquiriendo con el tiempo.
No te presiones
Querer ser el mejor padre o la mejor madre es el objetivo que se imponen muchos primerizos y eso acaba provocando que se presionen en exceso. Y es que quieren saberlo todo sobre el cuidado de los niños, quieren estar pendientes continuamente del pequeño, sólo viven por y para el niño, dejan de lado su vida de pareja o sus amistades…¿Resultado? Que acaban estresándose y sintiéndose frustrados en algún momento porque no están consiguiendo todo lo que les gustaría.
Por eso, lo que se recomienda es que no se impongan a sí mismos presiones, que aprendan que no son “superhéroes” y que, por tanto, van a cometer fallos. Deben asimilar que todos somos humanos y que realizamos errores, pero que lo verdaderamente importante es hacer las cosas lo mejor que se pueda. Pero no sólo eso sino también que, aunque el niño va a ocupar la mayor parte de sus vidas, no debe coparla por completo pues, además de padres o madres, también tienen pareja, amigos y familiares que les necesitan y viceversa.
Pide ayuda si la necesitas
Numerosos son los papás primerizos a los que les avergüenza pedir ayuda a los demás en cuanto al cuidado de sus hijos, pues piensan que si lo hacen estarán demostrando que no están preparados para atender a los bebés como debería. Y ese pensamiento es un error. Todos, en los distintos aspectos de nuestras vidas, hemos necesitado respaldo de los demás y no pasa nada, somos humanos y para eso están las personas que nos quieren. ¿Qué mejor manera de cuidar a nuestros pequeños que con los consejos que nos pueda dar nuestra madre ante nuestras dudas?, por ejemplo.
Si tienes pareja, apoyaros mutuamente
En el caso de que tengas pareja y juntos hayáis tomado la decisión de tener un bebé, contáis con la suerte de poder apoyaros uno en el otro. Durante los primeros meses os podréis sentir con miedo, con dudas e incluso desbordados muchas veces, pero si os respaldáis uno al otro, habláis de lo que os pasa por la cabeza y os ayudáis, todo irá mucho mejor.
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